El referendo de la reforma constitucional

Llegó la hora del pueblo

De verdad que difícil es escribir en estos momentos donde ya nos gustaría que cientos miles de personas en vez de estar tristes, llenas de frustración y cansadas después de haberse sacado la chicha en esta bendita campaña por el referéndum, estén alegres entiendo que llegó su hora, que es la hora de los comunes, de los tierrúos, de los marginados, de los que todo han dado por la esperanza de tod@s, y luchada por tod@s ell@s, sin pedir nada a cambio. Pero no es así, esa hora del desprendimiento en general de las figuras del poder, y su interpelación directa y abierta, como Dios manda, la hora en fin de la revolución socialista protagonizada por el pueblo revolucionario todavía no llega. Todavía estamos atrapados en una cultura delegativa y temerosa ante las figuras de autoridad (queridas u odiadas) cuyas raíces son más viejas que todos nuestros recuerdos, y por allí andamos en esta nuestra historia. De todas formas hay unos aires muy hermosos que ya se palpan y que nos dicen que aquí como que va a pasar algo muy lindo en tiempos no muy lejanos. Brevemente, cuento algo pasado hace unas horas:

Un compañero me llama esta tarde del 3 de Diciembre y lleno de entusiasmo me informa que mucha gente espontáneamente se está dirigiendo a Miraflores gritando ¡abajo la corrupción!, ¡limpieza popular! Yo y mi compañera emocionados nos dirigimos hacia allá. Al llegar en efecto se encontraban unas mil personas frente al palacio. Pasa Jorge Rodríguez –vicepresidente- por allí, mucha gente lo sigue, pero el ambiente es confunso entre aplausos, consignas ¡abajo los traidores! e interpelaciones. Yo mismo le pido, “por favor por este proceso pongan sus cargos a la orden”: me dice que ya lo hicieron y sigue buscando complacencias de las masas, Mas adelante sobre un carro y micrófono en mano, él y Lina Ron hablan reiterando su grito ¡viva la revolución, viva Chávez,! etc. Pero no hay muchos aplausos, la gente más bien oye y habla y otros gritan ¡limpieza popular!, etc. Decepcionado, tengo ganas de irme al ver la nueva manipulación de sentimientos pero a la final me quedo a ver que pasa oyendo y hablando con muchos, algo acalorado sin duda. En síntesis les propongo que exijan que hable el pueblo, que estos no son momentos para quedarnos en viva Chávez, oyendo los mismos personajes mediáticos. Sigue la conversación, y esta gente me pide que tome el micrófono. Acepto, llego hasta el carro-tarima y me subo. La camarada Lina -creo que muy disgustada por mi presencia- para darme el micrófono me exige reverencia y recurre a mi nombre de familia para descalificarme. Las reverencias no se las doy obviamente, y a la final tomo el micrófono. Hablo por las vivas al pueblo bolivariano, al pueblo boliviano por su actual situación, etc. La camarada me quiere quitar el micrófono porque no he dicho viva Chávez. Sin problema lo digo y coreamos consignas a Chávez. Agrego tres o cuatro cosas mas relativas a que se le rinda cuenta al pueblo, la historia de la lucha desde el 89, y a la final se me ocurre la locura de decirle a todos: “ahora si quieren me linchan, me dicen traidor, lo que quieran, pero antes escuchen, no creo ser interprete de nadie, pero aquí intentaré hablar desde aquellos tres millones de compatriotas que ayer no votaron, y como ellos yo ayer tampoco vote”. Alrededor de diez me saltan encima, la revolucionaria Lina no logra quitarme el micrófono pero lo rompe por la punta y adiós micrófono, otros me empujan, me quedo quieto, viendo si hay un muy probable cuchillo que salga. Bajo, siento algunos golpes por los brazos, me roban el reloj, unos me quieren destrozar, otros proteger. Y a la final ¿qué?, que apenas salí del círculo de los que querían partirme en pedazos, contando con la solidaridad de mis camaradas de organización y mi compañera, de pronto sentí las bellísimas manos una tras otra persona que se solidarizaba conmigo y lo que intenté decir. Alguien dice ¡viva la izquierda!, y en otro rincón frente a Miraflores recreamos la verdadera e histórica hermandad de lucha. Siguen otras cosas pero eso ya es cuento.

Disculpen el egocentrismo de este relato sin duda muy subjetivo, reconozco además que en otras ocasiones me ha tocado hacerlo y no he sido ningún héroe, he metido la pata estúpida y peligrosamente. Lo hago simplemente por salirme de la escritura de mera opinión al menos un rato e intentar escribir desde los hechos que a lo mejor nos dicen mas. Observo desde ellos y en piel propia que a pesar del “microfascismo” interno y que conocemos, ya está produciéndose la matriz para romper definitivamente con las relaciones de idolatría, de inapelabilidad del poder, de absoluta subvaloración por la historia y la obra propia, socialista y militante, de criminalización del acto u opinión disidente. La victoria del NO es una sensacional ocasión para empezar a salir de ese foso terrible y que es en el fondo la razón fundamental de una derrota que menos mal se da ahora, cuando es muy poco lo que se pierde y se gana un horizonte inmenso. Pero sabemos que va a ser terriblemente difícil la tarea. Vamos entonces a las interpretaciones.

Con todo respeto hermanos, los balances mismos tienden, con muy nobles, brillantes y conocidas excepciones, a quedarse en el límite de lo permitido, sin dejar de ser ciertas pero es una verdad a medias. Que si la burocracia, el autoritarismo y saboteo en el Psuv, que si el desastre del comando zamora, que si los ministros, gobernadores y alcaldes jugaron para el otro lado, etc. Eso es totalmente cierto, ¿pero porqué es ahora que se dice y antes se criminalizaba si era evidente y ya estaba bien dicho por los canales subterráneos? Lástima no, de todas formas aprovechen ahora y piden la expulsión de todos los expulsadores del Psuv. También al revés, no falta el que diga que los llamados a la abstención, al voto nulo, de militantes sociales son equivocados y culpables. Si es así que nos expulsen definitivamente y no es broma; se sentirá tristeza, pero admitan que la revolución no se limita al chavismo. Otros agregan el invalorado efecto Baduel, y es cierto. La manipulación mediática de miedos, conservadurismos culturales y sociales, etc., también es verdad, eso está allí y seguirá, pero eso no nos derrotó el 13 de Abril en una situación mucho mas precaria de derrota total ¿y por qué hora sí? Se podrían agregar dos cosas: una muy mundana, la desaparición de leche y víveres, pego duro y causó mas miedo aún, y otra más de fondo, el desastre de la administración pública, la corrupción, la patronal de gobierno que reprime protestas, huelgas y tomas, todo eso tiene a millones desesperados. Ahora si sumamos todas estas verdades a lo mejor eso nos explica la derrota estrictamente electoral y cuantitativa del SI, es decir, el no tener los trescientos o quinientos mil votos más que le hacían falta para ganar en la raya. Pero eso no explica para nada la pérdida en un año de tres millones de votos que se abstuvieron, otro tanto no despreciable que votaron no –y No por escuálidos- y un potencial de ocho millones más que no votan y que no son precisamente una pequeña burguesía traidora. En otras palabras, eso no se explica dentro de los límites de lo permitido decir oficialmente, sólo desde ayer.

En mi consideración, la única manera compañer@s de entender esto es saltando los límites permitidos de la interpretación -que son en definitiva los límites de lo que nos permite decir la autoridad impuesta- situándonos al menos en cuatro puntos cruciales que explican el problema de fondo:

  1. La creciente frustración de millares de compatriotas por el indetenible crecimiento y legitimación “desde arriba” de una plutocracia inútil, arrogante y corrupta que se abroga la representatividad popular convirtiendo en un teatro de marionetas y manipulaciones de espectáculo la joya más querida y defendida del pueblo revolucionario: los espacios de participación y ejercicio directo y autónomo del poder popular.
  2. El endurecimiento de un ejercicio vertical de dirección -sumado a una justificación ideológica- que comienza por el mismo presidente (la confusión cada vez mas absoluta y permanente entre liderazgo y mando alrededor de su persona) para luego ir bajando hacia todos los niveles públicos y sociales de decisión hasta incrustarse dentro de los propios mundos de la organización popular como una vieja cultura política que se recrea desde los lenguajes y subjetividades que ha producido la revolución bolivariana.
  3. Otra, y que nos parece lo más importante en el caso de este referéndum: la propuesta de reforma presentada por el presidente los teóricos dirán si es o no la propuesta para la formación de un “estado socialista” (estados socialistas a la final fueron la URSS, Alemania Oriental, Albania, Corea, etc.), pero de lo que si estamos convencidos es que, independientemente de los benévolos derechos que se otorgan, esa propuesta no garantiza ni mucho menos ningún camino que querramos y concibamos de transición a la construcción de una sociedad donde se socialicen efectivamente los medios de producción, de vida, de decisión, etc. Para decirlo secamente compañer@s, considero que el esquema de hiperconcentración de poderes territoriales en manos de la figura presidencial, la cooptación y delimitación “constitucionalizada” del poder popular, la asimetría descomunal en los derechos al manejo directo de la renta de estado entre los poderes centrales, representativos y populares, la igual asimetría entre los espacios y atributos de las distintas formas de propiedad, entre otros (y no quisiera agregar algunos componentes de “derecho propio” hechos en anexo por la asamblea nacional, que sencillamente dan asco), no es una propuesta socialista y menos libertaria y emancipadora, es una propuesta que nos lleva directo al encajonamiento constitucional dentro del mas puro “capitalismo de estado del siglo XXI”.
  4. Y por último, el aspecto mas sencillo de todos pero quizás el más determinante a la hora de la decisión si se vota o no por parte de demasiada gente. Como bien le decía a otro compatriota nuestramericano el defecto primario de esa propuesta y por lo cual me abstuve de votar es que no lleva consigo “ni una brizna de participación popular” en su construcción y redacción. Es, sí, una propuesta del presidente y luego de asambleístas que vieron a este pueblo no como un sujeto de esta propuesta, no como un sujeto constituyente, sino como un instrumento de sueños personales y que no cuestionamos en su intención, o de intereses efectivamente ocultos y bastardos. Por esta razón a la final fue una propuesta derrotada por el pueblo que no se cala ser el gafo de la antesala de nadie, ni siquiera del líder que mas respeta y quiere. Y fue ese mismo pueblo quien derrotó la propuesta en un acto soberbio de dignidad.

En definitiva estoy con estos cuatro argumentos repitiendo lo que muchos hemos dicho y desgraciadamente con mucha razón, en estos últimos meses. Si no quieren oir no oigan, si no quieren ver no vean, y sigan irrespetándonos como pueblo diciendo “que no estamos preparados para el socialismo”. Si quieren vuelven a presentar la misma propuesta “sin cambiar una coma” para que nos hundamos –o se hundan- todavía más. Claro, antes de hacerlo se les pide que al menos consideren los que supone “Chávez”- “Venezuela” como símbolos actuales de los pueblos antes de hacer semejante y definitiva resbalada. Ya antes de una semana de que el presidente formule su propuesta de reforma en un artículo donde hacíamos algunas advertencias sobre la propuesta constitucional mucho de esto se dijo: tres errores del presidente: la formación del PSUV, la reforma constitucional, ningún límites a la corrupción que le rodea. Desafortunadamente había mucho de cierto en lo dicho.

Pero en fin, salgamos de las palabras y del “debatismo”. Prefiero quedarme después de todo esto con las palabras que escuché de un compañero a las tres de la mañana después de una larga jornada de “rodilla en tierra” el 2.D y buscando una merecida arepa por las calles de Caracas: “Compañeros les voy a confesar algo, no sé que me pasa pero ahora me siento mas libre ya que vote por algo que no me convencía para nada…de verdad, después de esta derrota me siento como mas libre no sé”…. Que viva el pueblo bolivariano.

Roland Denis
Proyecto Nuestramerica
jansamcar@gmail.com



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Roland Denis

Luchador popular revolucionario de larga trayectoria en la izquierda venezolana. Graduado en Filosofía en la UCV. Fue viceministro de Planificación y Desarrollo entre 2002 y 2003. En lo 80s militó en el movimiento La Desobediencia y luego en el Proyecto Nuestramerica / Movimiento 13 de Abril. Es autor de los libros Los Fabricantes de la Rebelión (2001) y Las Tres Repúblicas (2012).

 jansamcar@gmail.com

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