Tiene razón Luisa cuando dice que “El Estado venezolano está plenamente facultado para expulsar a cualquier ciudadano dentro de los supuestos que prevé la Ley de Extranjería y Migración” y más si el expulsado viene a meterse con nuestro presidente. No, eso si que no, ese peo es nuestro.
Por ejemplo, si Chávez va a Carabobo a levantarle la mano a Mario Silva y pasa las dos horas de su discurso, sin mencionar al pollo y mucho menos a la oposición; porque allá el “enemigo a vencer” es su hijo putativo, bueno ya verán los valencianos y el resto de los carabobeños como resolverán su rollo. Que si después de tres horas de hablar mal de los Manuit, y para nada tampoco toca ni con el pétalo de una rosa a la oposición, bueno ellos son llaneros y se entienden.
Que si a Chávez se le ocurre en su mismísima Barinas, solo apoyar a su hermano para la Alcaldía de Sabaneta y a su otro hermano a la Alcaldía de Barinas la capital, y de paso le sale del forro también apoyar a su hermano mayor a la gobernación de su linda Barinas; menos hay que meterse en eso, porque ese es un lío entre familia, y uno no puede confundir las pasiones políticas con las querencias familiares, ¡ni de vaina!
Que si el presidente del partido, convoca a los militantes de Trujillo, a escoger democrática y en libérrimas elecciones, al candidato a Gobernador, y resulta que esos gochos escogen no al que a él le gusta; sino a Octaviano Mejías, y después le ordena a su partido quitarlo y poner a su ex ministro Hugo Cabeza, pasando por encima de la voluntad popular; pero eso si cumpliendo con la norma partidista. Allá los gochos psuvistas de Trujillo, ellos tienen la paciencia de las montañas y solo ellos sabrán como arreglárselas con su partido.
Que si aquí mismo en el Zulia, en su pleitina con Tascón y ante un enemigo que nos ha ganado todas las elecciones donde compite, se da el tupé de no permitir que la gente de Nuevo Camino Revolucionario, mande a votar con su tarjeta por Gian Carlo Di Martino, sabiendo que en este Estado su hermano del alma, la primera vez y después de casi una guerra civil, le ganó a los adecos tan solo por 300 votos; bueno esos también son nuestros rollos, y no tiene porque venir un señor acostumbrado a beber hervido de pingüino, a decirnos a nosotros como es que se hace la iguana en coco.
Se fijan, que por eso es que le doy la razón a mi amiga “la china” Luisa ortega Díaz; porque si a mi me da la gana de gritar: ¡Chávez, pégame pero no me mates!, pana es mi rollo. Que si un buen día el loquito de Pablo Medina y Miguelito 2D, se montan en un camión y salen gritando: ¡Chávez esta loco! ¡Chávez está loco!, y de paso más atrás viene Diosdado “ambulancia” Cabello también gritando, ¡Chávez los tiene loco!, ¡Chávez los tiene loco!, sea verdad o sea mentira lo que dicen, es nuestro loco y punto.
Por eso queridísimo Human Rights Watch, a Chávez me lo dejas a mí y no vengas a dártelas de Baywatch. Deja que aquí nosotros nos ahoguemos en nuestra propia salsa, y tu vete a lavar ese culo a otra orilla, con tus focas y tus pingüinos.
douglas.zabala@hotmail.com