¡Cuidado con los errores políticos! salen caros

Se está sintiendo en la calle una presión incomoda contra quienes somos parte activa del apoyo a este proceso y no militamos en el PSUV. Es algo no conveniente que se olfatea y se palpa en la atmósfera. Confieso que la he experimentado, pero me impactó más a partir del comentario que se me hiciese en la calle por parte de otras personas, pues creía que era cuestión de apreciación personal. En verdad no pretendo crear un clima de disgusto o desconfianza entre los sectores revolucionarios dentro del PSUV, PPT, PCV u otras organizaciones y los sectores que apoyamos la revolución, pero que tenemos nuestras reservas respecto a militar en cualquier organización que no reúne los requisitos para estar allí. Lo que me parece peligroso, es que se desarrolle una estrategia y táctica política hacia el sector partidista revolucionario “tradicional”, y otra hacia las mayorías de los que hacemos nuestro trabajo desde cualquier puesto de batalla al margen de esos partidos; pero que somos tratados como números que deben ser cazados por unos furtivos que nos deben acechar en todo momento y a toda hora, por todos los medios posibles, hasta por teléfono y en el baño si es necesario.

En mi caso particular, me alejé del PSUV, debido a la miserable conducta de unos pocos ¿camaradas? o personas que creyeron que sus aspiraciones y ambiciones iban a ser truncadas por alguien que destacaba en la actividad político - militante, a quien ellos valoraron, tal como se valoran a si mismos y dedujeron conductas egoístas como las suyas. No tardaron los chismes, las especulaciones, las calumnias y hasta las zancadillas. Lo más triste de todo, es que uno que otro “líder medio”, se prestó para la mala practica, y llegó a extremos tan absurdos, como de legalizar batallones fantasmas, que supuestamente les darían apoyo para las aspiraciones burócratas, sembrando de esa forma división, y alimentando egoísmos improductivos, compatriotas que se enfrascaron en una lucha tenás por ser designados comisionados, en el batallón, una vez logrado su objetivo, asumieron actitudes prepotentes y soberbias, y cuando no se les rendía la pleitesía deseada, optaron por abandonar las responsabilidades y dedicarse a chismear y denigrar de sus compañeros y compañeras. Por supuesto que estas personas son una minoría, pero muy dañinas y retardadoras del avance del proceso.

Dada esa coyuntura, muchos optamos por seguir trabajando por el proceso fuera de la mala influencia de personajes como esos. No por ambición, ni por egoísmo, si no para rendir más en la labor de concientización y avance político tan necesario.

Pero en este momento, tal como se escribe al principio de esta nota, vemos como toda la cuestión política del proceso, se enmarca solo en torno al PSUV, alrededor de una organización que si a ver vamos, es una minoría respecto a la cantidad de personas que apoyan al proceso revolucionario Bolivariano, así se empeñen en decir lo contrario. Honestamente, a parte de lo expresado anteriormente de algunas minoritarias conductas, no tengo nada contra el PSUV, al contrario lo considero una necesidad, para organizar estrategias y tácticas políticas para fortalecer la revolución desde una perspectiva efectista y pragmática. Pero no se debe considerar la única vía ni la única posibilidad, mucho menos tirarle la puerta en la cara a quienes sin animo o hambre figurativa o de poseer cargos burocráticos, tienen tiempo haciendo el trabajo necesario, en todos los escenarios y en las condiciones mas desfavorables muchas veces, sin pedir nada mas que respeto y consideración a su labor.

Precisamente en este momento; el de mayor peligro para la consolidación de la revolución, es necesario sumar todas las voluntades como una solida muralla que pueda resistir los embates furibundos del enemigo imperial, sus cómplices serviles oligárquicos y el de la ignorancia de los pueblos manipulados. Por eso se impone una rectificación en los altos liderazgos y dar un viraje hacia la inclusión de todos los factores que respaldan esta titánica lucha por la vida. Desde hace más de doscientos años hemos estado madurando como nación y pueblo para este gran paso. No podemos permitir que se nos vaya de las manos por errores que pueden salir caros. Ya los factores anti libertarios se unificaron en un solo esfuerzo, tiene sus responsabilidades definidas y sus actuaciones determinadas. Ellos saben lo que pierden ¿sabemos nosotros lo que queremos como pueblos? ¿Estamos conscientes de nuestra responsabilidad para con Venezuela y el resto del mundo?

javierdelvallemonaga@gmail.com



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Javier Monagas Maita


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