Cuando el máximo líder de la revolución cubana expresa alguna opinión sobre el proceso que por mas de cincuenta años ha dirigido, mueve los cimientos mas sensibles de todo individuo o grupo social que se precie en los niveles de alguna estatura revolucionaria. Porque generalmente, sino siempre, son elementos para el cálculo y el avance de los cambios sociales.
Se necesita entonces ser profano de veleidosas actuaciones o prosaico de limitados juicios, para no atender con claridad de espíritu y conciencia las profundas reflexiones de ese líder de la revolución mundial. Y, a la revolución venezolana le vienen de anillo al dedo las cavilaciones de Fidel.
Es valiente Fidel, cuando reconoce, de la forma más brillante que hombre alguno de esta tierra pueda reconocer, que la revolución cubana ya no aguanta el sistema que se ha venido dando. Es una reflexión profundamente heroica de Fidel para el mundo revolucionario. Y aunque sectores de la derecha internacional han manipulado sus expresiones, algunos insondables defectos que en el transcurrir del proceso cubano no pudieron corregirse, debe estar denotando hoy su líder fundamental.
Es un espejo retrovisor para las revoluciones del mundo. Y sobre todo para el proceso que lidera en Venezuela el presidente Chávez. Algo que nunca cupo en los recipientes de la revolución intentarían meter los responsables de la resulta de hoy en Cuba. O peor, algo que cabía con precisión en ese recipiente, se omitió deliberadamente. Y ese recipiente de transparentes cristales, yace aún límpido en la conciencia de la revolución venezolana.
Se ve clarito que hay que empezar a corregir en Venezuela, los entuertos que a decir de Fidel, hacen hoy insoportable la revolución cubana.
El golpe de timón que desliza Fidel para el nuevo impulso de la revolución cubana, se puede desde ya concretar en Venezuela sin mayores traumas.
El golpe a la burocracia debe ser contundente. La adulancia como método de anotarse en los predios del poder debe ser aniquilada. Las recurrentes formas de imponer familiares y amiguismo forzado en instancias de gobierno tienen que ser sustituidas, y el elitismo partidista así como las roscas de manipulación política deben cesar inexorablemente.
Todo eso indujo a esta última declaración de Fidel. En cambio es necesaria la democratización profunda de las estructuras de poder. Evolucionar en la distribución verdaderamente equitativa de las riquezas. Avanzar en el cooperativismo mejor organizado. Extender al pueblo las oportunidades de poder con iguales oportunidades, Avanzar hacia la propiedad colectiva. Impulsar la ganancia socio productiva.
Ahí está el verdadero avance del Socialismo, que es lo que no se hizo en Cuba. No es que fracasó el socialismo, sino que no se practicó suficientemente.
Esa es la interpretación a las palabras de Fidel. Y en Venezuela se puede hacer. Y si no se hace, es muy probable que más temprano que en Cuba y a duro reconocer, tenga que aceptarse el irremediable fracaso de la revolución.
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