Paz con Justicia Social para Colombia

Ya lo ha dejado, muy bien sentado Iván Márquez, que la única manera de lograr la paz en Colombia es removiendo sus causas, es decir, eliminando las desigualdades generadoras del conflicto: paz con justicia social (nombre sincero de la paz). Lo contrario esta condenado al fracaso.  

Llevada la discusión al terreno de América, la construcción de la paz en Colombia es un aporte  para la emancipación de la Patria Grande: pues la lucha a de ser continental.

El asunto es que, la paz en Colombia no es ajena a las nuevas dinámicas que hoy se viven en la región y del nuevo proyecto latinoamericano que cabalga por la Patria Grande. No es un secreto que la revolución bolivariana ha servido de referencia para impulsar esos cambios que afectan Nuestramerica. Es imposible el éxito de la paz sin pasearse por estos elementos. De igual manera, no puede dejar de considerarse el tema de la insurgencia colombiana como tal, que aun hoy se bate, como lo hacen los pueblos Mapuches en Chile y los Zapatistas en México. Aún más, para Venezuela, implica el cumplimiento del 4to. Objetivo Histórico del Programa Patria (2013-2019)  consistente en: “contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional… que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria”. Adicionalmente, lograr el primer objetivo nacional: “continuar desempeñando un papel protagónico en la construcción de la unión latinoamericana y caribeña”.

La insurgencia colombiana -expresada en las FARC EP- tienen muy bien justificada su existencia, ésta se yergue sobre la sangre de miles de campesinos asesinados por los paramilitares y de millones de desplazados por la oligarquía. Es un deber revolucionario tener nexos con ese movimiento, relacionarse con ellos, aun desde la crítica.

La solidaridad revolucionaria, está inscrita en el devenir histórico de nuestros pueblos latinoamericanos: y no hay mejor medio que ese para alcanzar la paz en Colombia. La solidaridad es un arma, sobre todo, cuando está avalada por el compromiso revolucionario. Sólo la unidad de todos aquellos que aguardan la solución política al conflicto, acompañada de la acción decidida de los pueblos patriotas y de los auténticos revolucionarios podrá detener la guerra que destroza a Colombia, hallar la paz y hacer posible la confección de la Patria Grande. Es necesario acompañar con el corazón pero también con la práctica diaria, a quienes día a día, combaten por cambiar el modelo de producción neoliberal que preconiza la miseria de los pueblos.

Mientras las diversas expresiones del movimiento social y popular resisten y se movilizan en busca de la paz, los sectores opuestos de la oligarquía colombiana se enfrentan: el sector fascista expresado en Uribe Vélez, ese que vive de los negocios sangrientos de la guerra, del paramilitarismo, del narcotráfico y del exterminio contra el sector de la alta y rancia burguesía, reflejado en Juan Manuel Santos, ese de  los negocios de cuello blanco que, igual mata niños por desnutrición, les niega el acceso a la educación, y aún más, los embrutece a través de los grandes medios de comunicación. Ambos sectores esquilmadores de pueblo pobre y sin propuestas armónicas para salir del conflicto. Entonces, desde la revolución bolivariana seria conveniente -en un acto de genuina solidaridad- propiciar en la región una acumulación de fuerzas políticas para imponer un acto refrendario como solución política al conflicto colombiano. Este referéndum deberá contemplar las propuestas para solucionar los problemas económicos-políticos-sociales generadores del conflicto. Antes de ser armado, es social el conflicto. Se deben respetar las exigencias colectivas, para que sea el pueblo soberano el principal protagonista. Solo el pueblo debe tener la palabra. Proponer este mecanismo refrendario no significa, en modo alguno, un acto de intromisión en  los asuntos internos de la hermana Colombia. Cada pueblo, cada movimiento, cada fuerza tiene el derecho a elegir su forma de lucha: las FARC-EP han elegido la lucha armada, así como otros, han preferido otros medios.

Desde la Coordinadora Simon Bolívar estamos convencidos: que si se logra la paz en los términos planteados por la oligarquía colombiana, seria sólo una paz maquillada. Por ello, más temprano que tarde se desencadenaría el conflicto nuevamente, ante la imposibilidad -sin sufrir una encarnizada persecución o desaparición- de avanzar hacia nuevas estructuras sociales, quizás superiores o parecidas a las de Venezuela, Ecuador o Bolivia… Sin duda, tiempos dolorosos, muy difíciles, tempestuosos siempre. 

MARULANDA, NOS VEREMOS  EN  TU PLAZA DE LA CAÑADA, EN EL  23 DE ENERO

www.coordinadorasimonbolivar.org

unidaddelpoderpopular@gmail.com

yocatari@hotmail.com



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Oswaldo J. Flores C (Coordinadora Simón Bolívar y Unidad del Poder Popular)


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