Contra la paranoia mediatica, Amor del bueno, Venezolano

El presidente Nicolás Maduro ha hecho un acto de soberanía pura: cerrar de emergencia algunos puntos de nuestra frontera con Colombia y decretar un Estado de Excepción en algunos Municipios fronterizos del estado Táchira. ¿Quién puede, en su sano juicio de patriota, estar en desacuerdo con ese acto de Soberanía? Solo quienes no quieren a la patria y quienes ven sus intereses económicos oscuros (bachaquerismo, contrabando, drogas) afectados pueden sentirse violentados. Es hora de tomar una u otra acera. En estos temas de sensibilidad nacionalista no puede haber "medias tintas." O se está con la Patria o en contra de Ella.

En esta querida Patria Venezuela cabemos todos, podemos convivir en santa paz, con diferencias importantes en lo político, los diferentes grupos religiosos, y hasta podemos acoger con amor Venezolano a 5 o 6 millones de Colombianos. Pero lo que no podemos permitir es que, en beneficio de la convivencia pacífica entre las dos naciones, se establezcan en zonas de seguridad fronteriza innumerables focos de paramilitarismo y de bandas contrabandistas, disfrazadas de humildes casas que albergan a humildes desplazados colombianos.

Ahora bien, la paranoia que ha desatado los principales medios televisivos colombianos, ayudados por los Medios de Transmisión de la información Internacionales, y replicado por algunas radios y medios televisivos venezolanos, es de dimensiones increíbles. Se ha posicionado, en toda Colombia, en Venezuela y en todo el Orbe, la innoble idea de que el Presidente Maduro es un Anti colombiano, un Anti bolivariano, un Dictador, y hasta lo han comparado con Hitler y su odio acérrimo contra el Pueblo Judío, y la acción de deportación de aquellos Colombianos ilegales o quienes estaban participando en el bachaqueo o contrabando, la han comparado con la deportación de Judíos de toda Europa a los Campos de Concentración alemanes de Auschwitz, Treblinka, Dachau, o Bergen Belsen. Nada más irreal, falso, sucio.

La verdad es que Venezuela y su gobierno bolivariano ha decidido, de una vez por todas, ante la inacción del gobierno colombiano (recordemos que en tiempos del presidente Chávez ya los cancilleres de ambas naciones se habían reunido y habían acordado acciones contra el contrabando de extracción y el paramilitarismo), crear condiciones de toda índole para el renacimiento de una nueva frontera, limpia, pura, alegre, segura, noble, que genere beneficios para ambas naciones.

Si damos un paseo por las fronteras de otros países, incluso de países de nuestra América, veremos que las tensiones son mucho más peligrosas que las existentes entre nosotros y nuestros hermanos colombianos. Solo le invito a mirar lo que sucede cada día en la frontera de Méjico y los Estados Unidos. Hay historias terribles de cacería de mejicanos en una estrecha franja desértica por parte de contratistas americanos (los famosos Border Patrol Unit). Mire un momento las fronteras de Europa y algunas zonas de áfrica para que internalice la necesidad que tiene cada nación de proteger sus fronteras y mantenerlas libres de todo acto criminal. Mire lo que sucede en las fronteras de Sudan y Sudan del Sur, India y Pakistan, Afganistan y Pakistan, Estados Unidos y Mexico, Camboya y Tailandia, Arabia Saudi y Yemen.

La paranoia mediática fronteriza que se trata de establecer desde los medios será vencida por el amor puro venezolano, amor del bueno. Los gritos histéricos del paramilitar mayor Álvaro Uribe Velez serán acallados por las risas alegres de aquellos trabajadores honestos colombianos quienes regresan a su Venezuela querida en un asiento cómodo de un autobús Yutong. Aquellas jovencitas colombianas del infierno La Invasión quienes tienen su vida hecha en Venezuela y que se han prestado para la olla paranoica mediática serán vencidas por su regreso alegre a casas dignas asignadas por la Revolución Bolivariana.

El censo integral iniciado por el Gobierno Venezolano generará un panorama sincero de quienes son los empresarios, quienes los trabajadores, quienes los dueños, quienes colombianos, quienes venezolanos, quienes producen, quienes no, quienes venden alimentos y quienes los acaparan, quienes venden repuestos, quienes servicios y dejará en evidencia quienes son los CONTRABANDISTAS, PILLOS, CORRUPTOS, LADRONES, CRIMINALES. A unos del daremos amor del bueno, y a los otros les espera la justicia Venezolana. Este censo esclarecerá el panorama hasta ahora oscuro que el paramilitarismo, el narcotráfico, la corrupción habían impuesto en la frontera, y, por qué no decirlo, los empresarios y comerciantes venezolanos enceguecidos por la idea de enriquecerse rápidamente a costa del martirio y el sacrificio de la paz Venezolana.

Hay que seguir informando para arrojar iluminación a esta decisión trascendental. No dé ni un paso atrás, comandante Maduro.

Amor del bueno, Venezolano contra la paranoia mediática.

No Volverán.

Ejido, Mérida.



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Oswaldo Abarca

Profesor de la Universidad Politécnica Territorial de Mérida

 oswaldoabarcam@gmail.com

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