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La mundialización del COVID- 19, el acertijo inter- Estado de una economía estigmatizada

Latinoamérica, nos viene dibujando la degeneración de los poderes al permitir que hombres sin identidad política y militar se convirtieron en capitalistas, dejando en la estructura del Estado una crisis interna progresiva que le ha permitido a la extrema derecha transitar un camino que refleja una implosión social en progreso por el robo de su dinero y bienes en bancos extranjeros.

Hay un gran desaliento en los movimientos populares porque hay más niveles de pobreza y hambruna y observan que siendo funcionarios de las instituciones públicas no cumplen con sus políticas administrativas y Nicaragua y Cuba son dos países de izquierda que no se han dejado infiltrar.

En realidad, es el protagonismo y el quehacer socialista lo que ha llevado a Daniel Ortega Saavedra avanzar en lo económico en medio de una era postcapitalita que ya ha cumplido su era, porque después del COVID- 19 viene una novedosa etapa bursátil y de desarrollo económico con nuevos paradigmas en la funcionalidad bancaria y financiera.

Las teorías políticas y los valores filosóficos- científicos fueron dejados a un lado para darle paso a la corrupción y, que ha constituido una embestida muy bestial para la economía y, sistemáticamente con un poder mediático y predictivo nos viene anunciado un declive total de los servicios públicos.

Es menester hacer una revisión de algunas epistemologías y darle prioridad a la convivencia de los paradigmas de cualquier índole, más sociales.

Necesitamos un comportamiento civil idóneo sin exclusivismos y lograr que los ciudadanos se incorporen al sistema electoral y contribuyan a la paz del país que conlleva el manejo de terminologías que asigna el desarrollo macroeconómico de una sociedad local.

En la actualidad, las organizaciones contrarrevolucionarias tienen objetivos estrictamente terroristas y buscan mediante la cercanía de algunos diplomáticos encaminados a la destrucción financiera latina a sondear posibilidades de cambios de algunos presidentes y acusarlos de terroristas, como acaba de suceder con el dirigente cocalero Evo Morales Ayma, quién rigió el gobierno de Bolivia durante dos períodos presidenciales.

La reflexión filosófica es necesaria en la ética contemporánea y no tenerla como un fenómeno tardío, es presente. La política es un campo económico y militar, por lo tanto, un país debe movilizarse bajo estigmatizaciones territoriales para dominar su energía y darle un nivel de bienestar y felicidad a su pueblo. Para esta felicidad no debe existir el miedo, menos desconfianza.

Los países globalizados al entrar al mercado mundial hace veinte años y adquirir un carácter cosmopolita han sido explotados por los grandes imperios y le han quitado a sus industrias ese sentir nacional como base de comercialización libre. Lo que implica que ya, las viejas industrias han sido destruidas y están construyéndose nuevas bajo una señal digitalizada y cuyo signo es la civilización, el empleo de materias primas indígenas y productos que provienen de país lejanos. Ya la población no podrá alimentarse de sus propios cultivos, sus productos tendrán un nuevo destino, dando pie al intercambio comercial masificado, lo que implica que las Corporaciones dominarán al mundo y por ejemplo, a China le será fácil ir a Bolivia a buscar la Hoja de Coca hasta llegar a Pekín o las ciudades industriales de este eje de la ya famosa Ruta de La Seda.

No hablemos de EEUU, desea mundializar su sistema histórico y darle una nueva fisonomía al viejo sistema capitalista, esa es la gran tarea de Donald Trump quien tiene el deber de reorientar la economía estadounidense, al contrario del chino, debe configurar la producción material a la producción intelectual. Esto, quiere decir que los científicos, filósofos, médicos y especialistas cuánticos estarán encerrados de por vida en las industrias fabriles y farmacéuticas para lograr fines, objetivos y estrategias bajo un escenario hegemónico y nazifascista donde las teorías comerciales deben inventarse en base a los fundamentos de los economistas clásicos. Carl Marx solo será una referencia junto a William James y hombres como Chomsky serán tomados en cuenta porque manejan los recursos del lenguaje y lo étnico en los pueblos, ya que veremos un mestizaje renovado al lado de hombres débiles manejados por los computadores y como zombis y un cociente intelectual bajo, caminaran por las ciudades como autómatas y dominados por chips. Ya esto, lo dijo Assange y por lo expuesto, simplemente tiene cadena perpetua siendo inocente, pero, los partidos de izquierda a sabiendas de lo que expresaba jamás fue resguardado, es una interrogante que la izquierda debe explicar por estos vacíos, hay otro caso, donde se guarda silencio y el pueblo sabe lo sucedido, hasta los analfabetos lo comprenden. Me refiero a lo sucedido al comandante Hugo Chávez Frías. Existe mucho silencio desde Trotski a este tiempo. Por ejemplo, en Venezuela todos los partidos son estalinistas y desean perpetuarse en el poder a través de presidentes dóciles que permiten que sus dirigentes jueguen al libre albedrio en sus funciones institucionales.

Después del COVID- 19 acontecerá grandes transformaciones y mutaciones económicas, en el mundo global, los presidentes adscritos a ese universo guardaran pleitesía a un hombre elegido por la gran banca e industriales y el dinero utilizado será digital, no habrá efectivo y los pobres y ancianos serán excluidos de los servicios sociales, entraran a lo que hoy llamamos el Valle de La Muerte, un lugar dispuesto para tres millones de fallecidos, cuyos nombres desaparecerán de las fuentes bancarias y de los registros civiles. América Latina, ya escucho a Walter Martínez en su programa DOSSIER, dijo muchas verdades y lo que sucede en el mundo de hoy, es un mensaje sobre los Estados- Nación, donde alas civiles y militares desean desaparecer para tener oportunidad de lograr cambios tecnoeconómicos y una base de división periférico, donde la acumulación de capital serán para pocos, me refiero a Francia, Reino Unido, USA, China y de manera moderada Rusia, cuyo presidente Vladimir Putin asume con disciplina y visión de futuro al Estado Ruso, con una ideología de Estado y estructura histórica, que sus habitantes sean el nuevo enclave de un conocimiento de la verdad. Putin y Trump no andan en falsedades, ambos piensan en sus naciones y, no en regalar sus riquezas. De allí, la importancia de cobrar impuestos y no trasladarlos al sector comunitario. Dejaron caer a Evo en el Valle de La Muerte, precisamente sus amigos.



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Emiro Vera Suárez

Profesor en Ciencias Políticas. Orientador Escolar y Filósofo. Especialista en Semántica del Lenguaje jurídico. Escritor. Miembro activo de la Asociación de Escritores del Estado Carabobo. AESCA. Trabajó en los diarios Espectador, Tribuna Popular de Puerto Cabello, y La Calle como coordinador de cultura. ex columnista del Aragüeño

 emvesua@gmail.com

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