Recientemente el magnate (nacido en Africa del Sur y con nacionalidades de Canadá y Estados Unidos) de origen Sudafricano, Elon Musk, propuso ciertas medidas que según él, resolverían los conflictos en Taiwan y Ucrania.
Las respuestas a tales propuestas pacifista fueron contradictorias en ambos casos. Desde Kiev lo calificaron de cómplice ruso y en Taiwan, aparte de rechazar tales ideas, demandaron el bloqueo a Tesla.
De China tuvo una respuesta moderada y de Rusia también.
Pero, el problema es que el magnate tiene mucho que ver en la guerra de la Otan contra Rusia en el conflicto de Ucrania. Y, es que la red de satélites Starlink de Musk, están comprometidos militarmente a favor de la Otan; pues tales instrumentos tecnológicos aeroespaciales, tienen un papel activo en el espionaje de los movimientos, de las fuerzas armadas rusas en el terreno y estratégicamente valiosos porque trasladan la información captada, a las fuerzas de mandos la Otan y al frente de guerra, vía internet de alta velocidad.
Esta tarea la realiza gratis, como contribución al conflicto a favor de Ucrania, y en vínculo especializado con la lógica de las armas avanzadas que se usan contra las fuerzas armadas rusas y la población civil.
Sin embargo, la reciente ofensiva rusa contra el sistema eléctrico ucraniano, ha perturbado, temporalmente la efectividad de la función soplona de Space-X, propiedad de Elon Musk, sin derribar un solo satélite.
En este contexto, las propuestas de paz de Musk, llevan otro sentido. El magnate destina mensualmente 20 millones de dólares para mantener funcionando su servicio de espionaje gratuito a Ucrania. ¿Cómo es esto?
El mismo magnate de la tecnología espacial lo twitteó este viernes 14 de octubre de 2022, de esta manera: "Starlink corre el riesgo de morir…además de las terminales tenemos que crear, lanzar, mantener y reponer satélites, así como estaciones terrestres, además de pagar a las empresas de telecomunicaciones por el acceso a internet a través de los puertos de enlace. Así mismo, hemos tenido que defendernos de ciberataques e interferencias, que son cada vez más difíciles."
Musk, quiere detener la guerra para no perder dinero o sino, reponerlo con la contribución de fondos estatales norteamericanos, por el servicio valioso en el frente de batalla a favor de Washington y la Otan.
El pragmatismo financiero de Musk es extremo, miremos lo que dice: SpaceX, no puede seguir financiando por tiempo indefinido el internet satelital de Ucrania…por lo que solicita al Departamento de Defensa de Estados Unidos, asuma esos costos. Les recordó que, así como las compañías Lockheed Martin, Boeing, Northrop, entre otras, cobran decenas de miles de millones de dólares por sus contratos militares gubernamentales…Y dado que, cuando la fibra óptica de internet, la telefonía, las torres de telefonía móvil y otros medios de comunicación espacial en las zonas de combate han sido destruidos por los rusos y, es Starlink el único sistema de comunicaciones que sigue funcionando en el frente de batalla, por ello solicita al gobierno, que el Pentágono pague las facturas por los servicios de Starlink.
La Casa Blanca a través de la vocera Karine Jean Pierre, comunicó este viernes que el gobierno ha considerado la solicitud de Musk.
Con esta complicidad de la compañía Space-X, con Washington y la Otan, en la guerra contra Rusia que se libra en Ucrania, la propuesta de paz de Musk revela, lo mismo que la renuncia de Tulsi Gabbard del partido demócrata y la acusación pública a Alexandria Ocasio-Cortez de apoyar a los nazis ucranianos y permitir la promoción de la guerra nuclear, en Estados Unidos. La renuncia del canciller de Hacienda Kwasi Kwarteng en Inglaterra y las múltiples y masivas marchas de protestas en toda Europa, por mejores salarios y contra la guerra de la Otan.
Lo que todo esto revela, incluso con la reculada que pegó Elon Musk, de volver con sus servicios gratis a la guerra y la declaración de la participación de facto de la Otan en la guerra contra Rusia; es que Rusia, aun con todas esas dificultades, continúa firme, demoliendo armas occidentales, provocando continuamente centenares de bajas al ejército ucraniano y a mercenarios, ensanchando sus ataques al sistema eléctrico, telefonía móvil, internet con un mínimo de bajas civiles y fortaleciendo la capacidad de combate para cumplir sus objetivos militares trazados desde el inicio de la operación especial.
"In other words," todo este escándalo social y mediático, es la manifestación pública de que Washington y la Otan, van perdiendo la guerra contra Rusia.