La foto oficial de la Cumbre del Cambio Climático ilustra la calidad de la reunión: todos con sus trajes azules de telas industriales, con corbatas de colorines, erguidos en su mejor pose. Una unanimidad en el vestir que destila una armonía en la hipocresía.
La reunión fue convocada con la sana intención de proteger el ambiente mundial, para combatir el cambio climático. A la reunión no asistieron los presidentes de los países que más contaminan, que son los países que mueven la economía capitalista: China, India, Rusia; el presidente gringo llegará tarde, muestra sincera del desprecio por el tema. Ya estas ausencias nos dan una idea clara del origen de los males. Los demás países, cerca de doscientos, se regodearon en discursos sin ninguna trascendencia.
La reunión fue opacada por las noticias del mundial de fútbol, nada en esa reunión brilló. Lamentablemente, la importancia, lo trascendente de la reunión fue su inutilidad en momentos dramáticos para la vida planetaria. Aquel silencio de sepulcro anuncia el secuestro de la Humanidad por el humano del capitalismo. Cuánta falta hicieron los grandes en aquel torneo de hipocresía.
La reunión de Egipto fue un concurso de falsedad, unos más que otros, pero todos fingidores. Se hablaba del peligro, hasta algunos sin empacho hablaron de Socialismo cuando en sus países impulsan el capitalismo y han traicionado el camino al Socialismo. Todos están secuestrados por la lógica del capital, no pueden hacer nada más allá de la retórica hipócrita, hasta que no se rompa con la lógica del capitalismo, esa es la tarea.
Los grandes ausentes fueron Fidel, el Che, Chávez, que en aquellas asambleas internacionales dictaban cátedra, sus discursos hasta hoy se escuchan con una mezcla de respeto, de atención y de tristeza por la traición a que someten su pensamiento los que han debido defenderlo. Aquellos discursos marcan el camino de la salvación: es luchar contra la lógica del capital. Es el capital el que asesina al planeta vivo. Otros faltantes fueron: la seriedad, muchos presidentes se mostraron en toda su ridiculez; otro desaparecido fue la honestidad, se mintió con alegría y desfachatez; otros olvidados fueron los hechos concretos, muchas palabras y el deterioro sigue su curso.
De la reunión surge un grito desesperado: la vida se nos va, se agota el tiempo, tenemos una responsabilidad con el futuro. La gran enseñanza de la reunión es la necesidad de hacer algo, y hacerlo pronto, en estas manos de gaznápiros no hay futuro para la Humanidad. Toman importancia vital las luchas nacionales, es necesario recuperar los liderazgos, los proyectos nacionales con visión universal, capaces de ofrecer resistencia al rumbo capitalista, competentes para dirigir el descontento y el clamor de las masas conscientes que buscan referencias para sus luchas. Son indispensables países, un país que presente a la humanidad el ejemplo de una sociedad alterna, viable a la locura capitalista, el Socialismo.
Se entiende ahora la catástrofe que significó la traición al camino de Chávez. La liquidación del proyecto socialista no fue sólo un asunto nacional, con esa frustración se perdió la posibilidad del ejemplo. Significó un duro golpe a la esperanza de salvar a la humanidad. Es necesario, con esa visión grande, retomar el camino hacia el Socialismo. Estas reuniones de los capitalistas, que vienen desde el 1972, no resuelven el problema, al contrario, lo encubren…
¡CHÁVEZ, EJEMPLO DE HUMANIDAD!