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Casi todas las cancillerías de América Latina son controladas por el Departamento de Estado Norteamericano. Colombia tiene su propia Itamaraty, y por esta razón fue cambiado, por órdenes de Estados Unidos, el ministro de Relaciones Exteriores Álvaro Leyva por el gringuito esclavo, manumiso o manumitido de Luis Gilberto Murillo. Véase que este gringuito tuvo que renunciar a su nacionalidad gringa para asumir el cargo de canciller, lo cual en sí es redundante.
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Qué carajo nos puede importar que ese canciller gringo manumitido Luis Gilberto Murillo, diga que su país no reconocerá los resultados de las elecciones de Venezuela si no son presentadas las actas antes del 10 de enero de 2025, exigiendo exactamente lo que sostiene el otro gringuito Amorin, de Itamaraty. Los dos andan ardorosamente conspirando contra Venezuela. Qué ladilla.
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Evidentemente, le encasquetaron al pobre Petro ese canciller, y el pobre Petro como todo un gran puppet de los gringos, tiene que calárselo, callar y obedecer. Qué pasaría si Petro destituyera al miserable Luis Gilberto Murillo, pues que sencillamente Blinken le daría una patada por el orto y lo mandaría bien lejos al carajo. Petro no gobierna, igualito que Lula o Boric, que la Boluarte o Noboa. Son simples muñequitos de guiñol…
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Qué horrible debe ser fungir de presidente y no serlo. Petro es menos que un pobre diablo y pasará sin pena ni gloria, dando pataletas de ahogado permanentemente.
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Por lo que nosotros, pues, deberíamos replicarle a este manumitido de Luis Gilberto Murillo que no reconoceremos a Petro ni a ningún otro gobierno en Colombia hasta tanto Estados Unidos retire de allí sus nueve bases militares, las cuales son una verdadera amenaza para Venezuela. Listo….