El imperialismo, la era de la información y la mass-mediación política

De Guttemberg al Twitter: la comunicación masiva

De la superación de los lentos manuscritos y el esfuerzo de los monjes medievales, la tinta y el impreso tiene como fundamento la creatividad y el esfuerzo de Johannes Gutenberg; quién a pesar de que nunca su nombre fue editado en sus propias impresiones es mundialmente reconocido por ser el herrero alemán que inventó la imprenta. A partir de entonces las letras no se cubrirían el rostro y sus significados caminarían en algo más que una andadera.

Es la Europa del siglo XIV, en ella se habían fundado las principales ciudades (los burgos) profundizándose la división social del trabajo; allí los gremios se especializaban y había un impulso importante por desarrollar más tecnologías para poder procesar y abastecer la inmensa cantidad de mercancías que entraban a Europa producto de las incursiones en Asia y el consecuente desarrollo a gran escala de la navegación. Fue así como de un taller de herreros en un burgo medieval se creó la imprenta; este invento constituía una imperiosa necesidad para las clases dominantes de entonces, puesto que la sociedad feudal comenzaba a mostrar signos de descomposición; era preciso difundir las ideas de los señores feudales, los monarcas y de la iglesia para afianzar su poder y prestigio sobre el resto de la sociedad.

La imprenta vino entonces a modificar la comunicación entre las personas; la masificación de mensajes, la opinión va adquirir un carácter más público, a su vez, la clase dominante conservaría a su uso exclusivo estos medios para difundir sus ideas. (Esto es un dato muy importante para estudiar la comunicación social impactada por la producción a gran escala de mensajes a través de medios de propiedad exclusiva de sectores económicos dominantes).

El tiempo transcurrió y las condiciones sociales de entonces prepararon las revoluciones de la burguesía en Europa bajo el slogan: libertad, Justicia y fraternidad (la revolución industrial a través de las máquinas de vapor y la revolución francesa a través de la acción política de los jacobinos); la burguesía cambió el calendario de 7 días por el floreal de 10 días, incrementando así la jornada laboral, apresó al papa, guillotinó a los monarcas y se apropiaron de los medios de represión y de información; Comenzaría entonces la etapa del vertiginoso desarrollo de los medios de difusión y su relación con la comunicación social.

La importancia cobrada por la información en la era del imperialismo
La historia de la humanidad en los últimos cien años ha estado marcada por la reorganización del capitalismo mundial por un puñado de carteles y trust, esta es la era del imperialismo. El crecimiento de las fusiones de compañías transnacionales en la disputa por el comercio mundial, la acción de las oligarquías financieras, los Trust, los estados burgueses, los consorcios internacionales de comunicación van ganando espacios desplazando a sus competidores y empobreciendo a las ¾ partes de la humanidad; pero sobre la base de esta explotación, estas compañías han logrado mundializar la producción de bienes y servicios, privatizando su uso y las ganancias en sus propias manos. Pero esta dinámica de choques no han ocurrido de manera lineal; el imperialismo ha sido obligado por la sociedad misma revolucionarse permanentemente, a vislumbrar y emprender diferentes mutaciones y reformas para mantener su hegemonía sobre los trabajadores y sobre el destino de la humanidad; a continuación veamos a manera de resumen algunas de sus reformas en el siglo XX.

La primera fase de internacionalización del capital monopólico comienza a finales de 1.800 y principios de 1.900, del cual, una de sus principales características fue la repartición del mundo por puñados de carteles y Trust. Que actuaron agresivamente sobre otros capitalistas (outsider) llevándolos a la quiebra o sumándolos a sus grandes compañías eliminando cualquier vestigio de libre competencia.

Luego, los grandes Trust internacionales se unen con grandes bancos y comienzan a formar lo que se conoce como oligarquías financieras; estas comienzan a desplazarse entre sí mediante guerras económicas y militares; esta dinámica agresiva de los capitales llevó a la humanidad a enfrentar las 2 guerras mundiales para el reacomodo de los grandes Trust.

Al terminar la debacle de la guerra, el capital internacional enfrenta una serie amenaza para su existencia, que es la consolidación del régimen Soviético y Chino, lo cual obliga a una primera regulación del capitalismo internacional y a la instauración de las tesis keynesianas.

Pero ya para los años 60 estalla una aceleración importante del desarrollo de las fuerzas productivas en un fenómeno conocido como la revolución científico-técnica o la tercera revolución industrial, (la segunda la constituyen el uso de la electricidad, los derivados del petróleo, la cadena de montaje, taylorismo, etc.); esta revolución desarrolló los conocimientos en la robótica, la informática, las tecnologías de la información etc. Esto le dio un impulso y una nueva dinámica al capital que lo llevó a quebrar el modelo keynesiano y forzó el régimen neoliberal que incrementaría la tasa de ganancias para los capitalistas. Tal incremento en la producción, en la financiación y circulación de los capitales a tales proporciones obligaba a una aceleración del desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación haciendo circular las mismas a grandes velocidades; etapa también conocida por algunos como la era de la información.

Vemos que el imperialismo en esta última etapa afianza gran parte de su peso en el desarrollo de los medios y las tecnologías de la información y la comunicación, medios por el cual pueden consolidar el mercado mundial y su hegemonía política, citamos tres funciones que bien cumplen los medios en esta era:
1. Aspecto comercial. A través de la promoción de la cultura del consumo difundido masivamente a través de estos medios, el imperialismo logra poner en circulación las mercancías de su superproducción en tiempos muy cortos. Los medios al servicio del capital logran uniformar a escala planetaria los patrones de consumo propicios para abastecer estos grandes mercados, motivados por estos.
2. Aspecto Cultural- ideológico. Estos medios constituyen de igual forma una herramienta de gran potencia que logra naturalizar las relaciones de explotación y dominio del capital, generando una cultura basada en la tenencia de las cosas y en la cotidianidad, logra “Crear al esclavo feliz, inocular en todo el planeta el Pensamiento Único” (Ramonet 2003).
3. Aspecto Político. Los medios también juegan un papel importante en la reducción y desplazamiento de las fuerzas contrarias al gran capital; los mismos son parte integrante en las denominadas guerras de IV generación u operaciones bélicas psicológicas, ayudando a la desestabilización de gobiernos “enemigos”, aislando a fuerzas políticas “enemigas”, difundiendo matrices que consolidan las ideas políticas del imperialismo.
La conversión de la información en propaganda: Sobre la acción política de los medios del imperialismo en Latinoamérica.

Desde la era de la masificación de la información ha surgido una polémica en el campo de las comunicaciones respecto a un supuesto antagonismo entre los fines de los medios y la parcialidad política en los mismos; Ciertos teóricos de la comunicación al servicio de la burguesía sostienen que los medios sólo recogen y difunden la opinión pública y los hechos exactos tomados de la realidad por tanto la mediación que ejercen los mismos se basa en el criterio de la objetividad y la imparcialidad; este planteamiento se asemeja a la idea falsa de pensar en una forma de estado y de leyes situados por encima de la sociedad.

No existen dudas en que la acción de los medios de información no sólo recoge elementos que se dan en la sociedad sino que es parte y ejerce una importante influencia sobre la misma. Los que sostienen las tesis de la objetividad y la imparcialidad, olvidan que la sociedad por siglos se ha hallado dividida en clases que tienen intereses opuestos y antagónicos: las clases dominantes buscan perpetuar su dominación sobre la base de la explotación de los trabajadores y para ello no han dudado en usar todas las armas coercitivas y de consenso para mostrar como cotidiana y natural tal influencia (dominación). De esta forma, la burguesía utiliza los medios para intervenir en la opinión pública, para convencer sobre sus propósitos y alcances, sobre su cultura y su política.
En los últimos años es perceptible las formas insurreccionales que ha tomado el imperialismo contra gobiernos progresistas en el mundo, en la mayoría de estas conspiraciones se han utilizado los medios de manera similar incluso en diferentes casos: Golpe de estado y sabotaje petrolero en Venezuela, 2002-2003- estrategia de la media luna en Bolivia 2008, Desestabilización post-electoral en Irán, 2009- Golpe de estado en Honduras, 2009. Por simple observación podemos deducir la hipótesis de la existencia de un programa y un estado mayor continental para las comunicaciones; y que tal organismo es además como capital concentrado a escala internacional parte integrante del imperialismo.

Un ejemplo de ello es la existencia del consorcio multinacional denominado “grupo Rendón”, organización que cuenta con más de 25 años de experiencia en política comunicacional mundial asesorando a mas de 91 países, planificando y dirigiendo los programas de comunicación estratégicos y tácticos. Juan Rendón es el presidente y ha servido como un alto asesor de comunicaciones a la Casa Blanca y al Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Otro ejemplo de ello es la agencia internacional de noticias CNN, cuyo papel en el mundo “globalizado” consiste en marcar la agenda internacional informativa de la cual se suscriben miles de medios en los diferentes países.

La fuerza de la ignorancia y la propagación de la misma a favor del imperialismo
La acción antes mencionada obedece a una política comunicacional orquestada por las fuerzas del imperialismo, cuyo fin es preparar condiciones subjetivas para desalojar a las fuerzas revolucionarias de la dirección del estado (en los casos donde los gobiernos son de corte progresistas). Estas distorsiones toman fuerza comparable al suceso propagandístico ocurrido en Venezuela en 1.812, durante la Primera república y tras sufrir un terremoto que devastó las principales ciudades del país; en ese momento la influencia de la iglesia católica supo explicar a las amplias masas la idea de que tal terremoto expresaba el malestar de dios respecto al atrevimiento de los revolucionarios venezolanos de desafiar a la corona española; estas ideas se posesionaron en los miedos de las masas, lo que propició la caída de la primera república, experiencia de la cual podemos extraer una conocida reflexión del libertador Simón Bolívar: “Un pueblo ignorante es instrumento ciego de su propia destrucción”.

Aún en la actualidad esa sigue siendo la política mediática/cultural del imperialismo, apoyarse en la ignorancia de sectores del pueblo para conducirlos políticamente; recordemos la conocida frase de Goebels, jefe de la propaganda Nazi, quién afirmaba que “el mensaje debe ir orientado para que lo entienda hasta el más ignorante en un salón de reuniones”. En conclusión, el capitalismo cuenta con la fuerza de la cotidianidad (a través de las relaciones que reproduce entre los miembros de la sociedad y respecto a la naturaleza) él mismo se hace fuerte en ella, se aprovecha de la ignorancia de sectores de la población alejados de la cultura por la fuerza del capital, pero también la produce.

Esta última idea en la que el imperialismo ha socializado la información pero a su vez reproduce ignorancia, pudiera resultar polémica o contradictoria, sin embargo, los potentes medios y la política comunicacional del imperialismo ha masificado una política de distracción que conduce a las sociedades a la ignorancia, a la desorganización, a ser presas de un consumo movido por los instintos animales, por el desplazamiento de la razón como posibilidad argumentativa; esa es la visión capitalista del uso de las tecnologías de la información: para sustentar la superproducción es necesario estimular un superconsumo, para sostener el orden capitalista mundial es necesario educar a la humanidad bajo las ideas de la burguesía.

Los grandes medios de comunicación privados son sin lugar a dudas expresiones del poder del imperialismo, utilizando el concepto de Althusser son los principales aparatos ideológicos del sistema, imprescindibles para su reproducción ampliada, para imponer la cosmovisión, el marco axiológico de las clases dominantes en el seno de las subjetividades de los explotados y las explotadas. Esta es la ignorancia a la que se refería Bolívar, asumir la cultura y el pensamiento de los opresores por la fuerza de la cotidianidad y la ausencia de conciencia crítica o conciencia para sí.

En este sentido, la lógica fetichista y embrutecedora de los grandes monopolios privados mediáticos, es decir, toda forma de terrorismo mediático, se erradicará cuando los pueblos, los trabajadores y las trabajadoras se adueñen de la propiedad de los medios de comunicación y produzcan sobre las ruinas del capitalismo nuevas relaciones y una nueva cultura ajustada a los intereses de la sociedad trabajadora; solo así estos responderán a los intereses colectivos y pasarán de ser herramientas para la opresión a constituirse en instrumentos para la liberación, la emancipación plena de la Humanidad. Pensamos entretanto, mientras el capital sea dominante, los revolucionarios deberán combinar críticamente diferentes elementos de la técnica y experiencias de la humanidad en el uso de los medios para librar una lucha por la opinión pública contra los potentes medios del gran capital.

Militante del CRPP* https://www.facebook.com/PoderPopularCRPP*



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Ricardo Adrián

Comunicador Social, Marxista, Militante revolucionario por la causa de los proletarios, activista por el Poder Popular.

 construccionsocialista@gmail.com      @rradrian

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