La propaganda subliminal es entendida como la emisión de información
hacia un receptor que utiliza canales no regulares en el proceso de
comunicación. Esto es una variación en el clásico esquema de
emisor-mensaje-receptor. Para realizarla, existen diferentes modos de
producción. En el aspecto literario, se utilizan frases o palabras que
aludan a un contexto determinado (político, social en nuestro caso) y
que puedan generar un concepto paralelo al que originariamente se
quiere transmitir, a partir del uso de la metáfora, la implicación o
la similitud. Estos recursos literarios son bien conocidos por el
pueblo venezolano. El caso más reciente lo conforman los titulares de
la sección deportiva del Universal, en el cual, a partir de la reseña
informativa de los suceso deportivos, se introduce en el uso del
lenguaje un metaconcepto dirigido a influir, alentar y dirigir al
sector de la oposición al Gobierno de Venezuela.
En el caso audiovisual, se utiliza muy a menudo la inserción de
imágenes en el proceso de edición. En palabras sencillas, el proceso
de edición televisiva comprende un esquema Standard de 24 cuadros de
imagen por segundo. Al incluir un cuadro de imagen que contiene un
mensaje que no tiene nada que ver con el hilo televisivo, y que en
muchos casos es dirigido a descalificar o identificar los símbolos de
la Revolución Bolivariana (léase: color rojo, imagen de Hugo Chávez,
boinas, personas de color, marchas, etc.) asociándolos la mayoría de
las veces con símbolos que psicológicamente aluden al peligro (
revólveres, violencia, golpes, etc.) la percepción humana no es capaz
de decodificar esta información a nivel consciente. Dada la rapidez de
la sucesión de los cuadros, esta información es decodificada a nivel
inconsciente, anclándose en la psiquis y generando una conducta de
rechazo hacia estas manifestaciones simbólicas. Ejemplos de esta
estrategia comunicacional fueron lanzados incesantemente al aire los
días del paro petrolero de 2002 por parte del antiguo Canal 2,
propiedad de las Empresas 1BC. Aún sigue utilizándose en cortos
promocionales y presentaciones de segmentos informativos del Canal
Globovisión.
Otras variantes utilizadas consisten en el aumento de volumen en los
segmentos televisivos de interés, para así lograr una identificación
auditiva con el espectador y generar una conducta antes este estímulo.
Recordemos el uso de la música como detonante de algunas conductas (
es importante citar el caso de la musicalización del canal Globovisión
al transmitir las noticias. En el espectro musical, existe un recurso
que consiste en el uso de la dodecafonía, originada en los estudios de
Schoemberg a principios de siglo que reduce el intervalo de escucha a
notas musicales básicas y concretas, que mediante una repetición
incesante ( loop), convierten el recurso musical en un instrumento de
identificación y otra vez, generador de situaciones emocionales, a
nivel psíquico. Esta construcción musical además cuenta con un estilo
enmarcado dentro del suspenso, lo cual genera un estado de angustia y
atención hacia la atención de la información emitida por este canal).
Sin embargo, asistimos a lo que se podría llamar el establecimiento de
la propaganda subliminal como arma política. Es decir, aupados en que
según las leyes internacionales de uso del espacio radioeléctrico es
casi imposible demostrar el delito de información subliminal (aunque
ha sido penalizado en naciones como E.E.U.U., en donde se penalizó un
comercial en plena campaña de Bill Clinton) a menos que sea en el
segundo caso ( inclusión de imágenes en los procesos de edición), en
Venezuela se utiliza la figura literaria como instrumento de difusión
de información subliminal.
El Proyecto Fé.
Hace algunos días, en el programa Aló Ciudadano (Canal Globovisión) el
locutor que Leopoldo Castillo invitaba a los espectadores a que, a
pesar de la adversidad que le generaba algunas acciones del Gobierno
Venezolano, tuvieran fé. En concreto, se realizó una encuesta
telefónica y por mensajería de textos a los espectadores preguntando
si ellos tenían fé. Esta palabra ha pasado a ser muy corriente entre
los locutores y animadores de este programa; tanto, que la incluyen en
sus diatribas y forma parte de los contenidos generados en las
entrevistas. Lo que hay detrás de esta aparente expresión de devoción
religiosa no es más que un proyecto de desestabilización.
El proyecto fé es concebido por el filósofo Gene Sharp, del Albert
Einstein Institution. Básicamente es una guía para la consecución de
un golpe de estado por parte de la sociedad, basado en la toma de las
calles por parte de pequeños grupos de personas, que organizadas bajo
un sistema de ataque masivo y simultáneo, logren alterar el curso de
la estabilidad política y obliguen a los poderes a renunciar. Como
algunos de uds. sabrán, esta organización recibe financiamiento por
parte del Estado Norteamericano, a través de diversos canales. Lo
importante aquí es subrayar la aparente inocencia del llamado de los
animadores del programa Aló Ciudadano a que los espectadores tengan
fé, mientras un documento que describe cómo ejecutar un golpe de
estado con el mismo nombre circula por Internet. Esta situación, como
otras que describiremos más adelante son características de la OPS, la
unidad de guerra psicológica controlada por la CIA. Van orientadas a
movilizar al AP (alienado programado), que no es más que el sujeto
universalizado, producto de la potente maquinaria ideológica del
sistema imperante y que está modelado por el sistema educativo
universitario (individualista, posmodernista) y los medios de
comunicación. Este sujeto funge como nuevo ejército de las potencias
imperiales, y movilizado por los mass-media, será el principal actor
de la nueva confrontación de clases en la República Bolivariana de
Venezuela.
(*)Comunicador audiovisual. Profesor universitario.