Cuando estamos a escasos días de celebrar la consulta refrendaria para que los venezolanos en un libérrimo acto de ejercicio democrático, como legítimos depositarios de la soberanía popular decidamos sobre el derecho que tienen los ciudadanos a postularse a los cargos de elección, observamos que a la oposición se le fue el tiempo dispuesto para la campaña electoral, penduleando entre la desinformación y la violencia, siguiendo así al pie de la letra el formato diseñado por sus amos. Por esta razón todavía persisten en hacer ver que la elección del domingo es para la reelección indefinida, criterio este que lleva implícita una gran carga de fragilidad ya que ante la ausencia de verdaderos líderes y propuesta de país, por confesión de parte están admitiendo que no tienen posibilidad remota de derrotar electoralmente a la Revolución Bolivariana y que el Presidente Chávez cada vez que se lance como candidato presidencial les propinará una insuperable paliza, siendo así, no tenemos ningún complejo en admitir que, ¡Bienvenida sea en hora buena para la patria la reelección indefinida de nuestro líder y timonel!.
Gracias al elevadísimo nivel de conciencia que ha adquirido nuestro pueblo en estos diez años de fragua, la estrategia de desinformación ha fracasado, por lo que arreciarán con la generación de violencia utilizando como vanguardia de desestabilización a los incautos estudiantes de universidades privadas, que ante la ausencia de criterio son lanzados como perros de presa mientras que sus jefes conscientes de otra derrota electoral que se les avecina, de manera cobarde para no asumirla emplean a los niños ricos como tontos útiles, aunado al montaje del supuesto ataque a la Sinagoga, con la finalidad de perturbar el ambiente paz que estaba reinando durante la campaña electoral, tratando de criminalizar internacionalmente al gobierno venezolano bajo el chantaje de que la actitud humanista y corajuda asumida por el Presidente Chávez, al levantar su voz en nombre del pueblo venezolano contra los bombardeos genocidas e inclementes perpetrados por el gobierno israelí en la franja de Gaza, habían despertado acciones de odio contra el sionismo. Quedando al descubierto la manipulación mediática para presentar a estos verdugos del pueblo palestino y el Líbano, como víctimas del gobierno venezolano. Así lo puso de manifiesto el Presidente de la Comunidad Judía Abraham Levi quien en declaraciones de prensa aseguró que la relación diplomática que tiene el presidente Chávez con su par Iraní Mahamoud Ahmadinejad, genera sosobra. Sería interesante ahora en honor al derecho que tenemos los venezolanos de estar informados que el rabino de dicha Sinagoga, Aserraf Benhamu Isaac, aclare la participación de su escolta personal como jefe de la banda y la complicidad de la vigilancia interna. ¿Será acaso que el Mosat no sabia? ¿Estamos frente a otro autoatentado como el ocurrido en el año 1989 en el colegio Herzl-Bialik de Los Chorros?
Como no van a lograr su cometido, ante la determinación indeclinable del gobierno revolucionario de actuar implacablemente para sofocar cualquier intento de desorden.
Ahora aparece Sumate junto al rector Vicente Díaz, quienes tendrán la deleznable tarea de tratar de enlodar el proceso, con su propuesta de formar supertestigos cuyo único objetivo es cantar fraude, desconociendo con esta conducta antidemocrática la voluntad de las mayorías, tratando de estigmatizar a las instituciones, entre ellas al Consejo Nacional Electoral.
Ante esta nueva arremetida debemos mantenernos vigilantes para que se respete la voluntad popular.
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