¿A quién le habla la oposición...?

En circunstancias normales y asumiendo como premisa el sano juicio, es decir, las óptimas condiciones mentales de un sujeto, cualquier persona necesita siempre de un interlocutor para establecer una conversación, o al menos quien haga el papel de oyente, pues de lo contrario se pondría en duda la respectiva salud mental o, en el mejor de los casos, el discurso pronunciado a la soledad o a un auditorio imaginario, simplemente se perdería.

Bueno, hablar sólo como los locos, según dice la expresión popular, tampoco es que constituye un pecado ni te condenarán penalmente por eso. En consecuencia, todas y todos somos libres de echar de vez en cuando nuestra conversadita con el aire, las estrellas y el firmamento…

El asunto está cuando te metes en política y enfilas una candidatura en representación del pueblo, pero no tienes quien te escuche y mucho menos a quien representar. Es más, con la habladera solo ni siquiera te representas a ti mismo, pues en algún momento terminarás dudando de tu propia capacidad y cordura mental, por lo que seguramente terminarás preguntándote algo así como: ¿A quién le hablo…?

Los comentarios anteriores, a modo de reflexión, surgen inicialmente del triste papelón que están haciendo los compatriotas de la oposición pitiyanqui, como la panita de Mr. Bush y el señorito que hace un excelente papel como des-gobernador del Estado Carabobo, quienes en unas carísimas cuñas televisivas, llenas de luces y efectos especiales, fingen hablarle a un público inexistente. Ni siquiera se les ocurrió poner imágenes de archivo o alguno de sus seguidores disociados y/o tarifados detrás de ellos, asumiendo una tendencia del marketing político propia de otras latitudes, que busca exaltar al “producto” (léase candidata independiente y/o líder heredero de un partido regional), colocándolos sola-solito en las pantallas, estrategia publicitaria que demuestra una vez más lo descontextualizada que está la oposición venezolana.

Cuando vemos a la señora María Corina como conversando con alguien y la cámara se mueve como si fuese a mostrar un auditorio frente a ella, uno estira el cuello hacia un lado esperando ver gente que escucha atentamente el mensaje o aplaudiéndola, o sea, un espacio atiborrado de los futuros “representados” por ella, pero… ¡ZUÁS!... la cámara vuelve a mostrar a la doña, ahora desde otro ángulo y mirando a todas partes, buscando oyentes virtuales…¡¡¡qué decepción…!!!

Es entonces cuando pensamos: ¿A quién le habla…?

Es el mismo guión y show montado con el señorito Salas Feo, quien busca convencer a los carabobeños que su des-gobierno es culpa de Chávez y por eso hay que llevar a su gente a la AN, para que puedan repetir el cuento hondureño.

Definitivamente siguen invisibilizando al pueblo, siguen creyendo que todavía somos los borregos y pendejos que sus antecesores adecopeyanos crearon para detentar el poder durante casi medio siglo. Olvidan exprofeso, es decir, con premeditación y alevosía, que el pueblo no necesita “representantes”, pues hemos madurado políticamente al elevar exponencialmente nuestra conciencia, gracias a la Revolución Bolivariana y sus misiones sociales, que nos educa, cuida nuestra salud y nos permite alimentarnos y existir dignamente, entre otros beneficios del buen vivir.

Ignoran a propósito que, como indios-negros-latinos, somos alegres y por eso nos gustan las candidatas y los candidatos de Chávez, de la Revolución, del Pueblo, quienes nos invitan con música, con sonrisas, con felicidad y con fuerza popular el 26-S pa´ la Asamblea, además de mostrarnos hechos reales, resultados palpables de la acción legislativa, sin falsas promesas de construir obras que no competen a diputadas y diputados, que evidentemente no podrían cumplirse.

La oposición asume que los trabajadores universitarios seguimos siendo bolsas-embozalados, que con una arepa nos callarán como a los profesores, obreros y administrativos locheros de la cuarta república. Piensan que cambiaremos nuestras nacientes Universidades Politécnicas Territoriales (UPT) de la Misión Alma Mater, las que desde ya garantizan acceso a una educación universitaria de calidad para los hijos del pueblo, en sus propias regiones y hogares, con postgrado gratuito y pertinente, con arraigo al propio territorio y su desarrollo, para volver a las universidades elitescas y privatizadas que tanto daño hicieron al país, al sacarnos de nuestros territorios originales para poder estudiar en las pocas universidades públicas que ellos crearon en medio siglo.

¿Qué dicen? ¿Qué ofrecen? ¿Qué quieren?... y como diría nuestro Joselo en sus mejores tiempos: ¿Por qué engañan?

Como aproximación reflexiva podríamos asumir que:

* Dicen: las mentiras que les dictan desde USA
* Ofrecen: lo que no les compete y que no pueden cumplir
* Quieren: nuestro petróleo y demás riquezas naturales
* Engañan: porque es lo único que saben hacer…

En función de todo esto, lo que aún nos queda pendiente por descubrir es: ¿A quién le hablan…?


albanozam@yahoo.com


Esta nota ha sido leída aproximadamente 2241 veces.



Albano Zambrano

Economista Agrícola. Profesor de la UPT ?Argelia Laya?

 albanozam@hotmail.com

Visite el perfil de Albano A. Zambrano para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Albano A. Zambrano

Albano A. Zambrano

Más artículos de este autor