Con el perdón de mi amado Presidente Chávez, esta es la única respuesta que puedo encontrar a todas las preguntas que me hago sobre el comportamiento que en los últimos días ha tenido el ex candidato presidencial del 2012, el golpista Capriles. Ha sido un comportamiento con denotada inestabilidad. Ha estado muy equivocado, muy errático, muy confundido, muy obnubilado. Además, con un alto nivel de violencia, de rabia, de irracionalidad en su discurso. En su última aparición, luego de la expectativa de laboratorio generada, con nuevo look y con gestos similares a Obama, lanza una enorme cantidad de improperios, de insensateces, en contra de medio mundo. Es su breve y sudorosa intervención, atacó a varios poderes del país.
Hizo muy delicadas acusaciones en contra del Ministro de la Defensa. Con cara de gallito alzado, se dirigió al hombre de las armas del país, lo ofendió, lo descalificó. Lo propio hizo en contra del Tribunal Supremo de Justicia. Afirmó que ese organismo había cometido fraude constitucional. Dio entender que lo que él decía si era lo correcto, no lo que decía la sentencia del TSJ. Luego giró y descargó en contra del Consejo Nacional Electoral. Señaló que el CNE tenía montado un plan oculto ya elaborado desde hacía tiempo, todo a favor del candidato del gobierno. Cuestionó la seriedad e idoneidad de este máximo organismo electoral del país.
No perdió la oportunidad y con sus ojos desorbitados arremetió en contra del Presidente Nicolás Maduro. Casi que lo acusa de haber asesinado al Presidente Chávez. Casi que se hace eco de todas las bajezas y de los mensajes que han circulado por las redes, lanzados por mentes podridas sobre la muerte de nuestro amado Chávez.
Luego de todas esas terribles acusaciones y fuertes cuestionamientos a los poderes de la República, con su cara bien lavada se lanza como el salvador del mundo. Y de manera inesperada, señala que será el candidato de la oposición. Que se inscribiría mañana en el CNE. Dijo que lo hacía, entre otras tantas cosas, porque le dolía mucho la gente que vivía en Miami, que no podía votar allí. Es decir, que sentía mucho dolor, por esas mismas personas que, tal como se vio por varios medios de comunicación, bailaron de alegría y se echaron palo parejo al enterarse de la muerte de nuestro Presidente, el Presidente de todos los venezolanos. Es decir, la misma gente que ya hacia algunos años atrás había manifestado sus ganas de que Chávez fuera asesinado. ¿Recuerdan a Orlando Urdaneta?.
De verdad creí, que luego de poner en duda a casi todos los poderes del país, Capriles iba a decir que no iba aceptar la propuesta de la MUD de ser el candidato de la oposición. Eso era la lógica deducción al seguir el discurso lanzado. Confieso que me sentí confundido. Tuve que tomar un poco de té para poder asimilar lo que acababa de ver y oír. Cómo, me preguntaba a mí mismo, un individuo que señala que el TSJ hizo fraude constitucional, al señalar que Nicolás Maduro como vicepresidente le correspondía asumir la Presidencia de la Republica, y que en consecuencia el Presidente encargado era ilegal, decide entonces inscribirse en ese proceso electoral convocado por el CNE. Sobre todo, porque ese supuesto ilegal Presidente, al momento de tomar posesión del cargo, fue quien ordenó se hicieran los preparativos para convocar a elecciones. Cómo, insisto, si todo era supuestamente era ilegal, él que juró ser un hombre muy puro, aceptaba participar en dicho proceso. Un proceso que es administrado por ley, por el CNE que él cuestiona y califica de tramposo. Un muérgano es lo que es, dijera mi amigo tachirense el Gordo Camino, un tronco de muérgano.
Ahora si la pusimos. El hombre se cree Chávez. Mejor dicho una mala fotocopia, en tonos de grises, no copia, de nuestro Presidente Chávez. Eso preocupa. Quiso hablar como él. Utilizó recursos lingüísticos de Chávez. Habló de sus cosas personales. Habló de su amor a Dios, de su fe cristiana. De su preocupación por la patria. De los pobres. De los pata en el suelo. De su fallecida abuela. Creo, tal vez esté muy equivocado, que estuvo a punto de arrancar con un corrío llanero o cantar una coplas llaneras. O a punto de echar un chiste. O de pedir un cafecito y saborearlo, como lo hacía nuestro Presidente. Aunque no tengo experticia algunas en cosas de la psiquis humana, ese comportamiento lo vi raro. No normal del todo. Tal vez yo esté muy equivocado en esto.
Hay otras cosas que no me quedaron del todo claras, en esta nerviosa rueda de prensa. Además de no aceptar preguntas, cosa rara por sus críticas a la libertad de expresión y prensa, no mencionó para nada a la MUD. Pidió, excusas, no perdón, a los partidos políticos aliados. Sería, me pregunto, por todo el maltrato que le hizo a los adecos, al diputado Caldera, a los copeyanos, entre otros. También veo, que el hombre no viene suave. Viene al estilo de María Corina Machado, viene duro. Por cierto, siempre hemos oído de los que hacen encuestas, que esas posturas no le son para nada conveniente a los candidatos de la oposición. De hecho la propia María Corina Machado quedó detrás de la ambulancia en las elecciones internas de ellos mismos. Ella fue, o quiso serlo, dura y perdió feo.
En consecuencia hay que estar mosca, pues este golpista con experiencias en estas lides, estuvo varios días en los USA. Quién sabe cuál es su verdadera estrategia. Pudiera ser, siguiendo instrucciones del Departamento de Estado de USA, crear un caos en el país. Lo otro que pudiéramos deducir de este extraño comportamiento, es que el hombre quedó seriamente tocado cuando se enfrentó a nuestro líder mundial Chávez en las recientes elecciones presidenciales de 2012. Eso fue en extremo mucho, tal vez, para ser soportado por este repetido candidato golpista de la oposición y está manifestando serios efectos, como los vistos.
¡TODOS RODILLA EN TIERRA CAMARADAS, COMO APRENDIMOS DE NUESTRO PRESIDENTE CHÁVEZ! ¡TODOS CON NICOLÁS MADURO!.
(*) Profesor Titular ULA
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