Venezolanos: ¿les quedó claro el porqué los elevados índices de inseguridad en nuestro país?

No voy a hablar de amor y de conciencia a quienes de manera deliberada hacen oídos sordos a estos nobles sentimientos. Sencillamente no los conocen.

Básicamente me voy a dirigir a los votantes tanto de los sectores populares que votaron por Capriles, engolosinándose con mensajes de bienestar en los que ellos han demostrado total, absoluta y reiterada negligencia. Los espacios administrativos que han ocupado y que aún ocupan, lo demuestran. Pero que además esos mensajes han dejado de ser puras intenciones para convertirse en el cometido medular del proceso revolucionario que empezó hace 14 años de la mano del presidente Hugo Chávez.

También va mi mensaje dirigido a la clase media que por razones respetables adversa este proceso revolucionario, pero que desean vivir en una sociedad civilizada, tranquila, y en paz. Esa que conocimos los que bordean los años 70 y mas, pues los que tienen menos, pudieron presenciar la degradación y el comienzo de la violenta sociedad que hoy tenemos.

El mundo entero pudo conocer, aunque a posteriori, los desmanes ocurridos los 3 días que siguieron al golpe de estado en abril del 2002. Muchos no entendieron cual fue el detonante de esa ira contenida, ese odio, ese desprecio por nuestro familiar, nuestro vecino, nuestro compañero de trabajo, nuestro proveedor, por la persona que nos trabaja y nos alivia la rutina de la casa, por el sólo hecho de pensar distinto y enarbolar una bandera de esperanza, hoy convertida en realidad. Yo conviví con mis vecinos mas de 25 años para ese momento y cada cual conocía las inclinaciones políticas de cada cual, y de allí no pasaba Yo trabajé por más de 28 años compartiendo responsabilidades, cubículos y en muchos casos, siendo Jefa de un equipo pluripolar en materia política, y pasaban elecciones y todos manifestaban sus inclinaciones, asistían a sus actos, expresaban su orientación política y la cosa no pasaba de ignorarte en algunos casos, cuando el radicalismo aparecía en algunos jefes. Pero la maldad y el salvajismo no se expresaba de la manera que hoy la conocemos.

Cuando hablas con algunos que han sido inoculados con el virus del odio, te dicen que fue el presidente Chávez quien incitó a la violencia cuando hablaba de la diferencia de clases. Son muchos los que argumentan cosas más o menos como que “antes vivíamos tranquilos y los pobres no se daban cuenta de esa diferencia entre ricos y pobres” que eso apareció con la llegada de Chávez al poder. Pero si hacemos una línea divisoria entre el 4 de Febrero de 1902 y la época que nos antecedió en materia política, recordaremos toda la andanada de descalificación que se hizo sobre el comandante, lo cual no había sucedido antes con intentos de golpes de estado que siempre amenazaron con suceder. La razón: la clase dominante no veía en estos intentos una amenaza al status quo. Solo veían un cambio de unas personas por otras, pero no presentaban amenaza a los intereses de nuestros vecinos del norte. Lo más imaginable era que tendríamos otro Pinochet, lo cual “no era una real amenaza”.

Pero el discurso y el mensaje, precedido de un seguimiento al pensamiento del comandante Chávez, eso si era una real amenaza que había que conjurar. De ahí que se desatara una campaña atroz para impedir su arribo al poder. No olviden la cuña electoral de ese año que imitando la voz del comandante decía que “vamos a freír las cabezas de los adecos en aceite caliente, cuando lleguemos al poder”. Otras muchas de descalificación por su condición de militar que hasta ahora se habían tenido como personas incultas, brutas y que sólo servían para cargar los maletines de los presidentes y ocuparse de atender a su familia y sus amantes. Se había activado la alerta desde el norte y en consecuencia, el laboratorio de propaganda sucia bien dirigida había comenzado.

A partir de allí, para todo venezolano es noticia conocida: descalificación tanto de la persona como de la gestión de gobierno, golpe de estado, golpe petrolero, guarimbas, paramilitares, intentos de asesinato del presidente, golpe financiero y un saboteo permanente y sin cuartel. Pero los nuevos representantes de la derecha, como los que les precedieron, no han dado respuestas a los ingentes problemas de los espacios administrativos donde son responsables. Pero la guerra sucia y la campaña publicitaria bien dirigida los presenta como los salvadores del país.

Bueno, ahora de nuevo se repite el libreto del 2002 donde la jauría humana y las hienas sedientas de sangre se desataron, con el odio inoculado hasta en la medula, a matar, asesinar, masacrar a personas de su misma clase, pues aquí no es verdad que es la lucha de clases, al contrario, es pobre contra pobre, porque la cobardía los lleva a incitar el odio y las masacres, pero ellos se esconden. “Con mi clase no te metas” pareciera que fuera el lema. Pero los pobres obedecen empujados por no se cual extraño estimulo, a matar a la gente de su propia clase, pobres como ellos, despreciados como ellos, descalificados como ellos, abandonados como ellos y visibilizados solamente por este proyecto revolucionario.

El ataque a los CDI, la violencia a las viviendas de la Misión Vivienda Venezuela, a los Abastos Bicentenarios y a todas las obras creadas por este gobierno que van dirigidas a suplir las grandes carencias acumuladas y a favorecer a la clase mas desposeída, tu mismo la destruyes con tanto odio, tanto salvajismo que ni siquiera te importa la vida de las personas que tienen tu mismo origen y comparten contigo la misma miseria y abandono.

Por eso, me dirijo a este contingente de las clases populares y a la clase media con sentimiento venezolanista para que no caigan en provocaciones de quienes obedeciendo a intereses bastardos se disfrazan de defensores de tus intereses y hablan en nombre de un pueblo al que desprecian y lo mandan a matar y a delinquir; pero ellos, se quedan en su cubiles viendo los toros desde la barrera y viendo el resultado de su obra mientras disfrutan un trago de whisky y buena champaña que tu no podrás tomar nunca con ellos. Que cese la violencia, que eliminemos el odio y respetemos las diferencias ideológicas, pero ubíquense en la línea que realmente les corresponde: al lado de los suyos, no en frente.

Ahora bien, pienso que para las personas emocionalmente equilibradas, podrán entender ahora porque después de tantos esfuerzos no se ha podido controlar la inseguridad ni la violencia. Sencillamente porque eso forma parte del plan para generar desconcierto, desasosiego y desestabilización en la población, pero lo que debes tener claro, es que con ellos, eso no cambiara para mejor, no les interesa, ellos tienen su pellejo a salvo.

Ya vieron como el 11 de abril, con mensajes grabados incitaban a la población a acudir a la masacre: necesitaban muertos, pero de ellos ninguno tuvo ni un leve rasguño. Igualmente durante el paro petrolero, mientras ustedes no pudieron comer sus hallacas y estaban sometidos al mas duro racionamiento de gasolina y de alimentos, ellos se habían ido a sus paraísos a disfrutar de sus navidades, pero tu, tu te quedaste siempre en la misma miseria y saboreando el amargo sabor del desprecio y la burla.

Toma conciencia, compatriota. No te pido que seas chavista, solo te pido que no te sigas prestando a seguir el juego de quienes si llegaran a triunfar, ojala que nunca más, tú serás de nuevo carne de cañón, y ellos disfrutaran de los placeres que tú nunca podrás alcanzar.



marinamaica@hotmail.com


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Marina Guaithero de Maica


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