Ahora resulta que toda la violencia desatada por los grupos fascistas que dirige Leopoldo López bajo la tutela de la logia reaccionaria y paramilitar de Miami y Colombia, y que ha ocasionado decenas de muertos, cientos de heridos, miedo y sufrimiento, principalmente entre los ciudadanos y ciudadanas de la propia clase media y clase alta antichavista, era solo para “renovar los Poderes Públicos”.
Las guarimbas del terror que degollan motorizados chavistas y balacean guardias nacionales; los asesinatos selectivos indiscriminados; la quema de automóviles; la destrucción del transporte público; el ataque a edificios, bancos y pequeños negocios; el asedio, acoso y el odio desbocado contra todo aquel que se le ocurra hilvanar alguna idea sensata contra la violencia oposicionista; toda la campaña fascista contra la paz y la convivencia ciudadana, no era por reivindicaciones estudiantiles, ni por la inseguridad, escasez o inflación, sino solo para “recomponer los poderes públicos cuyos mandatos están vencidos”.
¡No me jodan!
Así lo dice el golpista Leopoldo López en un histórico “Manifiesto”, leído desde la clandestinidad por su lugarteniente Carlos Vecchio, en el que “pide mantenerse firme en las protestas pacíficas y propone una agenda en la que se libren los presos políticos y regresen los exiliados, justicia para los fallecidos, recomponer los poderes públicos cuyos mandatos están vencidos; nuevos magistrados del TSJ, Contralor y rectores del CNE [y] la renuncia de los responsables de la represión, Miguel Rodríguez Torres y la Fiscal Luisa Ortega Díaz” (Últimas Noticias, 03-03-2014).
Imagino a las brigadas fascistas de López, esperando la señal para atacar violentamente con saña y maldad, mirarse incrédulas mutuamente, boquiabiertas, sin entender realmente lo que les pide su “líder”, porque hay que ser bien caradura para ahora recular de esa manera y pretender que la violencia desatada en el país tenía como objetivo “renovar” las autoridades de los poderes públicos, y no el derrocamiento del Presidente Nicolás Maduro, como lo pidió este golpista a voces de manera abierta y pública, en cadena de medios privados derechistas.
Nuevamente, los pseudos dirigentes de la oposición hacen gala de su cobardía. Luego que envían a la carne de cañón a las calles, a exponer su vida por consignas anacrónicas y desfasadas de la realidad, esconden su mano manchada de sangre para pretender erguirse como demócratas y falsificar su discurso golpista con demandas demagógicas.
Sin embargo, el “Manifiesto” de López demuestra varias cosas: 1) la farsa de la protesta estudiantil ante la clara ausencia de reivindicaciones estudiantiles; 2) la enorme división y fractura en el seno de la oposición que ni siquiera permite la elaboración de una agenda común, y además, seria; y 3) la inexorable derrota de la violencia fascista a manos de la paz del pueblo venezolano, liderado por su Presidente Nicolás Maduro, y el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez, que en su momento hizo cocinar a los fascistas de Plaza Altamira en su propio caldo de odio y maldad.
Presagio
En mi artículo publicado en Aporrea del 06/09/2011, presentaba los cables publicados por Wikileaks, que la Embajada de EEUU en Caracas remitía al Departamento de Estado sobre Leopoldo López, y que de alguna manera dibujaban el escenario político actual: violencia callejera, campaña de miedo y terror por las redes sociales, división y fractura en la oposición:
La Embajada de EEUU en Caracas admite que Leopoldo López es una “figura divisiva en la oposición… arrogante, vengativo y sediento de poder”, pero al mismo tiempo considera que no podría ser dejado a un lado por ser quien mayor trabajo realiza dentro de las bases oposicionistas. Para el imperio, si las llamadas “redes sociales” de López tienen éxito, “se convertirá en una necesidad y una amenaza para la oposición”. http://www.aporrea.org/
