La calma retornó a Venezuela, los embates del neo fascismo han sido nuevamente derrotados. Es una verdad tan grande como una catedral…
Nicolás Maduro sigue al frente del legado de Chávez junto al pueblo. La guerra económica sigue haciendo de las suyas todavía y se les enfrenta con leyes y promocionando la producción popular, la economía social, que es una gran falla que debemos apurar instaurar. Darle la maquinaria necesaria al obrero para que sea el pueblo quien fabrique, quien cultive, quien produzca de forma que se pueda competir con la economía capitalista.
La gradualidad en el paso del capitalismo al socialismo debe acentuarse para poder ser independientes del capital oligarca y tener como suplir lo que sigue siendo sus monopolios.
Pero el tema que quiero compartir es otro.
Nuestra patria sufrió un embate neo fascista que le sesgó la vida a 42 patriotas, dejó centenas de heridos y se destruyó patrimonio público. Esa misma gente, por todas y todos conocidos que hoy estamos enjuiciando por planificar el magnicidio de Nicolás Maduro, es la que promovió la violencia que destruyó parques, plazas, avisos, metrobuses, liceos, árboles, universidades, bibliotecas y hasta guarderías infantiles. ¿Alguien está llevando la cuenta del costo que ocasionó reparar estos destrozos?
Yo solicito a la Fiscala Luisa Ortega que en los procesos judiciales que se llevan a estos neo fascistas, se incluya la pena de pagar al país los daños materiales ocasionados, junto a los humanos y judiciales que imponga nuestra constitución. ¡Bastantes dólares se acumulan en sus cuentas y deben ser confiscados para reponer los daños a las escuelas, hospitales, metrobuses, calles, árboles talados, bibliotecas y demás locuras!
Las vidas humanas no tendrán más precio que la libertad, que mantener la revolución viva y hacia adelante, serán héroes quienes con su vida pagaron el precio de impedir este golpe fascista.
Pero quienes son los culpables intelectuales y políticos de lo que vivió Venezuela desde el 12F deben pagar, con prisión y con sus bienes y propiedades, es decir con su billete, lo que el estado gastó en refacciones.
Deberían hacer trabajos en las calles, donde el pueblo los vea pagar con su sudor el daño que ocasionaron.
Venezuela debe quedar inmune a otro ataque neo fascista y esto comienza por la aplicación inclemente de la justicia a los culpables materiales e intelectuales de todo lo que hemos vivido desde el 12F.
Por la Paz de la patria, por la democracia y la República.