Después de lo sucedido en Paraguay en el 2012, cuando se dio golpe de Estado Parlamentario al presidente Fernando Lugo, renació una nueva esperanza en el pueblo venezolano, que se opone al presidente Maduro. Muchos son los comentarios que hacen opositores en la calle, respecto a este tipo de golpe, e inclusive, lo refieren como un libreto de cualquier telenovela. Muestran vehemencia en sus relatos callejeros.
Este tipo de golpe parlamentario contra Lugo, basado en el Artículo 225, de la Constitución Paraguaya, el cual reza así: “El Presidente de la República, el Vicepresidente, los ministros del Poder Ejecutivo, los ministros de la Corte Suprema de Justicia, el Fiscal General del Estado, el Defensor del Pueblo, el Contralor General de la República, el Subcontralor y los integrantes del Tribunal Superior de Justicia Electoral, sólo podrán ser sometidos a juicio político por mal desempeño de sus funciones, por delitos cometidos en el ejercicio de sus cargos o por delitos comunes”, permitió a la Cámara de Diputados establecer la base legal para enjuiciar al Presidente, no porque cometió algún delito o haber incurrido en conducta que representara una amenaza para el país o su soberanía, sino que a juicio de sus juzgadores, el Presidente, no desempeñó, como ellos esperaban, las funciones de su cargo.
Esto significó la aparición de un nuevo escenario en el cual, basan sus aspiraciones los candidatos de la MUD a la asamblea, y muchos hacen fuerza para que se concrete el triunfo de la oposición el 6D, y así ver coronados sus esfuerzos.
Bajo esta excusa, pero ceñidos a nuestra Constitución Nacional, los opositores una vez ganada la asamblea, esperan salir de Maduro a través de un juicio sumario en donde, supuestamente, el presidente no tendría la oportunidad de defenderse de las acusaciones. Esto podría crear las condiciones para que se le destituya del cargo presidencial. Visto así, entonces significa que a partir del 7D, comenzaría la tramoya parlamentaria contra el presidente.
Pero, como la vida es un sueño, no es seguro que las elecciones parlamentarias del 6D, arrojen resultados favorables a la oposición. Al contrario, se cree, según las últimas encuestas, que Maduro saldrá, si señor, pero a festejar en palacio o por las calles de Caracas, el triunfo en las parlamentarias, lo que significaría que su cargo no estaría en peligro. Mientras tanto, a la oposición le quedaría seguir esperando la próxima elección, a ver que tal.
