1 Que los gobiernos de países donde se ha impuesto la extrema derecha, radicalmente opuesta a los cambios sociales y económicos, violadora permanente de los derechos humanos en Latinoamérica, como ocurre con los que actualmente dirigen los destinos de Brasil y Paraguay, o como el de Argentina que representa agresivas políticas neoliberales, se acuerden para impedir que Venezuela asuma la presidencia pro témpore de Mercosur, uno lo entiende. Hacen lo que tienen que hacer: marchar en sentido contrario a la historia para garantizar la supervivencia de anacrónicos privilegios. Lo cual -repito- es comprensible y confirma que esa derecha hace lo que sea, asesinar, explotar a los trabajadores, entregar la riqueza nacional, violar la Constitución, desconocer la voluntad popular expresada en comicios, para acceder y controlar el poder. Pero lo que no se entiende, y no tiene explicación, salvo que aceptemos una concepción canalla de la política, es que en el caso concreto de Mercosur, cuando se defiende un derecho que asiste a Venezuela, al conjunto de la sociedad -y no solo al Estado-, haya sectores que se plieguen a los agresores. Que los secunden. Que defiendan el atraco a mano armada de que es víctima Venezuela, cuando los gobiernos de Brasil, Paraguay, Argentina, y el sinuoso de Uruguay, despojan a nuestro país del derecho a ejercer un cargo como la presidencia de Mercosur, de acuerdo a normas vigentes.
2 En Venezuela la oposición está cegada por el odio. Optó por renunciar a los más elementales principios de patria, soberanía, defensa de lo nacional, por la sola circunstancia de adversar al Gobierno, y, particularmente, al presidente Nicolás Maduro. Carece de escrúpulos a la hora de alinearse con aquellos factores que en el ámbito internacional utilizan los recursos que poseen para vulnerar los derechos de los venezolanos. La oposición que tenemos adoptó la actitud, repetida reiteradamente, de aliarse a las peores causas que se mueven contra el Estado y Gobierno venezolanos. Sin importarle para nada los peligros a que exponen el país y la contribución que le dan al aceleramiento de los procesos que se impulsan desde el exterior para colapsar al país.
3 El propósito no es otro que cercar a Venezuela. Provocar el caos interno y repetir la terrible experiencia vivida por naciones como Irak, Libia y otras. Por eso la gravedad de la actual actitud de la oposición, a la que no le importa hacer causa común con cualquier iniciativa proveniente de centros de poder transnacionales. Jamás en la historia venezolana existió algo parecido: una oposición descaradamente cipaya, antinacional, tan subordinada a intereses foráneos. Oposición que, incluso, llega a repudiar y a sancionar la actitud digna de sus dirigentes que discrepan de la decisión de negar el derecho que asiste al país a presidir Mercosur y la pretensión de expulsarlo del organismo regional. Una vergüenza que provoca náusea por su indignidad y por la negación que entraña de la noción de patria y de soberanía nacional.
LABERINTO
Por ahora, ¿qué le queda por hacer a la oposición? ¿Reactivará su tradicional plan B, es decir, el atajo, que nunca abandonó, y responderá a la dilemática situación que encara -luego de la decisión del CNE-, pisando el acelerador de la violencia? La respuesta de sus dirigentes, cargada de retórica subversiva, invocando con vehemencia el recurso de presionar a las instituciones, al CNE, al Gobierno, para que el revocatorio sea este año, hace que el debate en la MUD esté al rojo vivo: un sector dispuesto a acatar las normas del CNE y a pasar agachado, y otro que considera que están dadas las condiciones para el asalto final, calentando previamente la calle…
Además pesa mucho el compromiso con los aliados en el exterior. Es evidente la desesperación que estos muestran ante la posibilidad de que el revocatorio se les escape de las manos y pierdan la oportunidad de sacar este año a Maduro de Miraflores. La ofensiva recrudeció en las últimas semanas en los centros de poder desde donde proviene la andanada contra la soberanía nacional…
Esos aliados de la oposición quieren revocatorio ya o si no sangre. Viven el momento del pase de recibo. Están cobrando los servicios prestados. Los voceros del entramado norteamericano, de la Casa Blanca, Pentágono, Departamento de Estado, están muy activos presionando el desenlace. No se van a conformar con la explicación que dan los dirigentes de la MUD de que no fue posible el revocatorio porque lo impidió el CNE y que, por tanto, es imposible defenestrar ahora a Maduro. Con razón se preguntarán: ¿quién paga la inversión?…
El inefable Almagro se preguntará lo mismo, ¿tanto esfuerzo y tanto desprestigio para nada? Igual Rajoy y otros metiches…
Por eso las interrogantes sobre lo que pueda ocurrir en los tensos días que corren. ¿Se impondrán en la dirección de la MUD los que manejan la política con sensatez y toman distancia de las aventuras, o acaso lograrán los partidarios de la violencia repetir desafortunados episodios del pasado? En este ambiente de conflictividad -con factores de la realidad nacional difícilmente controlables-, los líderes opositores no tienen varias opciones a qué apelar, sino una opción. No pueden escoger entre violencia y paz; entre actividad legal, en el marco de la Constitución, e insurrección. No están en capacidad de forzar salidas de fuerza en las que hasta el presente han fracasado. Carecen de los recursos y del músculo indispensable para imponer una opción extraconstitucional. Sin el poder de convocatoria necesario para competir con el chavismo en la calle, sin respaldo en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), sin la organización indispensable para dar con éxito una batalla, esa vía es una temeridad. Por consiguiente, la opción para la oposición no es otra que la paz, el diálogo. ¿Lo entenderá? Hasta ahora parece que no, pero los milagros existen…
Luego de 40 años del asesinato en Washington de Orlando Letelier, ex canciller de Allende, el Gobierno norteamericano reconoció que la orden la dio Augusto Pinochet y que la CIA lo sabía todo. Como siempre, EEUU reconoce las tropelías que comete en el mundo años después. Los asesinatos y destrucción de naciones por orden de la Casa Blanca quedan impunes. El consuelo es que tras varias décadas hay la tácita admisión de responsabilidades. Es decir: puro cinismo…
Falleció Olga Luzardo, mujer ejemplar, dirigente del PCV, abogada, escritora, luchadora de toda la vida. Paz a su alma…
Las encuestas de la oposición -aparentemente contra Maduro- son producto de la lucha por la candidatura presidencial entre Ramos Allup -por cierto, sale mal parado-, Capriles y López. Encuestas de encargo que presagian la lucha a cuchillo que recién comienza…
Urosa en la misma línea de su antecesor: ¡jugando con fuego!