Tal como es su práctica, el oposicionismo cometió un nuevo grave error político. En esta ocasión, la barrabasada de la picaresca oposicionista la ejecutó la sesuda Comisión Jurídica de Un Nuevo Tiempo, el partido de Rosalito, al oponerse radicalmente al reciente Decreto Ley de Defensa Popular contra el Acaparamiento, la Especulación y el Boicot, aprobado por el Gabinete Ministerial del Gobierno Bolivariano.
Como lo anunciara el presidente Hugo Chávez Frías, en su programa Aló Presidente número 265, este nuevo instrumento de defensa del pueblo venezolano, “nace de la necesidad de contener los apetitos especulativos de empresarios inescrupulosos, que se aprovechan del pueblo para incrementar los costos de los alimentos, y otros bienes y servicios con pretextos ilógicos muy alejados de la actual realidad económica de Venezuela”.
Por lo tanto, hay que ser miope, obtuso, lerdo, cerrado, pánfilo, torpe y borrico oposicionista, para cuestionar la aplicación de un Decreto Ley que sólo busca eliminar “el acaparamiento, la especulación, el boicot y cualquier otra conducta que afecte el consumo de los alimentos o productos sometidos a control de precios”.
Qué consumidor, sea afecto al gobierno a la oposición, puede estar en desacuerdo con el Artículo 4 de la citada Ley, el cual especifica que “se declara de utilidad pública e interés social a todos los bienes necesarios para desarrollar las actividades de producción, fabricación, importación, acopio, transporte, distribución y comercialización de alimentos o productos sometidos a control de precios”.
Sin embargo, a la sabia Comisión Jurídica del partido de Rosalito, hablando como vocera de Cavidea, Consecomercio y la Federación de Ganaderos, considera que el consumidor debe quedar a expensas de las pretensiones criminales de los acaparadores y los especuladores.
Ahora que muchos partidos políticos oposicionistas están cambiándose de nombre, esta llamada Comisión Jurídica del partido Nuevo Tiempo, que ya huele a viejo, obsoleto y periclitado, debiera sincerarse y adoptar la denominación de Comando de Brigadistas y Acaparadores que Roban Organizadamente (COBRACARO).