Me pongo a meditar sobre la propuesta de Reforma y no dejo de darle
vueltas al asunto de su aprobación por bloque. Cuando publiqué un artículo al respecto, hace un par de semanas, ignoraba un par de detalles legales al respecto: inicialmente
la propuesta se votará como lo decida el promotor de la misma, es
decir, en bloque o desglosada. No lo digo yo, no lo dice Chávez, no lo
dice la oposición: lo dice la Ley y guste a algunos más, a otros menos,
Venezuela se rige por la Constitución del 99, aprobada en referendo
consultivo con más del 70% de aprobación. Chávez decidió, al presentar
la propuesta, que fuera votada en bloque: es su propuesta y como
propuesta suya que es, la presenta como prefiera, y después los
venezolanos la juzgan, aprobándola o rechazándola.
Ahora
bien, ese "inicialmente" no es definitivo, hay posibles excepciones.
Por ejemplo, si la Asamblea Nacional en sus discusiones así lo
decidiera -con un tercio de sus miembros- esa consulta bien pudiera ser
abierta, es decir, desglosada y no en bloque. En lugar de 'lo apruebo
todo/no apruebo nada', se abriría la interesante oportunidad de
'apruebo esto/no apruebo lo otro'. Ojo, como bien se ha explicado, en
ningún caso la votación se podría hacer artículo por por artículo. ¿Por
qué? Porque eso no está recogido en la Constitución, por tanto sería
anticonstitucional. Fin del asunto. Lo que sí se puede es agrupar esta
propuesta en 'bloquecitos', hasta un tercio de los artículos sujetos a modificación
lo que pudiera dar lugar, en este caso, a once grupitos máximo, y votar
estos grupitos. ¿Cuáles son las ventajas de esto, desde mi óptica
revolucionaria? ¡Muchas! ¡Por eso lo defiendo!
a) Sería, simple y llanamente, una consulta más democrática, como expuse en el artículo mencionado. ¡Pero cuidado! El que no se hiciera así no quiere decir, bajo ningún concepto, que entonces no sería democrático.
Ése es el argumento al que muchos opositores se agarran en su desespero
y delirio habitual. Votar en bloque sería democrático, sin duda; pero menos, por los motivos que expuse en ese texto.
Además, con todas las consultas, debates y modos de hacerla llegar a
cada rincón de Venezuela para que todos la conozcan (hoy me la dieron
por la calle casi con la misma naturalidad que se da un tríptico donde
se anuncia una academia para estudiar inglés), en bloque o desglosada,
siempre será infinitamente más democrática
que, por ejemplo, las votaciones sobre la Constitución Europea que se
hicieron hace unos años en el Viejo Continente, donde casi nadie
recuerda ni si votó, ni qué votó ni por qué.
b) Las excusas para
no votar serían casi anuladas. Confieso que me preocupa que varias
personas que apoyan este proceso me hayan dicho que si se hace en
bloque no votarán, porque hay algunas cosas con las que no están de
acuerdo, y con otras sí, pero no les gusta la idea del 'paquete'. No
puedo extrapolar tres o cuatro casos que me haya topado a toda la
población, pero no creo que sea yo el único que ha escuchado estas
opiniones. Los que lean esto sabrán si también han escuchado
afirmaciones en ese sentido. No olvidemos que una baja participación
sería un duro golpe a esta consulta, peor que -supongamos- la no
aprobación de un porcentaje pequeño de esos artículos, que es a lo que
aspira la oposición para entonces hablar de 'fracaso' y poder salir a
su feudo de cuatro calles para cantar 'y va a caer, y va a caer' ante
la mirada atónita de desprevenidos transeúntes.
c)
La oposición, de ser aprobada la votación desglosada, tendría que
cambiar de argumento de manera inmediata, ya que han hecho de este tema
su actual (¿única?) bandera, y empezaría otra vez con que si el CNE,
que si el satélite árabe, que si la CANTV y sus cables submarinos a
Cuba, que si los funcionarios que votan con "miedo" (miedo creado por
las televisiones privadas, por cierto), etc. asegurando infinitos
momentos de diversión al encender Globovisión.
d)
Supongamos que se agrupara el referendo en cinco grupos... ¡sería como
ganarle cinco veces a la oposición! No dudo que la propuesta será
aprobada por la mayoría de venezolanos tanto en bloque como artículos,
y si me permiten una analogía algo trivial, yo personalmente prefiero
que ganemos este 'partido' con un 5-0 de jogo bonito que con un italiano
1-0. ¿Ustedes no? El resultado sería más claro y más contundente, y lo
que es más importante, expresaría con mayor exactitud lo que los
venezolanos y venezolanas desean.
Si la consulta abierta es tan
ventajosa y democrática... ¿entonces por qué la oposición, que no se ha
distinguido en estos años por sus convicciones democráticas, la apoya?
Muy sencillo, porque siguen su sutil, pleno de matices y minuciosamente
elaborado plan infalible opositor:
"Hacer todo lo contrario de lo que diga o proponga el gobierno".
No me gusta generalizar, no me refiero a tooooda la oposición, pero un segmento nada despreciable de ellos lleva ese motto o mantra
adherido a la piel desde 1999. Les aseguro que si la propuesta del
presidente hubiera sido inicialmente una votación abierta, habrían
pedido una Asamblea Constituyente; si la propuesta hubiera sido una
Asamblea Constituyente, habrían solicitado un referendo revocatorio; si
la propuesta hubiera sido un revocatorio, habrían solicitado la pena
capital para todos los miembros del gobierno, y así se lo pensarían
quizá, etc.
Si tanto les importa la opción de votar por
separado, eso sin duda debería ser motivado porque están de acuerdo con
algunas propuestas, y con otras no, porque si no... ¿a qué viene esa
repentina inquietud? Pero ése no es, salvo excepciones, el caso.
¿Alguien ha visto a algún opositor en TV diciendo, por ejemplo, que se
muere de ganas de que se apruebe el artículo 100 (que reconoce la
diversidad cultural indígena, europea y afrodescendiente de Venezuela)
pero que no le convence el 115 (que define nuevos conceptos de
propiedad, además de la estatal y la privada)? No, porque la mayoría de opositores quiere que el referendo se haga de manera desglosada para después ir y votar a todo que no. ¿Tiene sentido? No, obvio que no, pero se llega a estos absurdos cuando se abusa de la dosis globovisiva diaria.
Por
eso es que alguno de ellos ya está pensando si participar o solicitar a
sus (escasos) seguidores que no acudan a las urnas, otros se dedican a interrumpir
actos y reuniones a gritos (haciendo gala de su particular manera de
entender la democracia, siempre con las cámaras de Globovisión
presentes) y los más disociados reparten por correo electrónico una
absurda falsificación de la propuesta, que ni un lactante ebrio se creería.
A
esos dizque 'representantes' (insisto: no todos) no les importa si es
más, menos, o igual de democrático lo uno que lo otro: lo que les
interesa es desprestigiar, desvalorizar e intentar ensuciar la
propuesta, ya que el argumento que tenían preparado -algo similar a que
el marxismo-leninismo sería religión de obligada adoración- nunca se
cumplió más que en el guión de algunos comunicadores sociales sin
escrúpulos.
Lo que no impide que yo siga pensando que la opción
de votación abierta es más justa, so pena de tener que -qué horror-
coincidir con Leopoldo Castillo en algo.
Afortunadamente me
niego a caer en la estrategia de defender a juro lo contrario de lo que
el rival político proponga, sea esto lo que sea, como por desgracia
muchos hacen en este país, de lado y lado.
http://okrimopina.blogspot.com