...y llovió 40 días sobre la tierra; y las aguas crecieron,
y alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra y subieron las
aguas y crecieron en gran manera sobre la tierra; …"
Génesis 7:17-20.
Definitivamente la política impuesta por la derecha está signada por una turbulenta corriente cargada de miedo, angustia… desasosiego y, principalmente, desorientación. La locura es tal, que entre sus propios seguidores alimentan el miedo y la rabia con la intencionalidad de promover y crear condiciones para una retoma del poder en la que ni ellos mismos creen y que los tiene divididos en un coñazo de pedazos. Por supuesto, al Pueblo Bolivarianos nos toca no descuidarnos ni subestimarlos: ¡No Volverán!
Veamos: hasta hace poco confiaron en los Mayas y los astrólogos se le equivocaron, la comunidad del anillo de la MUD asumió la profecía del fin de los tiempos con la que pretendían acabar con el chavismo y nada que cae el proceso.
Del 7 de Octubre 2012 al 10 de Enero 2013 la lluvia y la tempestad hecha política inhumana desató su furia contra el Presidente Chávez y el Pueblo Bolivariano, llovía torrencialmente un tiempo de incertidumbres, un tiempo que no buscamos. Que nadie quería. Las sombras tenebrosas del discurso de la derecha pronosticaban nuevamente mal tiempo, crisis y supuestos vacíos de poder. En el imaginario de quienes elaboran los libretos sicológicos de sus operaciones mediáticas está siempre presente la figura del oscurantismo. Me imagino que cuando niños eran castigados en cuartos oscuros y eran amenazados con el fin del mundo.
El Comandante Chávez, consciente de su grave situación dejó una orientación clara: Unidad del Pueblo, Defensa de las Conquistas y Golpe de Timón. El arca de la alianza del Pueblo Bolivariano ha sido probada en muchas batallas libradas. Lo estratégico en esta coyuntura nos convoca a debatir cómo construir una Nueva Institucionalidad Revolucionaria y cómo construir el liderazgo colectivo de este nuevo ciclo.
Ahora: ¿Cómo parimos un sujeto constituyente que parta de aceptar que aún, después de 14 años de Revolución Bolivariana, tenemos un Estado cuarto republicano? El mismo Comandante ha reconocido que su sueño de las Comunas está completamente estancado. Hay ley, ministerio, pero los avances en la realidad son muy pocos. Se sustituye y distorsiona el sujeto del proceso en medio de un tinglado de viejas instituciones construidas sobre bases capitalistas, que deforman y burocratizan todo lo nuevo. Con ese estado se imposibilita cualquier salto subjetivo que nos permita apropiarnos en forma consciente del papel que debemos cumplir en medio de la Transición Revolucionaria al Socialismo. La encarnizada lucha entre lo viejo y lo nuevo nos coloca en dos tareas centrales que no terminamos de resolver y que se divisan desde el Arca:
- Aunque ha habido un cambio y una relación más directa con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, no se avanza hacia una concepción más horizontal de las milicias y donde, como Pueblo en Armas, nos veamos insertos en una Plataforma de Defensa Integral.
- El movimiento sindical, hasta ahora inmensamente retrasado en su proceso de Refundación, no avizora activar su Asamblea Constituyente para debatir su papel dentro de las tareas de la Transición Revolucionaria al Socialismo y, específicamente, su rol en la construcción de un nuevo modelo productivo.
El gran debate estratégico: cómo construir esa nueva institucionalidad. Solo puede hacerse apelando a las claves constituyentes del proceso bolivariano, es decir, con la activación inmediata de una verdadera participación del pueblo trabajador, civil y uniformado, cada vez más movilizado y en un proceso de debates que nos permita afinar el ejercicio decisorio desde las bases que han defendido el proceso bolivariano.
En el anterior sentido, el Encuentro Nacional del Pueblo Bolivariano que se viene difundiendo y promoviendo, viene a ser la oportunidad para un debate que permita reencontrarnos, hacer consciente la direccionalidad colectiva revolucionaria y reafirmar políticamente la irreversibilidad del proceso. Ver: http://www.aporrea.org/poderpopular/n221173.html
Un hecho cierto es que las cualidades humanas, políticas, carismáticas, pedagógicas, militares, éticas y morales del Comandante Chávez no pueden ser transferidas mecánicamente a otros dirigentes del proceso. Las cualidades que lo hicieron el líder indiscutido de la revolución son genuinas, no se pueden calcar ni copiar. Entre Chávez y otros dirigentes del proceso bolivariano hay un abismo. Mucho más en el terreno de la derecha, ni remotamente pensar o compararlo con cualquier mentecato ilustrado de la MUD: se quedaron fuera del Arca y sin posibilidades de espacio político.
Y esto tiene su razón de ser, en que no logran entender que la Unidad del Pueblo Bolivariano en Lucha se manifiesta en millones de hombres y mujeres dignas, firmes: quienes en corazón, cuerpo, alma y vida marcan direccionalidad política para la acción revolucionaria. Son aquellos que organizaron el 13 de Abril, los que comandaron sobre el terreno la recuperación de la industria petrolera, los que garantizaron las victorias del 7-O y el 16-D, los que luchan día a día para que los avances de la revolución no retrocedan o se estanquen por la arbitraria acción de la burocracia que tiende a aislarse de la realidad de la calle, del barrio, del campo y de la fábrica.
Cabría preguntar: Cuándo fue la última vez que por medios propios compraron café, harina, azúcar, pollo, queso o aceite, para darse cuenta a mediados de Enero 2013 que estaban acaparados, que los comerciantes les subieron los precios hasta más de un cien por ciento (100%). Casi que Noé grita al divisar en el horizonte: Azúcar, Azúcar, Azúcar...
La tarea que encomendó Chávez a su Pueblo está pendiente: “Hacer irreversible la Revolución”. ¡No Volverán!
Ni Negociación, Ni claudicación. A profundizar la Revolución.
A 200 años del Decreto de Guerra a Muerte:
Cárcel a los especuladores y acaparadores
¡Dirección Colectiva! ¡Golpe de Timón!
