El artículo 326 de la Constitución Bolivariana de la República Bolivariana de Venezuela, establece con letras imborrables el principio de Corresponsabilidad, concebido como el ejercicio compartido de la defensa de la Nación por el Gobierno Nacional y el Pueblo Organizado, en los ámbitos económico, social, político, cultural, geográfico, ambiental y militar.
Por un lado, los apátridas, la oligarquía mediática y financiera, los estudiantes felones de las clases medias, los políticos reconcomiados de la generación del “no volverán”, los sicarios y paramilitares, demonios de exportación de la ultraviolencia colombiana, todos bajo la regia dirección de la Embajada y el Departamento de Estado norteamericano, se han lanzado con satánica sincronización a la marcha sin retorno de la conspiración, el golpe de Estado y la ruptura constitucional. Sus armas son el desabastecimiento criminal, el sabotaje, la desinformación, el rumor, la carestía, la conmoción desestabilizadora, la barbarie universitaria, el atentado y la violencia. Es decir, la sinrazón. El pretexto: su oposición a la Reforma Constitucional. Pero a sus fines, podría ser la ausencia de Reforma Constitucional, o todo lo contrario. Sus razones verdaderas obedecen a instintos e intereses salvajes y beligerantes de clase social, fieles y adictos al capitalismo consumista y burgués. Su faz ovejuna emitiendo balidos y palmas por la democracia formal, (con sus ricos, pequeños burgueses, pobres y excluidos de rigor,) oculta un siniestro apetito lobuno por el “uso y disfrute” monopólico de PDVSA y de las fabulosas riquezas de la tierra venezolana.
De otro lado, el pueblo Bolivariano de Venezuela, organizado en Consejos Comunales, Misiones, Consejos de Trabajadores, Campesinos, Pescadores, Indígenas Profesionales, Estudiantes, Mujeres, discapacitados, artesanos, pequeños comerciantes ,entre otros, procesando las enseñanzas del Presidente Chávez sobre la propiedad social de nuestros recursos más preciados, disponibles para brindar al colectivo popular la mayor suma de felicidad posible.
El Pueblo venezolano organizado en aproximadamente 25 mil Consejos Comunales , tiene en este momento histórico un compromiso de corresponsabilidad: movilizar desde abajo y desde adentro una fuerza social articulada en Redes locales para la Defensa de la Nación, amenazada por grupos nacionales y extranjeros colonialistas e imperialistas. La corresponsabilidad se ejerce como contraloría social e inteligencia social contra la especulación, el desabastecimiento artificial, los focos de perturbación de estudiantes derechistas, las informaciones tergiversadas de la conspiración mediática. La corresponsabilidad también se ejerce como aplicación del Poder Popular, su vinculación con la milicia o Reserva y el apoyo militante de la Reforma Constitucional en la vecindad y en la ciudad. Los Consejos comunales participan en la gestión de Gobierno, en su defensa y consolidación institucional, y en este instante y por ahora su agenda de trabajo comunitario pone su énfasis en la defensa de calle del socialismo bolivariano y de la Reforma Constitucional que le abre sus puertas.