La improvisación quizás sea otra de las causas que haya incidido de manera nada positiva en los resultados que habíamos proyectado para la jornada participativa del pueblo el 26 de septiembre.
Siempre un comenzar, especie de borrón y cuenta nueva, las patrullas que nos toco buscar, contactar y estimular para que fuese a votar en la elección del referéndum revocatorio de 2004, que la mayoría del pueblo Venezolano convirtió en reafirmatorio, no fue la misma patrulla que nos dieron para la elección de 2006 donde reelegimos al Presidente Chávez, con mas de 7 millones 300 mil electores; pero tampoco coincidió la patrulla que suministraron para el evento del referéndum que buscaba reformar la constitución en 2007. y así nos volvimos a encontrar que para las elecciones regionales del 23 de noviembre 2008, la hojita con los diez electores que nos correspondió buscar fueron con los nombres, cédulas, número telefónico y direcciones de otras personas que para nada coincidían con las anteriores electores que nos correspondió patrullar en otros eventos electorales; situación que se repitió en el proceso que vivimos el 15 de Febrero de 2009 donde logramos la enmienda a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, y como si fuera poco esta práctica se repitió en la jornada que concluyó el pasado 26 de septiembre, donde incluso a muchos patrulleros consuetudinarios ni siquiera les llegó patrulla alguna para patrullar.
Por eso retomo aquella idea que sugerir en la mesa de trabajo del Congreso Extraordinario del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que es indispensable, urgente y necesario que nuestra organización revolucionaria debe dotarse de una estructura estable o permanente que rija como autoridad todo eventos de orden electoral interno o externo donde por razones obvias nos corresponda participar, es decir una especie de Consejo Permanente electorales del PSUV, que cuente con un equipo de hombres y mujeres con formación política y técnica a dedicación exclusivamente al hecho electoral, quienes deberán estar dotados de una plataforma tecnológica de última generación.
Para ello recomiendo que sobre la marcha se busque la forma o el modo de mantener y mejorar los equipos humanos que cargaron sobre sus hombros la última jornada que concluyó el pasado 26 de septiembre; quienes a mi entender deberán asumir el rol de reestructurar y optimizar al grado máximo lo que en adelante tendrá como responsabilidad evitar la improvisación que en mi criterio hemos estado cometiendo imperdonablemente en el juego electoral, ya que en muchas de las oportunidades nos hemos permitido mesclar lo que es la campaña política en si, con lo que tiene que ser la organización del majeo y control de la estructura organizacional del equipo electoral; que tiene que ver entre otras cosas con los miembros y testigos de mesas electorales,, responsables de centros, jefes de patrullas y sus patrulleros, equipos de logística y movilización, así como con la data de todos y cada uno de los electores de cada centro y más exacto de los votantes de sus respectivas mesas de votación.
Para ello, es importante diferenciar el consejo permanente electoral del PSUV, de lo que puede ser en cada jornada eleccionaria el denominado comando de campaña en cada uno de su nivel geográfico y humano.
………………(*) Delegado PSUV-Táchira
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