Movimiento Comunero de Venezuela. Los impuestos fue el pretexto

Parece que es manía  el no ser buenos canceladores de impuestos, anticultura contributiva que ha sido heredada de la transculturización que nos impusieron los invasores que a mala hora aquel 12 de octubre de 1492, se toparon por accidente o casualidad con la isla de Guanani, (San salvador), pero igualmente parece que desde el mismo instante que el ocupante toma posición de los espacios geográficos llamados por sus originarios Abyayala, igualmente surgió la resistencia, que nunca bajo la guardia y cualquier motivo siempre fue oportunidad para la insurgencia.

En este contexto, voy a tratar de escrudiñar algunos pasajes de este Movimiento Suramericano, que brotó de la resistencia y rebeldía de Túpac- Amaru allá en el Perú ( 4 de Noviembre de 1780) movimiento telúrico de los pueblos originarios y mestizos, que fue subiendo al norte del sur,  hasta llegar a la comunidad del Socorro, (16 de marzo de 1781 , cuando La Manuela Beltrán del Vi-Reinado de Santa Fe, arrancó de las paredes el edicto que  exigía pago de altas tasas de impuesto, bajo el Grito:-“ Abajo el Mal Gobierno, Viva El Rey”, donde los súbditos y vasallos igualmente levantaron su indignación, ante las medidas impositivas que el Imperio Español  les imponía en la búsqueda de mayores recursos pecuniarios que le permitiera resolver su crisis económica que atravesaba  en ese entonces.

Aquí es bueno destacar, que  en 1779, en la Ciudad de La Grita, perteneciente a la Provincia de Maracaibo y Mérida y parte geográfica de la Capitanía General de Venezuela, en lo político administrativo, ya se había originado una trifulca de padre nuestros, (como consecuencia de los altos impuestos que el Intendente Abalos requería por mandato o decreto de la Real Hacienda Española, acción de protesta  que fue liderizada por el gritense Matías Márquez, quien como es de entender volvió aparecer  apoyando al  grupo de líderes que vino desde el Reino de Granada y  San Antonio del Táchira , La Villa de San Cristóbal, Guasismo, Capacho, Lobatera donde formaron grandes columnas de caballería y gente de a pie, con ruanas de doble  faz de donde seguramente surgió la idea de su bandera  de guerra, entrando a La Grita, el 10 de Julio de 1781, casi dos años antes del nacimiento del niño Simón Bolívar.

Allí en La Ciudad de La Grita, los reinosos, llamados así por ser oriundos del Reino de Granada, del Virreinato de Santa Fe, así como por la multitud de Tachirenses que se desplazaron desde San Antonio, San Cristóbal, Guasimo Los capachos, Lobatera y gran parte de pobladores de la comarca gritense, concentración multitudinaria que sirvió de marco y solemnidad para proclamar como Capitán General de los Comuneros al insurgente y Capitán de la Milicia Real a: Juan José García de Hevia, rico hacendado, dueño de  grandes extensiones de tierra donde cultivaba calidad de plantaciones de tabaco, el mejor  cacao y trigo de la comarca y en su haber tenía 5 esclavos.

Este andino que acepto ser el Líder Comunero de Venezuela, mantenía una confrontación con familia Noguera y Neira, quienes se consideraba dueña del valle, es decir grandes cacos de La Grita, y muy particularmente el Dr. Antonio Bernabé Noguera y Neira,.  Sujeto éste reaccionario y monárquico hasta la médula, quien defendía a ultranza las medidas impositiva impuestas por la Intendencia en cumplimiento a ordenes emanadas del Reino de España; así, describe la crónica por  medio de la multitud salto colérico Julián Guerrero, quien se abalanzó  puñal en mano contra el reaccionario Antonio Bernabé, quien  salió ileso  al ser protegido por seguidores suyos (AGN). Así fue, como en medio de aquella algarabía, gritos, aplausos, consignas, lectura de la Capitulación de Zipaquirá, bajo  tarima con horca, banderas blancas y blasones en rojo y negro , se oyeron consignas: “Basta de vasallos”… “Viva El Rey, Abajo el mal Gobierno”.

Reseñan los documentos históricos del archivo de La Grita, que el pleito entre los García de Hevia y los Noguera y Neira, se debió a que cuando Juan José García de Hevia  ejerció la administración del Estanco de Aguardiente,  detectó que Rafael Noguera y Neira y su hijo, fabricaban de modo ilícito grandes cantidades de aguardiente, razón por la que les aplicó sendas multas, es así que en 1780, García de Hevia entabla juicio contra el abogado Antonio Bernabé Noguera y Neira.

De La Grita, partió hacía Bailadores, Mérida, Mucuchíes, y Timoles una poblada de hombres y mujeres, con sus peones y esclavos, a caballos y a pie, aprovisionados de logística para alimentar aquello que parecía un ejército,  una tropa que tenía  como objetivo llegar a la Caracas de techos Rojos de aquellos tiempos de ocupación colonial. Por el camino fueron  encontrando apoyos, solidaridad mayormente de gente pudiente, de la Mérida de los caballeros, donde surgieron proclamas, pasquines  y adhesiones alborozadas para con aquel movimiento andino que prometía evitar la concreción de aquellas medidas impositivas que acogotaba la economía de la clase pudiente de toda la región de los Andes Venezolanos.

Sin embargo,  los insurrectos que tuvieron como bandera fidelidad al Rey, pero oposición radical a la política  de altos impuestos del gobierno de la Provincia y Capitanía General, no calcularon que en su avanzada, bien podrían  tener contratiempos y rechazos de seguidores  a ultranza de la Corona Española; por eso  quedaron atascados o casi neutralizados en limites de Mérida con Trujillo, ya que las fuerzas leales y los grandes cacos trujillanos, se negaron a unírsele y acompañarles en esa aventura que tenía visos de ser pacifica, pero por dentro llevaba  el calor de esa incipiente revolución que siempre estuvo presente desde los días de gloria y sacrificio de Guaicaipuro y todos aquellos que como Leonardo Chirinos, Gual y España, Francisco de Miranda entre otros mantuvieron y lograron finalmente encender la llama de la resistencia que  tuvo luz y el 19 de abril de 1810 y concreción en la proclama de Independencia del 5 de Julio de 1811.

Como afirmación que aquel levantamiento, que en principio era timorato y camuflajeado según parecía solo por rechazo a la política de altos impuesto, hoy se puede afirmar sin temor a  equivocarnos, que ese movimiento tenía en su interior intenciones de sublevación de mayores consecuencias, por eso importante es revivir algunos pasajes de personajes como José Vicente de Aguiar, oriundo de La Grita,, quien fuera Coronel de Milicias, estratega militar, secretario asesor del Capitán Comunero Juan José García de Hevia; de caudalosa riqueza, comerciante exitoso entre las islas de Curazao y otras dependencias insulares del Caribe,  donde mantuvo relaciones económicas y políticas con agentes ingleses, de allí que se puede afirmar que fue el ideólogo de aquella acción que tenía ribetes cívicos pero al mismo tiempo bélicos.

Veamos  esta estrofa de carta enviada por Vicente de Aguiar y Dionisio Contreras (Ambos de La Grita) halladas en Archivo Histórico Nacional de Bogotá, a un comerciante Ingles,  llamado Luis Vidalle, a quien   sugirieron su interés en comprarle armas y municiones hasta por un valor de 222.080 pesos ,  indicándole que hiciera del conocimiento de las autoridades de la Gran Bretaña, que estudiaran la factibilidad de enviarles  oficiales e ingenieros de tropas de alto rango para que les entrenaran y enseñaran  el manejo de ese armamento. Estos dos andinos tachirenses, se exiliaron en las Antillas y fueron a parar en la Habana Cuba, siendo buscados hasta por debajo de las piedras por los secuaces del régimen monárquico Español.

Sobre El Capitán Juan José García de Hevia, según la crónica sostiene que éste se fue a la clandestinidad, y como todo héroe, la fabula se posesionó sobre él, dícese que se le veía cabalgando por la Serranía  entre los valles de Mérida y Táchira, (entre el Portachuelo,, y el valle de Los Mocoties), hasta que se acogió al indulto dado por El Rey. Oportunidad aprovechada por los Noguera y Neira, para abrirle juicio por habérsele hallado  deudor  con la Real Hacienda con 8.166 reales y 10 maravedíes, desde sus tiempos de administrador de la Renta de Tabaco. (AHM)

Miren la importancia del norte o ruta que tomó este movimiento, habiendo sido de alguna manera estimulado por los Neogranadinos, la movilización tomó rumbo hacía la Capital de la Capitanía General de Venezuela que no era otra que la Caracas donde dos años después vieron nacer al niño Simón Bolívar, lo cual indica que desde entonces nosotros los andinos del Táchira, Mérida y Trujillo hemos mantenido nuestro sentido de aprehensión y   gentilicio venezolano, lo cual desmerece la afrenta que en algún momento uno de aquellos llamados Padre de la Democracia,  califico a los andinos de ser:-“unos Cazurros Colombianos,  a  mediados de los años 30 del siglo XX.

Es decir, que desde entonces los venezolanos más occidentales de la Patria hemos tenido clara y precisa nuestra pertenencia a la territorialidad de la Nación denominada hoy Constitucionalmente como República Bolivariana de Venezuela.

Como se puede entender, este alzamiento, tuvo sus consecuencias, ante el escarmiento que las autoridades españolas, impusieron a los insurrectos, en juicios brevísimos y confiscación de todos sus bienes, ello se puede observar en los interrogatorios que le hicieron a los alzados que fueron calificados como reos, que habían mancillado la fidelidad al Rey. Muchos de estos Patriotas, les correspondió exiliarse en la Nueva Granada o en las Antillas; mientras otros  capturados, enjuiciados  y llevados a cárceles de Barinas, Caracas y Maracaibo, en condiciones ciertamente infrahumanas. (Solo hay que ver y leer en los archivos Históricos de La Grita, Mérida y Bogotá,  interrogatorios y fallos de condenas contra los sediciosos, que bajo bandera rojinegra y grito de “Viva El Rey, abajo el Mal gobierno” hicieron temer a quienes para entonces regentaban la autoridad monárquica en territorio de la Capitanía General de Venezuela y por lo tanto de la Provincia de Maracaibo, Mérida y La Grita.

De este movimiento Francisco de Miranda tuvo Noticias de primera mano al contar con informantes. (Particularmente de los Sucesos de El Socorro); el propio Miranda de su puño y letra hizo  análisis, ya que  en su haber tuvo noticias pormenorizadas, quien para entonces se movía sigilosamente por tierras antillanas. La opinión de Miranda sobre Los Comuneros se halla en el Tomo XV del Archivo personal de éste.

Finalmente la fabula de los pueblos, creó el fantasma de que  Juan José García de Hevia, se había ido a vivir en Bogotá, mientras otros decían que se le veía de vez en cuando en su corcel cabalgando por el Portachuelo y la cimarronera, como si fuese el Mio Cid, ya que con solo nombrarle, las familias oligárquicas  del valle de los Humogrias, temerosos se ponían. Es decir, que al Capitán Juan José García de Hevia le sucedió lo mismo que con el pasar de los tiempos, paso sobre el Rebelde y patriota Emiliano zapata, quien habían sido asesinado en una emboscada por sus archí enemigos, el pueblo de México, mejor dicho los de abajo, nunca creyeron que éste, hubiese muerto y menos aún en esas condiciones y en su esperanza de redención  siempre dijeron que  Zapata se había marchado con hermosas damas al Arabia.  Esta parodia viene en razón a que el Legendario Capitán de Los Comuneros, de origen Tachirense, apareció desnucando en el sector del Páramo El Portachuelo, límites entre La Grita y Mérida, acto reseñado en  la partida de defunción del 10 de Septiembre de 1809, donde se  puede leer que Juan José García de Hevia murió trágicamente, en ese lugar, camino real hacía Bailadores, donde fue hallado sin vida (AHG).

De manera que hoy, publica y solemnemente en nombre de esos hombre y mujeres que para aquel entonces arriesgaron su tranquilidad familiar, y hasta su vida al oponerse abiertamente ante aquel régimen oprobioso y despótico; que este cuerpo Legislativo del Táchira,  acuerde solicitar al alto gobierno Nacional, que se levante en las inmediaciones del lugar donde seguramente fue vigiado y asesinado este Capitán de la Libertad de los pueblos, un Gran Monumento, en Honor y reconocimiento al Movimiento Comunero de Venezuela, para  que sirva de punto de referencia al hecho histórico, seguro estoy, muy pocos Tachirense y Venezolanos tenemos ni remota idea o conocimiento de esta acción Heroica de aquellos gallardos y valientes andinos.

E igualmente, sugiero que este cuerpo legislativo tome cartas  en cuanto proteger  la memoria histórica, que esta resguardada en los papeles viejos que reposan en El Registro Principal, como es El Archivo Histórico del Táchira, que se halla en un estado lamentable, y requiere que manos expertas y con conocimiento científico, eviten que más temprano que tarde, miles de esos documentos colapsen a causa del deterioro manifiesto que presentan. Recordar que aquellos pueblos que no cuidan y preservan la memoria de sus antepasados, corre el riesgo de no saber cual podrá ser su futuro.

……………

Palabras pronunciadas en el Salón de Sesiones del Consejo Legislativo del Táchira. 10 de Julio de 2014.

Bibliografía Consultada: Comuneros Venezolanos.  J.N.Contreras Serrano. Biblioteca Autores y Temas Tachirenses.

Los Comuneros de Venezuela Carlos Muñoz Oraá. Talleres Gráficos Universitarios ULAS/Mérida 1971.

Los Comuneros de Venezuela. Otto Maduro. Artículo de Prensa 1981.

 



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Macario Sandoval

Equipo PSUV-Táchira.

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