Lo que les trasmito desde mi estado Cojedes no se si estará sucediendo en otros lugares del país, algunos dicen que en las grandes ciudades todo lo de la guerra económica esta controlado que los productos de la cesta básica se consiguen a diario y por doquier aunque aun persisten las colas, lo que nos quieren dar a entender es que es solo un problema del interior del país, pero si es así es muy grave y desde esta tribuna lo pongo de manifiesto.

A 15 años de lucha por mantener el poder político, hemos tenido muchos triunfos, igualmente algunos sinsabores, el Comandante logró con su extraordinaria capacidad sortear los peligros que por razones lógicas tenían que aparecer; quienes perdieron el poder no son poca cosa, mantenían y aun mantienen el poder económico, el poder mediático, el apoyo de grandes corporaciones capitalistas, sin embargo uno a uno de los ataques propiciados por la oposición interna y externa se fueron derrotando hasta el punto que llegamos a creer que ya el mandado estaba hecho y que nuestro país avanzaría sin mayores contratiempos a consolidar el procedo de cambio revolucionario.

La oposición muy disminuida, desconcertada, dividida y sin un programa alternativo válido que pudiera presentar que no fuera el de volver al pasado, solo se atuvo a la guerra de desinformación mediática, y a tratar de capitalizar uno tras otro los errores de nuestros gobernantes, errores estos que por lo general son achacados a lo inédito del proceso, a la inexperiencia, a la máxima de “inventamos o erramos”, eso el pueblo lo supo entender y aun hoy son nuestros principales argumentos. cuando enumeramos los enormes beneficios obtenidos por el pueblo en estos años de proceso (que no son pocos), se logra aplacar en parte el actual descontento propiciado por la guerra económica, con la esperanza que en poco tiempo nuestros gobernantes nos den la agradable noticia de que la guerra la hemos ganado.

Hay dos cosas que debemos analizar con mucho detenimiento; una es: que hay detrás de los comerciantes que se aventuraron a perderlo todo por tratar de derrocar al gobierno, que los mantiene, cuales son sus esperanzas, quien o quienes los financian, como están organizados en la logística, ningún empresario o comerciante en ninguna parte del mundo habría soportado una guerra tan larga, sabemos lo del bachaqueo, lo de los funcionarios infiltrados que lo permiten, el contrabando, y otros, entonces surge la segunda pregunta: a donde están los gobiernos e instituciones regionales, municipales, las organizaciones comunales, los defensores de la revolución, los flamantes consejos presidenciales, los legisladores y concejales, la defensoría del pueblo, la contraloría, fiscalía, los directores del mac, Inti, seniat, sundee, pedeval, los guardianes del pueblo, etc., etc., (todos ellos con minúscula); a diario vemos estos personajes con excelente retórica pero el asunto sigue igual o quizás peor.

Estando en las súper odiosas colas algunos dicen que es una estrategia del gobierno con fines electorales y que pronto nos veremos inundados con todos los productos regulados, yo diría que con el hambre y la paciencia del pueblo no se puede jugar, el problema ya se ha transformado de coyuntural a estructural, con la invasión de los chinos la guerra es larga y de mucha paciencia y esa virtud le sobra a estos comerciantes que no son dueños de sus comercios, que siguen instrucciones, que no les importa para nada que los multen, que los sancionen, quitan uno y llegan veinte, esa avalancha invasora hasta el momento ha sido indetenible y no es de ahora, recordemos que la mecha que prendió la llama en nuestro estado Cojedes en el 98 fue el maltrato ocasionado por un comerciante chino a una humilde mujer en Lagunitas quien la saco del negocio a patadas y el pueblo reaccionó.

En estos momentos estamos parados en un polvorín, no quiero ser ave de mal agüero pero lo que visualizo es que el pueblo aun no ha reaccionado y que para que esto suceda no hace falta mas que un pequeño motivo, por lo que he visto este pudiera ser el día que se genere un muerto en las peleas cotidianas entre los bachaqueros y el pueblo que hace las colas en los mercales desde la madrugada y en ocasiones desde el día anterior, cuando se inicia la venta se consiguen con que hay una lista pre establecida de no menos 100 bachaqueros que una vez que arrasan de primeros con los productos que mas escasean se trasladan a otro punto de venta donde también figuran en la lista y de esta manera generan la rabia del pueblo por la impotencia de ver frustradas sus aspiraciones de conseguir algo de comida para su familia y tener que esperar hasta la próxima semana que le toque su numero de cedula, a pesar de haber madrugado y sin que nadie lo pueda evitar y lo peor de todo tener por necesidad que comprarle a los bachaqueros a precios sumamente altos. Están avisados