Todo envuelto en una guerra económica, observamos en los diferentes medios de comunicación social a nivel nacional todo tipo de acciones contra el acaparamiento, la especulación, usura, contrabando de extracción tanto de alimentos como de gasolina, cemento, cabillas, etc que han llevado a decomiso, detenciones de funcionarios y dueños de empresas, etc, etc. Igualmente nos enteramos del despliegue del gobierno con la agricultura urbana y sus diferentes modalidades de implementación y la incorporación masiva del poder popular ya con resultados referenciales tangibles (Clap-huertos familiares y escolares). Observamos la mediana empresa activada para la producción de insumos y acabados para lo interno y un porcentaje para la exportación. Las jornadas de mercal y pdval casa x casa va en ascenso y toca las puertas de más de 500mil familias. La política pesquera apuntala la Venezuela potencia acompañada del turismo (18 millones de personas se desplazaron por todo el País en semana santa). La entrega de taxis y buses se viene desarrollando como una política constante para garantizar la movilización de la masa trabajadora productiva. Se han firmado importantes contratos colectivos en la administración pública.
En fin, se han activado 14 motores productivo para salir de la cultura rentista petrolera de 200 años e ir al país potencia productor, bajo la preservación de nuestra independencia y soberanía en la creación de alianzas estratégicas de convenios mixtos con empresarios patriotas, países potencias mundiales, y países del Mercosur, alba, celac. Esto definitivamente es real…no es invento…un país que cifra su futuro en la productividad, arco minero y el seniat para brindar la mayor suma de felicidad posible a su pueblo. Bien, ahora aterricemos en el estado Bolívar, epicentro de múltiples situaciones complejas de trascendencia nacional e internacional provocado por tentáculos mafiosos que han generado una sociedad de cómplices de altos, medios y bajos niveles, conjugados en “Industria para Delinquir” desde adentro con los de afuera. Las mafias del oro, diamante, coltán, hierro, alimentos, gasolina, cemento, cabilla, bauxita y pranes tiene su Corporación que las agrupa para actuar bajo el manto de la impunidad.
La guerra entre “mineros” es por el control de la productividad del territorio, Bolívar es el estado que consume más gasolina y gasoil del país y ocupamos el octavo lugar en población (contrabando de extracción hacia Guyana, Brasil, Colombia y las minas), la comida llega a Bolívar por gandolas y se esfuma de manera misteriosa (contrabando de extracción hacia los sitios arriba señalados), el gobierno regional vende a Bolívar como la panacea y todo lo que consumimos nos llega de otras latitudes, el acaparamiento para promover la especulación se desarrolla como si fuera una política de estado porque nadie hace nada para detener la barbarie de “empresas” acaparadoras de alimentos en las colas, que operan con 50 personas por cola diariamente e individualmente cada una compra los productos (6 veces en el día por establecimiento) y posteriormente entregan esa mercancía al prán empleador que luego la revende en las calles y bodeguitas improvisadas en cualquier lugar de la ciudad.
En las empresas básicas la corrupción, la desidia y desestabilización está a la orden del día, en estas empresas el comandante Chavez reivindicó el trabajo fijo para más de 20mil tercerizados explotados por contratas que eran dirigidas por empresarios y gerentes medios y altos de esas plantas, hoy se han convertido en un caos, producto de la acción humanista de Chavez que algunos sindicalistas la comercializaron y abultaron irresponsable, también la desinversión y el sabotaje permanente que siempre han promovido quienes hasta hoy se sienten afectados por llevar a unos “esclavos” a las nominas fijas de las empresas básicas y quitarle la teta que venían disfrutando por años. A esto hay que sumarle la política que desarrollan lamentablemente unos seudo-dirigentes que paralizan lo poca producción de esas plantas con el propósito de “destacar su liderazgo” y convertirse en potenciales candidatos ganadores en las elecciones de su gremio interno pero que responde a directrices guarimberas terroristas tumba gobierno. Otro campo a comentar es la poca visión que profesa en la práctica quienes tienen la responsabilidad de desarrollar y dirigir políticas desde las instituciones públicas para que las misiones, entre ellas la misión alimentación productiva con el potencial de este estado sea referencia nacional por el mejoramiento de la calidad de vida de su gente y no por el saqueo de sus minerales para la exportación que solo hasta la fecha ha beneficiado a mafias y carteles.
En el estado Bolívar lo productivo que tenemos es hoy es una pelea por las candidaturas a la gobernación, los empresarios que deben ser protegidos para el arco minero, los políticos que deben ir preso y los que deben salir en libertad, las colas por todos lados, la paralización de las empresas básicas, defensores de buenas y malas gestiones y las “cotorras” mediáticas de políticos y comunicadores que solo buscan notoriedad en rio revuelto. Hasta la próxima.
@EdgarBravoLaVoz
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