Tomada la medida necesaria de cierre fronterizo hacia la República de Colombia por San Antonio del Táchira y Ureña el día diecinueve (19) de agosto de dos mil quince (2015) por parte de nuestro Presidente Nicolás Maduro, luego del ataque paramilitar y terrorista perpetrado en contra de efectivos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), mientras estos realizaban patrullajes de rutina para combatir el contrabando de extracción de gasolina, alimentos, que para el momento se encontraba en su más alto nivel de descaro, y la escases de productos se hacía sentir en los comercios grandes y pequeños de todo el territorio nacional, afectando nuestro abastecimiento y seguridad alimentaria, y generando un ataque feroz a la economía de nuestro país, mientras tanto del otro lado de la frontera, lado colombiano, en la calles de Cúcuta se podía observar productos venezolanos en cantidades excesivas, que salían por contrabando de extracción, lo podemos afirmar en el siguiente portal digital de Misión Verdad, de fecha cuatro (4) de septiembre de dos mil quince (2015).
http://misionverdad.com/la-guerra-en-venezuela/asi-legaliza-colombia-el-contrabando-de-extraccion
Si bien es cierto que vivimos en un área fronteriza, y que por muchos años nosotros los venezolanos íbamos hacia Colombia a comprar sobre todo alimentos cuando el cambio nos favorecía, también es cierto que nosotros no llegamos a causar un daño a la economía Colombiana, como el daño económico que tenemos hoy en día en Venezuela a causa del contrabando de extracción y bachaqueo, pues para nadie es un secreto que Venezuela está viviendo una guerra económica, y desde Colombia se ataca a nuestra moneda, como lo explica el camarada Juan Carlos Tanus en un foro reseñado en la pagina de internet Difunde la Verdad de fecha dieciocho (18) de septiembre de dos mil quince (2015).
Lo que trajo consigo consecuencias graves a nuestra economía, convirtiéndose cualquier producto a un precio muy por debajo de lo que cuesta el mismo producto en Colombia, trayendo como resultado una avalancha de ciudadanos colombianos atraídos a comprar cualquier producto en Venezuela y en San Cristóbal específicamente por ser capital de un Estado fronterizo Táchira, pues no escapó de esos efectos, trayendo como resultado un aumento en el parque automotor, colas inmensas en las gasolineras, escases de alimentos, creando de esta forma un problema a Venezuela con el contrabando de extracción, generando una especulación en los precios de todos los productos y bienes en general, causando descontento en la población, y además formándose alrededor de estás practicas ilícitas mafias criminales de paramilitares venidos de Colombia que tienen el control del contrabando de extracción y distorsiona lo que está bien frente a lo que está mal, ocasionando pérdida de valores y moral en la sociedad, que vieron la facilidad de hacer mucho dinero a costa de la economía de todo un pueblo.
Cuando se dio la noticia del cierre de la frontera, por parte del gobierno venezolano, tuvo una aceptación contundente por parte de los tachirenses, que somos los que más nos vemos más afectados por estar en zona fronteriza, se notaron cambios positivos, desaparecieron las colas en las gasolineras, comenzaron aparecer los alimentos en los anaqueles; pero no fue por mucho tiempo, pues la estrategia de la derecha fue agudizar la escases bajando producción y acentuando la guerra económica, para crear malestar en la población y echarle toda la culpa al Gobierno Revolucionario, y tratar de dar un golpe de Estado.
No es nada extraño que con frecuencia se observa guarimbas en San Cristóbal, sobre todo por la sede vieja de la UCAT en barrio Obrero, y por la avenida Libertador frente a la Escuela Técnica Industrial (ETI), donde un pequeño grupúsculo de estudiantes opositores, pagados por la derecha venezolana, intentan crear caos en la población, pero no cuentan con apoyo ni de los mismos seguidores de la oposición, pues ya tuvimos la infeliz experiencia de las guarimbas del 2014, cuando “La Salida”, convocada por Leopoldo López y María Corina Machado en febrero de ese año, en ese momento si contó con la aceptación de los opositores en un principio, donde fueron colocadas un número importante de barricadas en la parte alta de la ciudad y generó una ola de violencia, asesinatos, quema de instituciones públicas, quema de unidades de transporte públicos y privados, daños cuantiosos a la ornamenta de la ciudad, semáforos destruidos, obstaculización de libre transito, y creando en la ciudad un toque de queda obligatorio que nos duró cuatro meses aproximadamente, pues después de las 4 pm era muy peligroso movilizarse por la ciudad debido a la inseguridad que reinaba en las calles por las bandas de delincuentes y paramilitares, eso gracias a las guarimbas de 2014, por todo esto las guarimbas son rechazadas contundentemente por todos los san cristobalenses.
Hoy cuando han transcurrido poco más de ocho (8) meses del cierre fronterizo, vemos con preocupación la intención del gobernador Vielma Mora de abrir el paso fronterizo, sin que tengamos garantía por parte del gobierno Colombiano de solucionar el problema de contrabando de extracción de gasolina, ni mucho menos solucionar el problema de ataque a nuestra moneda desde las casas de cambio en Cúcuta, es verdad que necesitamos que el paso por la frontera se abra, son múltiples los motivos positivos, tenemos venezolanos y colombianos que viven aquí y que tienen familia en Colombia y también sucede lo mismo del caso contrario, también necesitamos relacionarnos comercialmente, culturalmente, pero que las condiciones para esa apertura fronteriza se haga en un marco de respeto y paz que genere felicidad para ambas naciones hermanas.
Si de algo hemos aprendido con las arremetidas de la derecha apátrida venezolana y del imperio yanqui por acabar con la Revolución Bolivariana, es que nos sirve para profundizar la Revolución y tomar los espacios que por justicia le pertenece al pueblo, recordemos que en 2002 cuando se atacó a PDVSA con el paro petrolero, luego de esto la Revolución logró tomar control por primera vez de la industria petrolera y ponerla al servicio del pueblo como lo viene realizando, apoyando diferentes misiones, planes y programas sociales.
Viendo el lado positivo de la guerra económica, en el fondo la derecha nos están haciendo un favor, aunque sea doloroso, porque tratar de doblegar a un pueblo atacando su estómago es una bajeza de toda índole, no lo lograrán, pues hay conciencia en el pueblo venezolano, ya hemos sobrepasado por varias arremetidas de la derecha apátrida apoyada por los gringos contra la Revolución Bolivariana, es el momento de hacer la Revolución Económica, y de pasar de un rentismo petrolero a una economía productiva verdadera, es decir, del Capitalismo al Socialismo, que desarrolle las cadenas productivas de una forma sana y que vaya en función del beneficio del pueblo y en armonía con el medio ambiente, para ello el primero que está parado al frente dirigiendo este barco llamado Venezuela es el Presidente Obrero Nicolás Maduro, y por tal motivo ha establecido los catorce (14) motores que impulsará la economía venezolana, no es tarea fácil, montar una estructura económica nueva de un país dura muchos años, pero estamos comenzando, eso es lo importante, y nosotros como revolucionarios que amamos esta patria tenemos un compromiso, primero moral por todos aquellos que han caído en esta lucha por hacer de Venezuela un país mejor, por nuestros hijos y por las futuras generaciones que merecen vivir en un mundo más justo.
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