El 23 de noviembre votaré temprano en la unidad educativa que lleva el nombre de mi querido amigo Nixon Mejías, en El Moján, municipio Mara del estado Zulia. Votaré esperanzado porque creo en este país y en este pueblo digno y hermoso. Votaré a la alcaldía por Luís Caldera que va a una segura reelección por haber cumplido una primera muy buena gestión y ser un líder trabajador; votaré por el diputado del circuito, el buen compañero de luchas indígenas y sociales Lizandro; por la joven e inteligente diputada indígena Zenaida Fernández, por la lista al CLEZ donde también van valiosos y apreciados camaradas del PCV, y a la gobernación por Jean Carlo, sin ninguna duda. Voto completo por la Revolución.
Pero nuestro voto socialista del 23 de noviembre apunta mucho más allá de esa mera fecha. El voto del 23 de noviembre es el voto por la reafirmación de la dignidad nacional. Es la ocasión para enmendar los errores del referéndum de la reforma, cuando las maquinarias locales al servicio de caudillos encamburados, se desmovilizaron para impedir la reelección presidencial. El 23 de noviembre los chavistas de verdad nos movilizaremos masivamente más allá de simpatías o complacencias con los candidatos escogidos, para reafirmar el liderazgo del hombre que despertó la historia en este continente y enrumbó al país por la senda de la dignidad perdida y ahora profundamente reivindicada.
Porque si se llegaran a perder importantes espacios políticos, la canalla internacional monta fiesta e intoxica al mundo con sus titulares sobre la decadencia de la Revolución Bolivariana. No tememos que la oposición gane lo que en buena lid tenga que ganar, pero alertamos sobre una eventual arremetida de los factores imperialistas y sus serviles oligarquías, que tratarían de magnificar sus triunfos y sobre esa base desestabilizar e intentar la quiebra de Chávez.
No nos dejemos manipular. Para nosotros el triunfo revolucionario del próximo 23 de noviembre debe ser la antesala para la conquista de la reelección presidencial por otro período y eso debemos lograrlo a través de la iniciativa popular. Ya la burocracia acomodada demostró torpeza e inconsecuencia para lograr esta meta estratégica. Ahora le toca al pueblo tomar las riendas de esa operación política de primer orden, garantizando la permanencia del único líder que asegura la unidad y la profundización del proceso revolucionario. Será un gigantesco movimiento popular el que se active a partir del 24 de noviembre en busca de las firmas y la fuerza para establecer, constitucionalmente, el derecho soberano del pueblo venezolano de continuar sembrando la patria bolivariana.
La lectura de los signos de esta era histórica de crisis y de cambios, nos hace concluir que Venezuela necesita consolidar el modelo emprendido hacia la construcción de una nueva sociedad; modelo que apenas comienza a sentar sus bases y que es, en términos absolutamente científicos, un experimento en pleno desarrollo.
El socialismo venezolano, mezcla de nueva independencia y conquista del futuro, requiere de un tiempo pausado y planificado para hacerse tangible y sustentable. La única garantía de que el proceso se mantenga es la conjunción del liderazgo del Comandante Hugo Chávez y la fuerza popular que sólo él logra unificar. Eso hay que tenerlo muy claro en esta coyuntura.
Por eso hermanos, este voto no es una simple elección local o regional como algunos fabuladores electorales han querido imponer, no señor, esta elección está amarrada a todo cuanto hemos soñado para la Patria y la humanidad.
Mi voto, como mi vida, está a la orden de Chávez y el futuro. ¿Y el tuyo?
Ildefonso Finol
caciquenigale@yahoo.es
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.
