El virus en peligro

El virus en peligro y la humanidad a salvo, en peligro y a salvo, en que hay, mas y más de ocho millones de casos límite contradictorios, de la ciudad desnuda y vestida, y, estos aspectos límbico antagónicos, en peligro y a salvo, es tan solo y sólo uno de ellos. El virus en peligro y la humanidad a salvo. Y, uno nunca sabe, en el decir del Principito Exupéry, y, que la razón inverosímil paradójica acompáñale al curioso discernitivo filósofo cojedeño, Roque Roco Pollo Ronco, el de matar dos piedras con un solo y sólo pájaro, ha de estar siempre presente, pues si el coronavirus ha venido para salvar a Natura, ha llegado para exterminar a la persona del pandemonio provocado por ésta. Persona y natura, en lucha sostenida y de unidad armónica contradictoria simultánea heraclitoiana de Hegel y de Marx. La persona que busca controlarla y natura que no déjase. La persona, la del calentamiento global y del cambio climático. Natura derrítese, de polos llorosos. Natura, factual fractal, copos de nieve contra capos aguados glaciares. La persona de la eterna guerra hípica troyana, contra la siempre paz buscada que conseguida bolivariana venezolana diametralmente distinta a la colombiana. La persona, una vacuna es otra guerra peligrosa viral. Natura, capas sobre capas y capós sobre capós, entre copos y capos, te veas exfoliada natura deshojada.

El virus en peligro. ¡Ajá, ajá! Tiénese la vacuna, aumenta persona humana y disminuye natura naturaleza. La eterna noria notoria ludovicosilvaiana. Aumenta la contaminación, ábrese la capa capó, copo del cielo ozono. El virus en peligro, la vacuna está cercana y está lejana, natura y persona en lucha de contrarios. Lo antropocéntrico y lo cosmogónico, en la unidad simultánea contradictoria. Y, endenantes, el derrumbe de Las torres Gemela Neoyorquinas, la mano del hombre las tumba, por fomentar las funerarias tumbas comunes coronavirus, entre la guerra y la paz. Redúcese, Quintiliano a natura y persona, las demás circunstancias a fosas comunes nobiunívocas nasales covic19, tiempo y espacio a persona y natura. Dicho y hecho, persona y natura. Lengua y habla. Lengua del hombre y habla de la naturaleza. La naturaleza habla y llora, y, derrítese de risa, hablando de sí misma, habla con gran tormento en las tormentas shakespeareianas timoneadas tornadas tronadas en cubierta capó capo retando capacitada maniobra a grito atormentado ¡que flor tengo! cual Júpiter Tonante, jugando truco margariteño robertomalaveriano en malabarismo deseado envidar en falso. El virus en peligro, jugando en serio truco a los venezolanos y al mundo, con la vacuna que no aparece. Y, la biotecnológica Moderna Inc. de EEUU, esconde la fórmula como Aristóteles al medio en medio de La Gran Moral, entre exceso y defecto, por, mas y más, de tres mil años, sin contrapeso a su lógica elemental del tercio excluso estagirita de bachillerato. Hasta que la Pfizer con despecho, y, la compañía biotecnológica Moderna Inc. dispútese despacho, ante la Pfizer, y promulgue como decreto de jeringa en cochina cocina, una vez, mas y más, que redúzcanse a costuras los chinos disminuidos achatados en ruta seda pequinesa trapo de tela y de crehuela, como cantara Rosa María, la vieja en camisa crehuela, del San Carlos de ayer calitogarciaiano de la calle Alegría, de la gripe española y del amor en los tiempos del cólera en el pilón de Marcos Vilera y en el botiquín de Juan García.

El virus en peligro. Con digresión y sin digresión, no conoce fronteras, en que aumenta el coronavirus en Venezuela, la guerra y la paz, la bandera de Colombia de virus envuelta. A mas y más mercenarios traficantes terroristas el virus con metralleta, y Venezuela que jódase ¡yo no sé! hay golpes feroces en la vida cesarvallejoianos, hermano. ¡Ay, que terrible cinco de la tarde garcialorcaiana! ¡Podrá no haber coronavirus, mas y más, habrá siempre poesía gustavoadolfobeckeriana! ¡Y, una mujer me espera whitmaniana, con y sin tapaboca! Y, no como la perrera de un gobernador de Venezuela en una ínsula que no Barataria de Nueva Esparta, violador de la cuadragésima cuarentena cuaresma, y que al coronavirus no respeta. Con digresión y sin digresión, la samba brasileña microorgánica, entra por Santa Elena de Uairén, como Pedro por su casa. Y, Bolsonaro, destituyendo y destruyendo a los ministros de salud, en rauda simultaneidad increíble, por los embustes que dicen sobre el coronavirus. En tanto Jair, en moto náutica en recreo, desafía a los venezolanos en la frontera, de vuelta a la patria, por maltrato xenofobia discriminación paradisíacos demonios vendidos contra la Venezuela buena tierna ante la pandemia, que espera y acoge a sus hijos, y, pónele la mesa. La guerra y la paz, la falsa propaganda y la compra papanatas, y, al otro lado de la frontera, el desprecio y la exclusión, la tierra nos llama, natura nos habla, vuelve hijo vuelve hija a Venezuela, de las horribles promesas falsas a promisoria belleza cierta venezolana.

El virus en peligro. El que respira no aspira, con coronavirus pulmón fulminado, y corazón amainado, aire y amor, suelo y cielo, en la contradicción, del pulmón al corazón, muévese el coronavirus como Pepsi con amor. Y, Venezuela, espantando el perro antes de que se eche la miada. Y, Colombia y Brasil, echando vaina, sin paz y con miseria con la guerra y sin la perra, y, el virus de Duque y Bolsanaro, que penetra. No les importa la humana humanidad, mas y más, les comporta que les importa la gerber compota del dinero, la perra de la guerra contra la paz de Venezuela.

El virus en peligro. Sinopharm Group de la China y la compañía biotecnológica Moderna Inc. de EEUU, en repugnante pugna por coronarse la corona de la vacuna que pone en peligro al virus coronavirus. La Pfizer, en despecho por despachos de Sinopharm, que Wufam-China, en que sembrara el criminal gringo go home el virus mortal, y, reducir la ruta de la seda pequinesa a trapo de crehuela, y, diéronle los chinos el rempujón a la mala intensión gringa supermán, devolviéndolo en bumerang, en Torres Gemelas Neoyorquinas, no mas y no más. Y, en diciendo los maotstungianos chinos, que no hay razón de hacer el infierno, mas y más, demoniaco hanscristianandersoniano infernal, peor de lo que ya es, todo ha de tener sus casos límite contradictorios caliginosos complementarios correlativos, paradisíaca contrachapa a lo del yanqui, que halo dicho Xi Jinping, que no el presidente de Venezuela, que apuesta a que el perro no se mea, y, alejando las penas en forzosas cuarentenas voluntarias, de cuadragésima tapaboca, que ni adecos ni copeyanos y sus derivados, hanle quitado pa’ponerlo de taparrabo, en la curva plana y exponencial de la autopista del centro aristotélica profunda, sin urnas desparramadas de cartón de Guayaquil y sin fosas comunes y fosas nasales que se barrunten.

Si el virus en peligro y la humanidad a salvo, y si el virus a salvo y la humanidad en peligro, son casos límite contradictorios caliginosos complementarios correlativos. Entonces sea dicho que el virus covi19 peligra con la vacuna de Sinopharm Group de la China y la compañía biotecnológica Moderna Inc. de EEUU. Ergo vergo sea dicho que la vacuna evita la urna, mas y más, sigue la lucha de contrarios. Ergo vergo sea dicho que la vacuna evita la urna, mas y más, la vacuna inmuna. Ergo vergo sea dicho que el esclarecido filosofo cojedeño, boxeador dechado cuadrilátero de lumbrera luminaria pegada sin tautología repetitiva platónica, que expresara la expresión nunca oída, mas y más, escondida, entre exceso y defecto aristotélico, o sea osea ósea: "El que pega primero pega dos veces, asina asín así, con y sin echar el resto, qué reto arrecho." Ergo vergo sea dicho que el coronavirus, expresa la lucha de contrarios hegeliana y marxista, entre la ruta de la seda pequinesa china y la cocina cochina norteamericana, entre el coser chino ratino y el cocer norteamericano cochino.



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Miguel Homero Balza Lima


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