Los creadores son una rara especie que hay cuidar y proteger, en Japón, una vez que arriban a los 60 años de edad, los consideran “Tesoros Vivientes”. Mientras que en Venezuela, un gran número de creadores, no cuentan ni siquiera con la pensión del seguro social, por no cumplir con las cotizaciones legalmente requeridas, aunque algunos, han cotizado toda su vida, en el enriquecimiento de sus creaciones, para el patrimonio artístico-cultural venezolano.
El endemoniado y extinto “ALCA”, proponía entre otras cosas, la eliminación de la “Propiedad Intelectual”. A propósito de la corrección del gazapo “inversión” por “invención” en el artículo 98 de la Constitución del 99, un grupo de legisladores venezolanos, propusieron incluir algunos cambios, como lo es, mantener el reconocimiento moral del autor, mas no la explotación económica en la propiedad intelectual (que no se parece a la explotación de algunos políticos, que se han enriquecido de la noche a la mañana, como por arte de magia). De esta manera, se reduce la Ley del Derecho de Autor en muchos aspectos y se minimizan algunos convenios internacionales suscritos por Venezuela en el campo autoral.
Entre quienes levantaron la iniciativa, se encuentra el Diputado Earle Herrera y Luis Brito García, ambos, reconocidos escritores y creadores venezolanos. Asimismo, Eduardo Samán, Director de Sapi (Servicio Autónomo de la Propiedad Intelectual), marchó hasta la Asamblea Nacional, junto a un grupo de buhoneros, para pedir la legalización de la piratería y la eliminación del artículo 98 de la Constitución, me pregunto: ¿cómo queda el eslogan del Seniat?: ¡dile no a la piratería!. Espero que en el pasado y presente, algunos creadores propulsores de esta reforma, se hayan comportado en este sentido como Alí Primera, ¡que jamás cobró un centavo por su obra musical!, y vaya... ¡qué patrimonio tan hermoso dejó al pueblo venezolano con su arte!.
Una cosa es la propiedad intelectual de las marcas, entre ellas las medicinas y patentes, que violenta el derecho humano a la salud, y otra es, la creación artística. Por ello, no se pueden mezclar en un papel y decidir por todas, justificando el numeral 32 del artículo 156 de la Constitución del 99, respecto a la propiedad intelectual. El Alba, debe rescatar esta injusticia, para definir y colocar cada cosa en su lugar. “El autor de una obra del ingenio tiene por el solo hecho de su creación un derecho sobre la obra que comprende, a su vez, los derechos de orden moral y patrimonial...”. Ojalá el estado promueva la creación de casas disqueras, ojalá el registro y depósito de la producción intelectual, pase a ser gratuito a través de la Dirección Nacional de Derecho de Autor.
En verdad, el propio Presidente Chávez lo dijo hace un tiempo, “el derecho de autor no debe ser capitalista”, pero, es discutible otra alternativa desde la perspectiva socialista, sin tener que acabar de un solo plumazo, con la eliminación de estos derechos, amén de desproteger a muchos creadores, porque, tampoco se propuso algo alterno y allí precisamente, faltó la mano de la creación para aportar ideas. Así se impone entonces la desigualdad. Hay una expresión que dice: “amor con hambre no dura”...la creación ciertamente, no es para enriquecerse de modo material, ella llena el espíritu del hombre, pero: ¿sabe el estado si este creador llena su estómago?...en este sentido, su ingreso de autoría, es un medio de arte y a la vez de vida, más allá de llenar de cultura a un pueblo.
Si el fondo de este asunto es acabar con Sacven, Avimpro o cualquier entidad de gestión colectiva (que muchos resentidos lo ven como una élite), lo mínimo que debieron hacer, fue consultar a los propios creadores y escuchar sus propuestas alternas, porque en verdad, no se está acabando con instituciones, mas bien se acaba con el patrimonio creador. En el caso de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela “Sacven”, puedo dar fe, que soy uno de los creadores que está en ese 90% de unos 10.000 (diez mil) que no cobran derechos de autor, pero, debo reconocer, que aún estando sin un ingreso fijo, recibo apoyo de esta sociedad, a través de un programa de asistencia social proveniente de los derechos de autor, y así como yo, muchos que son famosos incluso, pero sin un centavo. Ahora, donde si estoy totalmente de acuerdo, es la regulación de aquellos autores que cobran cantidades excesivas por sus creaciones.
Una famosa agrupación cantó algo así: “yo solo quiero pegar en la radio, para ganar mi primer millón...”, cosa que no es mi sueño, en todo caso, yo plasmo un futuro a mi familia, como el que cantaba el Presidente de la Subcomisión de Cultura de la Asamblea Nacional, el Diputado Cristóbal Jiménez: “quiero comprar para ti una casa bella, que tenga flores y claveles al entrar....donde se cojan con la mano las estrellas, donde se duerma con el ruido de la mar...”