Cumbre de las Américas: el imperialismo juega posición adelantada

Esta es una intensa semana noticiosa: el viernes 10 y el sábado 11 se desarrollará en Panamá la VII Cumbre de las Américas, la primera donde estará presente Cuba, pero la candela ya está prendida. Es más, desde el miércoles 8 comenzarán a actuar con mayor intensidad in situ el imperialismo y la derecha continental, con la realización del llamado “Foro de la Sociedad Civil”. Y también con la visita de Obama a Jamaica, el jueves 9, y sus reuniones con la Caricom y con el SICA (Sistema de Integración Centroamericana).

Hay muchas proyecciones y especulaciones sobre lo que allí pasará. Nosotros no tenemos una bola de cristal, pero sí hay indicios que permiten avizorar algunos escenarios, aunque la terca realidad nunca está exenta de sorpresas. Por lo pronto, adelantemos que se estarán desarrollando dos Cumbres de las Américas: una real y una virtual. Esta última será, por supuesto, una construcción mediática.

Veamos, primero que nada, las características generales de los dos eventos principales organizados en torno a la Cumbre oficial: el del Imperio y la derecha, por un lado, y el del antiimperialismo y la izquierda, por el otro. Fiel reflejo de lo que insistentemente hemos definido como la contradicción principal de esta época histórica, no nos molesta repetirlo sin cesar: la que enfrenta al imperialismo, sus aliados y sus lacayos, por un lado, y a las naciones soberanas y a los pueblos, por el otro.

El Foro de la Sociedad Civil tiene el patrocinio y el favor del gobierno panameño y todo indica que se trata de un evento instrumentalizado por el imperialismo. El embajador de Estados Unidos en Panamá anunció que su país llevará una enorme delegación de más de mil personas, que incluiría a sectores de la oposición venezolana y cubana.

La agencia Prensa Latina señala un ejemplo que sirve para ir aclarando de qué va el Foro de la Sociedad Civil, cuya organización está a cargo de una comisión un tanto misteriosa. El Movimiento Independentista Nacional Hostosiano (MINH) de Puerto Rico recibió por escrito la desaprobación de la Red de Derechos Humanos de Panamá, decisión que denunció, en un documento al cual tuvo acceso la agencia de noticias cubana, la independentista portorriqueña Wilma Reverón Collazo: “Me sorprende que en el mantenimiento de un equilibrio geográfico, temático y de género entre los participantes, se excluyó al representante de la colonia más antigua del mundo, con la mayor población de personas bajo el colonialismo…¿Tendrá alguna relación que el poder colonial es de los Estados Unidos?”. Y además señaló algo muy significativo­: “… recibir la respuesta en inglés, de una organización donde la mayoría de sus miembros hablan español, es reflejo de la mentalidad neocolonial y servil”.

En la lista de invitados al Foro hasta ahora hay un desbalance con énfasis en actores abiertamente contrarios a los gobiernos de Cuba y Venezuela, mientras que igual tratamiento no reciben otras organizaciones, como los padres de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa, en México, Colombianos  por la Paz o los latinos que en Estados Unidos luchan por leyes migratorias favorables.

Bajo la mampara de un supuesto “equilibrio”, realmente el Foro servirá a la creación mediática de una Cumbre de las Américas virtual, de lo cual hablaremos más adelante en este artículo.

Es bueno que se sepa que una de las principales organizadoras del Foro, la panameña Magaly Castillo, es una persona cercana a la embajada de Estados Unidos en Panamá. De hecho, Castillo, quien forma parte de una organización llamada Alianza Ciudadana Pro Justicia, fue nominada en 2012 por esa Embajada para el Premio Internacional a las Mujeres con Coraje presentado por la Secretaria de Estado, Hilary Clinton, y la primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama.

Como importante contraparte a esa manipulación se realizará la Cumbre de los Pueblos, simultánea a la Cumbre oficial, y será un evento antiimperialista en el que participarán numerosos representantes de movimientos sociales. Según informó uno de los organizadores de la Cumbre de los Pueblos, el panameño Orlando Beluche, el rechazo al decreto de Obama contra Venezuela “Va a ser uno de los puntos de la declaración final, porque es una amenaza para la paz y la estabilidad del continente”.

Según los organizadores de esta Cumbre alternativa, el presidente Evo Morales confirmó su participación en la misma mientras que Nicolás Maduro, Daniel Ortega, Raúl Castro, Rafael Correa, Cristina Fernández y Dilma Rousseff están invitados a la clausura.

A la Cumbre de los Pueblos ya han confirmado y participan del comité organizador, las principales organizaciones sindicales panameñas (Conusi, CNTP, FAT, el sindicato de la Coca Cola y otras). Además, se espera que asista una numerosa delegación de pueblos originarios, organizaciones estudiantiles, sociales, ecologistas, etc. También se contará con la participación de representaciones sindicales de todo el continente, sobre todo de las afiliadas a la Federación Sindical Mundial, así como de una enorme delegación del pueblo boliviano que acompañará al presidente Evo Morales, e importantes representantes de Cuba, Venezuela, Centroamérica, México y Puerto Rico.

Estos eventos serán los dos contornos más calientes que acompañarán en el menú al plato principal, la Cumbre de las Américas.

Visto este panorama, recordemos que hemos definido la estrategia de Estados Unidos hacia la Cumbre como de control o reducción del daño, dado los traspiés políticos que ha venido sufriendo el Imperio desde que se conoció el malhadado decreto contra Venezuela, sobre todo por las reacciones de la ALBA, la Unasur, la CELAC y los pueblos de Venezuela y el mundo. Para ello buscarán dar preeminencia al tema de los “derechos humanos” con relación a Cuba y Venezuela, en nuestro caso con particular énfasis en los “presos políticos”, señaladamente las situaciones de Leopoldo López y Antonio Ledezma.

La línea del Imperio para la Cumbre de las Américas fue anunciada en algo por el jefe de gobierno español Mariano Rajoy. En una entrevista con Radio Nacional de España, Rajoy recordó que en los últimos meses ha recibido en la sede del Partido Popular, como presidente del mismo, a las esposas de López y Ledezma, presos en Venezuela “sin que haya ningún motivo para que estén en la cárcel” y añadió que en el siglo XXI debe haber “regímenes de democracia, libertad y derechos humanos“.

            El imperialismo, con toda la intención, está jugando posición adelantada y con esto trata de obtener ventaja en el terreno mediático, donde como de costumbre se va a formular buena parte de la percepción de lo que ha de ocurrir en la Cumbre. Como hemos dicho, por un lado está, a partir del miércoles, el “Foro de la Sociedad Civil y Actores Sociales”. Y por otra parte tenemos la visita de Obama a Jamaica. Pareciera que en este último caso Estados Unidos tratará de torpedear los acuerdos de Petrocaribe y promover la división de los países de América Latina y el Caribe. No podemos asegurar que en esas reuniones se abordarán los temas de los Derechos Humanos en Cuba y en Venezuela. Ni siquiera se puede inferir que tal abordaje represente una ventaja para el imperialismo, dado que en el Caricom hay varios países que son miembros plenos de la ALBA (Antigua y Bermuda, Dominica, San Vicente, Las Granadinas y Santa Lucía) y del SICA forman parte Nicaragua y El Salvador. De todas formas habrá que esperar a ver qué sale de esas reuniones, aunque es claro que en el caso del Caricom se estará tratando de bombardear a Venezuela y minar su “influencia” en la región.

            En cuanto al Foro de la Sociedad Civil, probablemente funcionará como plataforma de lanzamiento de los objetivos yanquis en la Cumbre. Siendo que se inicia dos días antes, permitiría ir colando mediáticamente el tema de los “derechos humanos” y abundarán acaso las entrevistas, con bombos y platillos, a disidentes cubanos, opositores venezolanos (Mitzi de Ledezma, Lilian Tintori, Carlos Vecchio y Darío Ramírez, por ejemplo) y a figurones de la farándula política, intelectual y “civil” de la derecha continental. De esta manera se estaría estableciendo una avanzada para condicionar mediáticamente la cobertura de la Cumbre e influir en la percepción de la misma (Cumbre virtual vs Cumbre real).

            A las manipulaciones imperialistas pre-Cumbre  se suma la intensa actividad del club de ex presidentes neoliberales. Ayer se anunció que diecinueve exjefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos denunciarán la “alteración democrática” que “sufre” Venezuela mediante la llamada “Declaración de Panamá”, que se presentará el próximo día 9, víspera de la Cumbre. Según informó la fundación Faes, presidida por el ex presidente ultraderechista del gobierno español José María Aznar, los firmantes piden a los participantes en la Cumbre que aúnen esfuerzos para construir una “alternativa” a la “crisis venezolana”. A la lista del club se han sumado hasta ayer Jorge Quiroga (Bolivia); Sebastián Piñera (Chile): Andrés Pastrana, Álvaro Uribe y Belisario Betancur (Colombia); Miguel Ángel Rodríguez, Rafael Ángel Calderón, Laura Chinchilla, Óscar Arias y Luis Alberto Monge (Costa Rica), Osvaldo Hurtado (Ecuador); Alfredo Cristiani y Armando Calderón (El Salvador); José María Aznar (España); Felipe Calderón y Vicente Fox (México), Mireya Moscoso (Panamá), Alejandro Toledo (Perú) y Luis Alberto Lacalle (Uruguay). Como se ve, se trata de la flor y nata del neoliberalismo y de la derecha latinoamericana.

            En la “Declaración de Panamá”, los ex mandatarios neoliberales piden también la puesta en libertad de los “presos políticos” y restablecer las condiciones para el ejercicio de los “derechos fundamentales”.

Los diecinueve ejemplares del Parque Jurásico latinoamericano afirman que la Cumbre de las Américas no puede obviar “la urgente e inaplazable necesidad de apoyar al pueblo de Venezuela” y se dirigen a los participantes, a la OEA y a la ONU, para alertar que “la alteración democrática que sufre el país se profundiza en lo social y lo económico” y piden “esfuerzos para construir una alternativa de solución que respete los principios constitucionales y las normas internacionales”.

Así pues, el imperialismo y sus aliados están extendiendo la alfombra sobre la cual se abra paso la canalla mediática para hacer bastante bulla y regar bastante basura antes de que la Cumbre se inicie, pensando acaso que así pondrán a la defensiva, ante la opinión pública, a las fuerzas progresistas y a los medios antiimperialistas.

Si la ofensiva mediática imperial pre-Cumbre logra su objetivo, tendrá que garantizarse el éxito resonante de las fuerzas antiimperialistas con la Cumbre de los Pueblos, lo cual hará necesario que de algún modo se hagan presentes en la misma los grandes líderes antiimperialistas e integracionistas de América. Ojalá se cuente en ese sentido con algunos apoyos que están en duda, como los de Dilma Rousseff, en menor grado,  y Tabaré Vásquez. En ese sentido, no se puede asegurar cuáles serán las posiciones de Uruguay después de las lamentables declaraciones de su Canciller el día lunes. En efecto, el canciller uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, manifestó que su gobierno está muy preocupado por la situación en Venezuela, tras denuncias sobre supuestas torturas en cárceles y la supuesta autorización oficial para reprimir manifestaciones con armas de fuego. Nin declaró que algunos episodios ocurridos o denunciados en Venezuela bajo el gobierno de Nicolás Maduro “generan mucha preocupación”. El canciller se refirió en particular a la “autorización que hay para reprimir manifestaciones con armas de fuego… es un exceso a todas luces”.

            Nin aludió un reciente informe de Amnistía Internacional llamado “Venezuela, los rostros de la impunidad”, en el que se denuncian presuntas muertes de manifestantes por disparos de policías o grupos progubernamentales, torturas y vejaciones sexuales, así como detenciones arbitrarias y represalias por denunciar abusos. Sobre estas infamias el canciller uruguayo dijo que es un reporte “enormemente preocupante… sobre todo para un país que vivió las mismas condiciones que están viviendo parte de los venezolanos ahora hace más de treinta años y tuvimos que salir al mundo a pedir ayuda”.

Pero Nin dijo algo mucho más grave: “Los derechos humanos es la única materia en la cual la no injerencia en los asuntos internos de los países no es válida… Los derechos humanos se defienden todos en todas partes del mundo”. De esta manera, Uruguay ha pasado de rechazar, a apoyar el decreto injerencista de Obama, lo cual significa que las presiones del imperialismo y la guerra mediática están surtiendo efecto en los eslabones más débiles política e ideológicamente del conjunto de los gobiernos de Suramérica considerados progresistas. Cabe preguntarse ¿está logrando el imperialismo sus primeros éxitos en la planificada tarea de dividirnos, uno de cuyos hitos es el mencionado ataque contra Petrocaribe?

En todo caso, ante ese panorama, crece la responsabilidad de la nueva camada de líderes progresistas de América Latina y de Cuba, que tiene el gobierno antiimperialista más antiguo del continente.

Además del condicionamiento mediático previo a la Cumbre, una de las opciones que parece contemplar Estados Unidos es la de quitarle protagonismo a la discusión sobre el decreto injerencista contra Venezuela. Esto no es tan difícil lograrlo. Por una parte, se puede imponer una propuesta de que los debates se hagan a puertas cerradas. Ya alrededor de esa hipótesis se podría dar la primera gran división de los países latinoamericanos, y así conferirle un matiz caótico a la Cumbre desde un principio, lo cual jugaría a favor de los intereses de Estados Unidos. Además, podría darse la situación de la más reciente Cumbre de las Américas, realizada en Cartagena en 2012, en la cual no pudo acordarse una declaración final por no llegarse a consensos en cuanto a los temas tratados.

En esta última dirección, la subsecretaria de Estado estadounidense para Latinoamérica, Roberta Jacobson, adelantó que Estados Unidos rechaza que la “crisis” que atraviesa con Venezuela opaque la importancia regional de la Cumbre de las Américas y explicó, en el centro de estudios Brookings, que su país no acudirá a la Cumbre con el objetivo de sacar a la palestra las relaciones entre Washington y Caracas, sino para “aprovechar el foro y abordar intereses comunes”.

Como se ve, no está nada fácil para nadie la situación en la Cumbre. Puede haber sorpresas de cualquier tipo y hay que prepararse para una batalla mediática posterior que puede ser de altos decibeles. No se puede asegurar que alguien vaya a salir de allí con todas las tablas en la cabeza, como piensan algunos. Va a ser una batalla de pronóstico reservado. Ojalá que la ganemos, tenemos buenas posibilidades, pero no podemos confiarnos, como ya hemos dicho.

 

 



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Néstor Francia


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