Tenemos, como era de esperarse, un día más de campaña electoral luego del cierre oficial de la misma. Del lado del antichavismo, los refuerzos internacionales han venido a cumplir su rol y he aquí a un cabrón de nombre Luis Herrero haciendo su parte (libreto y dirección: Aznar y su partido neonazi): de entrada, el bicho dijo que en Venezuela hay una dictadura y que los procedimientos del CNE se prestan para una trampa. Un gafo que viene como observador descalifica al CNE y anuncia que la derrota que sufrirá la derecha mañana se debe a un fraude. Tras lo cual, por supuesto, fue echado del país. No con tanta violencia y humillación como suelen echar de España a los latinoamericanos, africanos y asiáticos, pero con suficiente irrespeto a su alta investidura como para que se decretara el éxito de su misión. Estemos claros y dejémonos de pendejadas: este imbécil no vino como obsrvador de nada sino a provocar y a intrigar para que lo echaran de Venezuela. Felicitaciones, sucio: has logrado tu misión.
El
borbónico rey de papel manda a a callar a nuestro Presidente (fuera de
España) y eso es un acto de coraje y de justicia; un eurodiputado le da
rienda suelta a los esfínteres de su jeta en nuestro país y hay que
calárselo, sólo porque es de derecha, hijo político de Aznar y amigo de
los multimillonarios venezolanos. Coman mierda.
Dos (¿o tres) mentiritas
para condimentar el "escándalo"
Por supuesto que la derecha venezolana estalló en un júbilo bobo. El pichón de burro Julio Borges le anunció al país, al mundo y a la galaxia entera que "un grupo de 30 funcionarios de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip) llegó al hotel Pestana en Los Palos Grandes y se lo llevó cargado (a Julio Herrero)". El paladín de la intriga y la provocación dijo por su parte que "seis u ocho policías" lo "levantaron en volandas" y lo metieron a la fuerza "dentro de una furgoneta". Antes de eso le habíaal embajador de su país en Venezuela: "tengo que decirle que los funcionarios han sido muy correctos ... que están cumpliendo con las órdenes que les han dado pero lo han hecho en todo momento con corrección. No tengo nada que decir en contra de eso". Ah, pero lo dijo apenas se bajó en Sao Paulo.
Y seguimos. Más cosas han de decirse de aquí a mañana, día de nervios y tensión. Y ni hablar de lo que se dirá después de conocerse los resultados. Ay, papá.