La derrota parlamentaria de Zulia: sin gestión no vale franela roja

Cada vez que hay una elección y el Zulia roja no aporta los resultados esperados, escuchamos cualquier justificación de los revolucionarios. Vienen otros comicios y sucede lo mismo. Las cifras no cuadran y surgen las argumentaciones y todo queda entrampado en un círculo vicioso que impide avanzar.

Hay que emprender la formación ideológica y relanzar las tres “R”, cuestiones obviamente indispensables, pero sin pretensiones de experto ni analista, sino como otro mortal más de Maracaibo - el municipio con mayor peso electoral del Zulia-, digo que en esta jurisdicción nunca ha habido gestión bolivariana.

Y mientras las comunidades no sientan un trabajo revolucionario ni se renueve esa dirigencia, a quien - por no hacer una labor tangible y convincente, no llevar siquiera al pueblo la solución de las necesidades de la vida cotidiana- le da la espalda en las elecciones, no habrá franela roja que valga.

La obra revolucionaria que se siente y se toca en esta región es la que emprende el Gobierno nacional, con el presidente Hugo Chávez como máximo líder del proceso.

¿Por qué Chávez gana en Zulia?, porque los zulianos percibimos su trabajo, tendente a beneficiar y a darle poder al pueblo. Ese es el objetivo.

Pero en Maracaibo, lo que siempre hubo y hay es la continuidad de una gestión manipuladora que emprendió Manuel Rosales desde 1996, cuando asumió la Alcaldía, sustentada en echar pintura y esa estafa le funcionó y se mantiene.

Rosales cogió a brochazos la ciudad y en las épocas festivas la llenaba de lucecitas y embelesaba a la agente con esa “novedad”, pero lo peor es que los alcaldes que lo sucedieron, incluyendo al revolucionario, no hicieron más que seguir esa gestión efectista.

Ahora, ¿por qué a Rosales le funciona la pintura y a los chavistas no?, porque tenemos a un Presidente que además de poner a estudiar a la población, se convirtió en maestro del proceso en cada intervención pública, para que el pueblo no se deje engañar y eso hacen los zulianos: no dejarse engañar mientras castiga con votos a los dirigentes que no se retratan con una obra palpable.

La población ve a un político rojito sin gestión y le dice ¡no!, es un principio no apoyar a dirigentes que dicen ser chavistas sin revolucionar las comunidades.

A esto se suma la corrupción, ineficiencia, traiciones e infiltrados en las instituciones públicas destruyendo el proceso desde sus entrañas, opositores que se dan el tupé de hacer contrarrevolución desde los mismos entes rojitos y no se ve que sucede algo.

Creo así, camaradas, que más bien sacamos muchos votos en esta región.


Periodista
albemor60@hotmail.com


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Alberto Morán


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