El fallecimiento de nuestro Presidente, que dividió la historia en un antes y un después ha dejado enorme tristeza y melancolía no solo en nuestro pueblo, sino en la mayoría de los países que conforman América Latina, que vio partir a temprana edad a un hombre que se enfrentó a todo tipo de vicisitudes y a los grandes y poderosos intereses nacionales e internacionales.
La desaparición física del Presidente significa una irreparable pérdida para el proceso revolucionario de nuestra América y el mundo, por su apego a las luchas destinadas a lograr la mayor suma de felicidad posible para nuestros pueblos.
Hugo Chavez representó la esperanza de los más necesitados, quienes con el pudieron salir de la marginación, la oscuridad y el abandono total a que fueron sometidos durante décadas. Con Hugo los analfabetas tuvieron la dicha de aprender a leer, los muchachos de los barrios más humildes pudieron ingresas a la universidad, y muchos ya son profesionales de la República; con Hugo en los rincones más apartados se puede ver un centro asistencial y contar con los medicamentos básicos para su atención; con Hugo los pobres y profesionales de bajos recursos pudieron obtener una casita para resguardo de su familia; con Hugo vimos desmembrar las tribus judiciales y colocar al soberano más cerca de la justicia; con Hugo aprendimos a querer nuestras instituciones, símbolos y valores; con Hugo hemos conocido la Constitución; sin Hugo fortaleceremos esos valores y esas instituciones y convertiremos a Nicolás Maduro en nuestro mandatario en nombre del pueblo y de Hugo Chavez.
Ese sentimiento que ha demostrado el pueblo venezolano en apoyo al Presidente Chavez se transformará en una avalancha humana, que saldrá a votar el 14 de abril por la continuidad y reimpulso del proceso revolucionario, y confiamos en que ese apoyo electoral hacia el presidente crezca y Maduro obtenga más de nueve millones de votos.
Muchos han sido los descalificativos hacia Nicolás por no poseer un título profesional y haber sido chofer del metro bus; pero precisamente esos son algunos de los puntos que las clases más necesitadas toman en consideración, por tratarse de una persona con quien se ven identificados, pero además Maduro ha demostrado saber desenvolverse en las distintas facetas que Chavez le asigno durante su gestión, siendo un hombre que escucha los consejos y recomendaciones de los especialistas en cada área, y ha sido muy ponderado al momento de fijar determinada posición. Por eso estamos seguros de que “Hay un camino”, pero el chofer para recorrerlo será Nicolás Maduro, con el espíritu de Chavez como brújula, indicando la vía a seguir.
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