"Pienso que hay combates que son necesarios, que a veces, incluso, hay que buscarlos y no dejarse llevar por derrotismos, temores y pienso que hay combates que son inevitables en este camino de búsqueda de la verdad y la vida".
"Cuando se pone más caliente la batalla, mejor todavía para los combatientes de verdad".
"Toda fuerza para el combate se organiza en función del objetivo a conquistar"
Hugo Chávez.
Treinta y siete (37) días para una contienda defintiva y definitoria del rumbo de la Revolución, son muchas las cosas que están en juego. Y en estos momentos, en que pareciera que la desesperanza se apodera en muchos de nosotros y que pudiéramos estar abrumados en lo negativo, quise iniciar estas líneas trayendo a nuestro Comandante Supremo a esta batalla por la vida y el amor.
Oficialmente y de acuerdo al cronograma electoral, la campaña electoral iniciará dentro de quince días, es decir, el venidero 13 de noviembre hasta el 3 de diciembre a las 11:59 pm. Fuimos al simulacro electoral el 18 de octubre. Destaco hasta cabalísticamente, que el simulacro y la campaña electoral se dieron en unas fechas desde mi punto de vista con una carga negativa, puesto que el 18 de octubre se conmemoró un aniversario más del Golpe de Estado contra Isaías Medina Angarita, golpe liderado por efectivos de las entonces Fuerzas Armadas y líderes del partido Acción Democrática. La segunda fecha, el 13 de noviembre, se recuerda como la fecha del primer y único hasta ahora y esperemos que siga siendo así, magnicidio, ya que fue asesinado el teniente coronel Carlos Delgado Chalbaud, presidente de la Junta Militar de Gobierno desde 1948, luego del Golpe de Estado y derrocamiento del Presidente Rómulo Gallegos. Creo que debemos hasta espiritualmente sacudirnos del negativismo incrustado per se en ambas fechas. Hasta la cábala cuenta en esto.
Sin embargo, más allá de estas formalidades, esta batalla viene de lejos y desde hace rato estamos en campaña electoral. Y hay una observación muy importante con la que titulé mi artículo, y que me parece importante hacerla pública, siempre en el marco del respeto y consideraciones, pero cuyo fin último es corregir entuertos para preservar nuestra Revolución Bolivariana.
La batalla comunicacional, la batalla por la subjetividad, la mente y las corazones de nuestro pueblo van a aumentar los decibeles cuando inicie la campaña electoral formalmente hablando. Sin duda la derecha va desatar campañas mediáticas y operaciones psicológicas mucho más fuertes con el objeto de quebrar la moral y la esperanza de nuestro pueblo. Ya en varios artículos me he referido a este punto, y es importante que estemos claros de esto y que no sólo nos bastará la maquinaria electoral para el triunfo del venidero 6-D.
Venezuela está desde hace rato en Guerra, sólo que ésta en estos momentos se está dando bajo formas no convencionales. Uno de los componentes fundamentales de esta Guerra es lo mediático, lo psicológico, lo comunicacional, esto Chávez siempre lo tuvo claro, y nosotros también debemos tenerlo.
Me disculpan lo quisquilloso y meticuloso del tema, pero lo importante del tema que quiero plantear es que las palabras tienen poderes, e incluso y aún cuando muchas veces no nos damos cuenta, hay palabras que pueden contribuir a reforzar mecanismos de dominación; que pueden levantar la moral, la esperanza o bien, pueden desmoralizar, reforzar la rabia, el descontento, la deslegitimación de un proceso, incluso a reforzar la propaganda del adversario sin que los demos cuenta. No sé si los integrantes de nuestro Alto Mando Político y Militar de la Revolución tienen esto claro.
Los manuales de Guerra Psicológica de los EEUU son muy propensas a manejar en lo comunicacional los símbolos, y específicamente los símbolos manipulados, que no son más que aquellos que suscitan o causan fuertes asociaciones emocionales en el público que se quiere alcanzar. Con la simple yuxtaposición o relación de fotos, titulares o palabras los líderes revolucionarios y lideresas revolucionarias pueden perfectamente ser asociados y asociadas con la violencia, la corrupción, enfermedades, plagas, violaciones, entre otras.
Este tipo de técnica se le conoce con el nombre de "Bomba Psicológica", que es muy capaz de generar maremotos y terremotos políticos. Por ejemplo, la bomba psicológica que la CIA hizo explotar en Venezuela mató más gente que la bomba atómica en Hiroshima ya que despertó en la población odios raciales, fascismo que terminó con el asesinato de todos los comunistas en ese país. El genocidio de Ruanda es otro ejemplo de ello.
Las "bombas psicológicas" funcionan un poco así: 1.- Estimular discrepancias entre los estamentos militares y políticos; 2.- Se busca fortalecer a los líderes amigos y debilitar a los enemigos; 3.- Socavar la confianza en los dirigentes; 4.- El mensaje subliminal también se establece por contraste y 5.- Estimular las fricciones entre elementos religiosos, étnicos, políticos y económicos entre sí y en contra del gobierno.
Hace algún tiempo, el vocero de la alianza de la ultraderecha, Jesús "Chúo" Torrealba, expresó que la oposición "defenderá la victoria en las parlamentarias como sea", y esto fue el 24 de mayo de este año. Y luego, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, se hizo eco del término empleado por Torrealba, y expresó que "Ganaremos las Elecciones Parlamentarias como sea, y cuando digo como sea, ustedes entienden a lo que me refiero".
Sería interesante saber quiénes son loa asesores comunicacionales del Presidente Nicolás Maduro, porque creo que lo están perjudicando. El mismo Ché Guevara señaló que no podemos construir socialismo con las armas melladas del capitalismo, y eso incluye lo comunicacional, de la expresión escrita, hablada, incluso la comunicación no verbal y eso hay que cuidarlo con detalle. Y aquí, con todo respeto, pienso que el Presidente actuó ingenuamente.
En primer lugar, la palabra "como sea" tiene una profunda carga negativa, porque implica para quien la emplea que no le importará emplear los recursos legales o fuera de la legalidad para obtener un fin propuesto. También el "como sea" en algunos contextos, implica debilidad, desespero y hasta desconcierto. En eso Chávez cuidaba mucho el lenguaje.
Cuando "Chúo" empleo su "como sea", obviamente las transnacionales de la comunicación no lo destacarán porque no les interesa, además que es uno de los suyos. En el caso de Nicolás Maduro, cuando empleo su "como sea", cayó en el juego y en el terreno de la derecha, ya que les hizo el trabajo a los operadores psicológicos y políticos de la derecha, ya que la violencia que ellos preparan para desconocer los resultados del 6 D y dar al traste con nuestra Revolución Bolivariana, ya tienen los elementos y los símbolos para culpar al Gobierno Bolivariano y a Nicolás Maduro de estos hechos, tal y como lo hicieron con Hugo Chávez cuando el Golpe del 11 de abril de 2002.
No puede señor Presidente Nicolás Maduro, con todo respeto se lo señalo, expresar de que cuando usted dice "como sea" el pueblo sabe a lo que usted se refiere, porque esa palabra dentro de los revolucionarios y las revolucionarias, la podemos entender de diversas formas. Recuerde que usted no sólo es el líder de la Revolución Bolivariana que nos dejó Hugo Chávez, sino que además es Jefe de Estado, y que sus palabras tienen connotaciones e implicaciones con impactos a nivel nacional e internacional. Y que realmente los enemigos a los que enfrentamos las pueden sacar fácilmente de contexto. Además, al pueblo siempre se le debe hablar claro y raspao, pero de la manera más explícita y detallada, sin caer en tecnicismos y retóricas inútiles.
No es que nos importe mucho lo que diga o piense la derecha, aún cuando hay que revisar esto porque muchas veces ellos develan sus planes por su engreimiento y su soberbia. Pero nosotros, los revolucionarios y las revolucionarias, debemos cuidar mucho la comunicación y el lenguaje revolucionario, para no darles armas a los enemigos para que nos destruyan. Usted sabe muy bien que el Comandante Eterno y Supremo, Hugo Chávez así lo hacía.
Además señor Presidente, usted acaba de firmar un documento donde se compromete a respetar los resultados electorales del 6-D sean cuales fueren, y en esto atenderemos a su llamado para con nuestra firma, respaldar el contenido de este documento y a nuestro Poder Electoral. Pero, ¿No ayuda usted a confundir a nuestro pueblo cuando por un lado firma este documento de reconocimiento de los resultados electorales, del reconocimiento de las normativas electorales, de acatamiento al árbitro y por el otro, dice de que "vamos a ganar como sea"? ¿No les da usted materia prima a los operadores psicológicos de la derecha para que profundicen sus ataques? ¿No contribuye usted, aún sin tener intención, a reforzar la propaganda enemiga? ¿Cuándo usted dice que "ganaremos como sea" no se está dando un "tiro en el pie" y poniendo en bandeja de plata elementos para que se desconozcan los Poderes del Estado, nuestras instituciones legal y legítimamente establecidas?
No tengo ninguna duda, sin que esto implique triunfalismo, que la Revolución Bolivariana obtendrá un importante triunfo electoral el 6-D. Tal vez podemos debatir por cuanto será la brecha de diferencia ese triunfo. Pero nunca será igual decir a que "ganaremos como sea", a expresar que ganaremos y que defenderos los resultados en cualquier terreno donde la contrarrevolución plantee la confrontación. ¿Se puede observar la diferencia?
Sirva este modesto aporte, pese a la vehemencia y a la pasión, como una crítica constructiva no para fustigarle, descalificarle o crear dudas hacia su persona señor Presidente. Nos constan los esfuerzos y las dificultades que debe enfrentar para sortear los embates que nos ha tocado. Son modestas sugerencias que creo le pueden ayudar a mejorar como estadista que es, y a contribuir a minimizar y neutralizar la campaña adversaria.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!