Quemar a una persona en la calle, viva, darle puñaladas y burlarse, por el color de su piel, es la forma más delirante y abominable de racismo conocida a lo largo de la historia.
Usar heces como arma política es la forma más obtusa de imbecilidad conocida a lo largo de la historia. No sé en qué página de Sun Tsu o de Clausewitz leyeron esa pendejada.
Se ha hablado de disociación sicótica y cada día que pasa el trastorno se les agrava. Ya no encuentran qué nueva contradicción añadir a su esquizofrenia. Denuncian los CLAPS pero se matan por una bolsa. Execran el Consejo Nacional Electoral por fraudulento pero lo llaman para que organice sus primarias y aceptan su veredicto cuando ganan elecciones. Luchan por la libertad autosecuestrándose en sus urbanizaciones. Hablan de paro activo y otros, traidores, de abstención activa, que es como hablar de castidad licenciosa. Son los mismos que promueven el capitalismo popular, que es como hablar de esclavitud libertaria. Por eso denuncian el hambre y queman toneladas de comida.
Parte esencial, y la peor, de su dirigencia está constituida por tránsfugas de la izquierda, lo que explica su histeria.
¿Habrá una clase dominante más execrable en el mundo? No lo sé, pero la venezolana está empeñada en serlo.
José Toro Hardy declara que en el chavismo no hay intelectuales sino malandraje, pero proclama a Henrique Capriles y a Manuel Rosales, que no te diré qué son porque ya lo sabes.
Dicen que Leopoldo López está preso por sus ideas, pero nadie sabe qué ideas son esas, porque él y los otros son de un vacío mental abisal, vertiginoso, impecable, como le gusta al perfeccionista Toro Hardy.
Ondean la bandera y se visten con ella, mientras suplican reptiles que nos invada la potencia más mortífera a lo largo de la historia.
Saben que despertaron el chavismo y se enajenan a sus simpatizantes con su violencia y en vez de detenerla la arrecian, siguiendo servilmente las órdenes de la potencia esa que ya dije y no nombro más, no sea que venga.
La Argentina y el Brasil están viviendo las consecuencias devastadoras de un gobierno de ultraderecha, pero aquí no hace falta que manden para figurarnos cómo serían en el gobierno si así son en la oposición.
Bueno, ya te dije por qué voy a votar mañana.