El domingo 30 de julio, gente común y corriente, hombres y mujeres, habitantes de los barrios, las parroquias, asentamientos de clase media, y baja. Gente de a pie, de los cuatro rincones básicos de la geografía nacional e internacional, en las márgenes de urbanizaciones, y los campos, montes y el litoral votaron contra el injerencismo, los atropellos y la falta de respeto, las extralimitaciones y el intervencionismo descarado de la mayor potencia bélica sobre el planta, capaz de asesinar a millones, de destruir países, desestabilizar gobiernos, inventar excusas y crear escenarios donde no hay conflictos, incluso de auto atacarse, para tomar represalias contra supuestos enemigos. Contra estas amenazas votamos, en paz, en libertad, ejerciendo nuestro derecho, para evitar lo que ya se vislumbra como las últimas fases tácticas y operacionales, para la estrategia pergeñada hace dos décadas contra el proceso revolucionario bolivariano y chavista, latinoamericano, y con ramificaciones y vínculos de solidaridad con los pueblos del mundo. Nadie con cuatro dedos de frente puede objetar que una mayoría de venezolanos y simpatizantes, militantes y revolucionarios de todas las tendencias de la izquierda internacional hayamos expresado nuestras opiniones a través del sufragio y principalmente levantando a través de él esta muralla de contención contra Donald, no el pato, sino a quien pusieron las corporatocracias para hacer el trabajo sucio.
Han pasado tres días, durante los cuales la derecha escuálida decidida a tumbar al Presidente Nicolás Maduro, los magnates, los dueños de los medios de producción y de comunicación, de las conciencias y las mentes y cuerpos de los esclavos del dinero, de la acumulación y del consumo de cuanto les vendan, sea veneno, droga, sexo, transgénicos, ilusiones, vida virtual, no virtuosa. A cambio de favores concedidos por el demonio, le entregan las almas, para tenerlo todo, lujuria, banalidad, egoísmo, fatuidad, y un profundo vacío interior. Le ceden el triunfo a cambio de migajas, porque nunca serán aceptados como iguales, los despreciarán, insultarán, patearán, y como los mujiquitas legarán a tomarle mucho amor a ser despreciables y ruines. El mundo está lleno de pendejos y pendejas, no les quepa la más mínima duda, el mundo no se hizo de una vez, se va constituyendo, y mientras avanzamos, mientras más lo pensamos, nos damos cuenta que han sido las revoluciones triunfantes, las que han hecho los cambios profundos, las transformaciones, contra las que luego resurgen los anarquismos, los fascismos, los reaccionarios y tozudos intérpretes de la escritura a conveniencia. Así fue para Roma, para Alemania, para España, Inglaterra, Estados Unidos, México, Cuba, Venezuela, Argentina, Chile, Brasil, la historia está ahí. No cuento cuentos de camino, sino la muestra del anti realismo, anticomunismo, anti humanismo, falsos argumentos, teoremas de la democracia, no teoría como la del comunismo desde Cristo al siglo XI. Después este adefesio.
El domingo pasado le dijimos por enésima vez a los gringos quédense en sus casas, solucionen sus asuntos, los 50 millones de pobres, las diferencias, esa manera tan práctica de ser fríos y frustrados, sanguinarios, suicidas, enfermos, con una sociedad que se vende como lo mejor, y son los primeros en consumo de sustancias prohibidas, de drogas, de los mayores crímenes de todo tipo, asesinos en serie, incestos, pederastia, desestructuración familiar, la libertad de hacer lo que se quiera como se quiera y con quien se quiera. Hollywood es la mejor cátedra para darnos cuenta de su pragmatismo, de esa necesidad de ser perfectos, no de buscar la perfección, ya ellos vienen programados para de una vez serlo, sin pasar por home. Y resulta que necesitan de los demás para poder serlo. Sino por qué se empeñan en invadir y apropiarse de lo ajeno, de lo que es dado a otros por la misma providencia para multiplicarlo en paz.
Dios, ese alienígena que mientan todas las religiones a su modo, cuando contemplando su creación del mundo, y viendo la posibilidad de hacer al hombre a su imagen y semejanza, y por supuesto que de una vez empezara a apropiarse de lo que tuviera a tiro, pero pensándolo mejor le dice al primer ejemplar de la serie:
"No te he dado una forma, ni una función específica, a ti, Adán. Por tal motivo, tendrás la forma y función que desees. La naturaleza de las demás criaturas la he dado de acuerdo a mi deseo. Pero tú no tendrás límites. Tú definirás tus propias limitaciones de acuerdo con tu libre albedrío. Te colocaré en el centro del universo, de manera que te sea más fácil dominar tus alrededores. No te he hecho mortal, ni inmortal; ni de la tierra, ni del cielo. De tal manera, que podrás transformarte a ti mismo en lo que desees. Podrás descender a la forma más baja de existencia como si fueras una bestia o podrás, en cambio, renacer más allá del juicio de tu propia alma, entre los más altos espíritus, aquellos que son divinos." Giovanni Pico della Mirandola, se basó en el Génesis y el Timeo de Platón; presentada para la discusión en Roma luego de la Epifanía de 1487, entre doctos del mundo, para la paz entre todas las religiones.