El reto de la unidad

Durante muchos años he luchado por la unidad en todos los ordenes. A veces, he fracasado. Por ejemplo: nunca conocí a mis abuelos, pues ellos, irresponsablemente, dejaron solas a mis abuelas, quienes bregaban, todos los días, por mantener la unidad familiar, la cual asumí con visión de futuro cuando era niño. Sin embargo, no la he podido lograr. Es uno de mis grandes fracasos en la vida. Y me duele muchísimo. Sé que no es nada fácil. He cometido muchas torpezas: Frases altisonantes que, después de pronunciadas, son imposibles de borrar en los espíritus heridos. Decisiones inoportunas. Temores infundados. Calificaciones mutuas, sin pruebas. Creencias y predisposiciones. Dimes y diretes. Blancos y negros… ¡Cómo quisiera ver a toda mi familia unida!

Como lo hicieron mis abuelas, aunque después de varios años, cada cual agarró por su lado y, mis padres y tías, se marcharon a construir su propia "unidad familiar". Se olvidaron de la unidad inicial y "egoístamente", poco a poco, se fueron encerrando en sus propias necesidades (¿culpa del capitalismo?) Al final, ¡parece mentira!, mis abuelas brincando del timbo al tambo. Una de ellas murió de pobreza ¡Qué triste el destino de tantos que han luchado y siguen luchando por mantener la unidad! A pesar de ello, hay que perseverar a favor de la unión. La utopía, probablemente romántica, es lograr integrarse en un todo único, en armonía con la naturaleza y el resto de los seres humanos ¡Dios! El UNO. La unidad es, sin lugar a dudas, un ideal difícil y hermoso de alcanzar. Hasta hace poco, me enorgullecía de que cinco grandes amigos, que nos conocimos desde la infancia, nos manteníamos unidos, a pesar de las diferencias y lejanías. Algo sucedió entre nosotros que, ahora, cada uno anda por su lado. La realidad del proceso que vivimos en Venezuela, contribuyó a lo que creía indestructible.

Como dijo José Vicente Rangel y el propio Presidente Chávez, este proceso ha servido, para perder y ganar amigos. Unos se van y otros vienen. Pero, seamos sinceros: No hay como una amistad cultivada durante años. Si la amistad es verdadera. ¡Claro está! Primero los principios. A la vez, qué importante es reconocer cuál es el "enemigo principal", "cómo resolver las contradicciones en el seno del pueblo" y saber respetar la diversidad y hasta la ambigüedad, en un contexto que, cada día, se nos hace muchísimo más complejo y en donde las verdades cambian y vuelven a florecer, si encuentran terreno fecundo para hacerlo. Sino, no estuviéramos hablando de Socialismo o de Comunismo. Por eso: "Unidad, unidad, unidad o la anarquía nos devorará", tarde o temprano. Lo vivió Bolívar. Y él mismo fue corresponsable de ello. ¿O es que Bolívar no sabía que era difícil arar en el mar? Bolívar lo sabía ¿No lo va a saber Chávez? Estas reflexiones vienen a cuento, por la preocupación y angustia que observo, en importantes líderes políticos que hasta ahora han apoyado a Chávez y al proceso de cambio que él lideriza, a raíz de las declaraciones que hiciera en el Aló Presidente del pasado domingo, cuando dijo, entre otras cosas, que algunos de los partidos, que lo han han acompañado, no son imprescindibles y ratificaba que los votos no son de estos partidos ¿Por qué Chávez fue tan duro y ácido con sus "aliados"? Ya hemos dado nuestra opinión sobre la idea del PSUV, en varios artículos. No está de más recordar, algo que expresamos antes: "¿Quién es entonces el Partido (Chávez)?…responderíamos: El Partido (Chávez) somos nosotros. Tú, yo, y nosotros todos…Donde nosotros estemos, allí estará el Partido (Chávez)… muéstranos el camino que debemos seguir y nosotros lo seguiremos contigo. Pero no sigas sin nosotros el camino…" Ergo, hago un llamado, a todos, a luchar por la unidad. Aunque fracasemos en el intento.

No seamos reactivos y emocionales, seamos prácticos. Que nuestra felicidad no se base en la infelicidad de los otros. Aspirar a alcanzar la unidad a partir de la división de los demás, y menos si nos han acompañado, es de desagradecidos ¡Unidos, venceremos!

articulohugomoyer@cantv.ne


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Hugo Moyer Agostini

Ing. Químico (1975). Postgraduado en Macroeconomía, Planificación y Creatividad Aplicada Total. Profesor Titular jubilado de LUZ (1997). Presidente Honorario de la Escuela Latinoamericana y Caribeña de Ciencias y Técnicas de Gobierno (ESCOLAG). Ha sido el primer Director del Instituto Zuliano de Estudios Políticos, Económicos y Sociales (IZEPES) y del Centro Latinoamericano de Altos Estudios de Gobierno (CELAEG) Ha sido asesor de Rectores de varias universidades, Alcaldes y Gobernadores, así como de la Presidencia de PDVSA y PEQUIVEN. Vive para la POLÏTICA y se resiste a vivir de la política.

 escolagzulia@gmail.com

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