Herman Escarrá: viandas, termos, macutos, porsiacasos, faltriqueras y cascos de burro

El tipo es inflado como una morsa, pesa 187 kilos, y ha rebajado por las últimas marchas 218 gramos; de dicción meliflua, falsa y lenguaje adeco. Fofo y hueco, abogado constitucionalista, ex diputado a la Asamblea Constituyente; candidato independiente a la gobernación del estado Carabobo. Ha denunciado 194 veces la deslegitimación del Gobierno venezolano ante organizaciones nacionales e internacionales. No se define como un político, sino como científico jurisprudente y fenomenológicamente existencialista.

Va a las marchas con un macuto lleno de agua panela (¡le encanta!), un termo de dos litros, full de guayoyos, dos viandas con caraotas negras, arroz cubano (no fidelista), pisillo y presas de pollo, y muchos postre, sobre todo arroz con leche. Él mismo lo aclara: “Para una persona de mi peso, sería difícil afirmar que la comida no es importante, pero no tiene una trascendencia fundamental en mi vida, excepto los recuerdos y la de algunos platos que forman parte de las costumbres venezolanas, de nuestros hogares y que evocan otros tiempos”.

Hermann le tiene profunda arrechera a su hermano Carlos, por una historia que nunca, quizá, revelará: Viene de una familia que él define como pobre, bastante pobre y disociada. Su madre hizo de padre y madre, pero los mejores recuerdos culinarios los tiene de su abuela Mercedes. “Hacía un arroz con leche espectacular que recuerdo le colocaba canela, clavos de especia; también hacía majarete y una natilla que hoy he visto en los restaurantes vascos, que llaman ‘mamilha’, sólo que ella le colocaba menos dulce y ponía conchas de limón alrededor”. La abuela Mercedes los complacía y como Hermann era el nieto mayor fue el más consentido y prepararle esos postres era la manera de demostrarle su cariño, sus sentimientos.

- ¿Y usted cómo hace para marchar en esas largas caminatas de cinco hora?

- ¿Tú crees que yo puedo andar sin mi majarete, sin arroz con leche, es decir, hecho de esa manera y esa natilla a la que mi abuela le colocaba el limón? Estás pelando. Mira a mis guardias, pagados por Antonio Ledesma y Oscar (Cabeza e´Motor).

- ¿Por qué comes tanto?

- Mira, yo tengo un hermano que se llama Fernando, que era muy jocoso y le decía a mi mamá que ella lo que cocinaba era espaguetis al agua, porque durante mucho tiempo comimos espaguetis y de verdad era como al agua, muy mal elaborados, pero eso era lo que había.

- ¿Y te quedaste así?

- Uno de los manjares de esa época tan difícil era la torta de pan que preparaba mi madre con el “pan frío” que lo mandaban a comprar en una panadería cerca de donde vivían.

- Y pensar que ahora tú estás contra Chávez quien defiende a los pobres.

- Las cosas cambiaron. Todo cambia, se aleja y dispareja con los giros que da la situación. He estado considerando meterme en Bandea Roja. Mi situación económica ha venido cambiando, y ya estoy convencido de que por más que marcha nunca voy a rebajar los cientos de kilos que tengo demás. No te creas, vi desfilar muchos tipos de comida que en mi infancia no pudo comer y ahora estoy decidido a desquitarme. Por ejemplo, mi mamá hacía muchos granos con paticas de cochino, era una especie de sopa que se parecía a la fabada asturiana pero más fuerte, más pesada y se hacía con menos ingredientes, pero era muy raro que lo comiera. Eran exclusivamente patas de cochino con caraotas blancas pequeñas. Eso lo hacía cada cierto tiempo, no era muy frecuente. El pabellón con baranda, con plátano, me lo trae con frecuencia Oscar Pérez. A éll plátano le gusta horneado y le queda como dulce, le queda como con una miel y le coloca canela, clavos de especia. Sobre hemos discutido mucho en nuestras largas sesiones culinarias en el Comando de la Resistencia. Mira esta tripita – se sube la camisa ¡DESCOMUNAL!- La comida muy criolla, CON muchos granos, sopas muy fuertes, verdaderamente fulminantes, ME HACEN resistente para esta larga lucha. Ay Dios mío, cómo me hacen falta los chorizos carupaneros que de vez en cuando me manda Ramón Martínez.

Pasados unos años, Hermann Escarrá se casó con su actual esposa, Oasis, y cambiaron mucho sus gustos en la comida.

- ¿Pero por qué estás contra la Reforma Constitucional?

- Por favor, se me hace agua la boca, y perdona que en este momento rememore otras cosas: una sopa con base a papas, muy suave, le pones queso pecorino y a la vez le pones pedacitos de queso guayanés. Lo otro es la ensalada que se hace en la Navidad, ensalada de gallina con manzana, y consideramos en la casa que es la mejor del mundo. Mira, con esa Reforma no vamos a mejorar nada: puro cuento de caminos, ilegalidad, violencia; no chico, por otro lado, si a ver vamos lo más fino es una ensalada de gallina, y las hallacas. “La hallaca es una costumbre hermosa porque se hace con la familia unida (no metas a Carlos, por favor), en nuestro caso eso era importante y mientras las niñas, hoy mujeres, acompañaban a mi mamá en el guiso, la masa, nosotros los varones nos tocaba limpiar las hojas y ponerles ese aceite rojo y luego amarrar.

La casa de los Escarrá es otra realidad; todos sus amigos son del Opus Dei y tienen que rezar dos veces al día. Y para finalizar reiteró la convocatoria a la población para que asista siempre esté marchando al lado de los partidos como el Comando Nacional de la Resistencia, Bandera Roja, Acción Democrática, Alianza Popular, Alianza Bravo Pueblo, Movimiento Federal y Fuerza Liberal, Gente del Petróleo, Súmate, Red Nacional de la Asamblea de Ciudadanos, Asociación Vive, Federación Médica Venezolana, la CTV y otras instituciones gremiales.

“El plan de operaciones de la resistencia activa para impedir el golpe de Estado a la opulencia regenerativa, a través de la reforma constitucional”.

Para el próximo miércoles, en la marcha de los universitarios al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), vamos a papear muchas cosas nuevas. Ero eso será otro cuento.

Yo rechazo la violencia porque no puedo correr, pero el Presidente ilegítimo de la República, que no se equivoque con nosotros, no se equivoque con esta fuerza progresista que ya está lista para salir a la calle, porque aquí hay panza para rato. No se metan con los estudiantes universitarios, porque ellos son altopanas. Por cierto, ¿quedó jamón, perico, cachito y jugo de guanábana?

jrodri@ula.ve


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José Sant Roz

Director de Ensartaos.com.ve. Profesor de matemáticas en la Universidad de Los Andes (ULA). autor de más de veinte libros sobre política e historia.

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