La Constituyente

Creo que estamos al borde del estallido de una situación de violencia, que puede irse profundizando e internacionalizarse. La reforma constitucional ha sido muy mal llevada y se han cometido errores serios. Desde el principio debió apelarse a la vía de la Asamblea Constituyente para dar un debate a fondo en el seno del pueblo, colocándolo como árbitro, realizando un proceso de educación en el que todos fuésemos aprendices y maestros. Pero sobre todo, ahogando las tentativas conspirativas en un mar de pueblo declarado en asamblea permanente, sin aceptar que los constituyentes sean escogidos a dedo y estableciendo el mandato imperativo. No se hizo y ahora la situación es difícil, para decir lo menos. Baduel dejó sentada la base para desconocer los resultados de la consulta si triunfa el SÏ, al declarar que eso significaría "un golpe de Estado violento". En consecuencia, según esa lógica, habría que desconcer al gobierno, ocupar las calles y cumplir todas las fases del plan que grupos reaccionarios están haciendo circular por Internet ¿Acompañará estos planes el General Baduel?.

Son muchos los errores cometidos, quizás el más grave sea que se dejó prosperar a una derecha corrupta que hoy controla posiciones claves, que es un poder real dentro del Estado y está en capacidad de derrocar a Chávez desde dentro, a menos que el pueblo lo impida y Chávez dé los virajes que debe dar. Tanto es el poder de este grup, que pese a las distintas propuestas que se realizaron, no fue posible incluir en la reforma, a la corrupción con una penalización como crimen contra la patria. Ni siquiera es mencionada. Si observamos lá mutilación de varios artículos y la orientación de otros, vemos cómo esa capa de funcionarios capitalistas, pesa decisivamente en la gestión de gobierno, la sabotea y estimula la ineficacia muy conveniente para los negocios que se realizan. Ahora esa misma capa de funcionarios favorece las expulsiones de los disidente del PSUV, lo cual fortalece al NO y debilita al gobierno.

La guerra civil de la que tanto se ha hablado, parece aproximarse. Ojalá esté equivocado, pero la frontera en general, y estados fundamentales como el Zulia y Táchira vienen siendo ocupados por los paramilitares y otras fuerzas de la derecha unidas al capital transnacional, con la complicidad de instituciones oficiales, como es el caso de Corpozulia. Así se podrían citar otros casos.
El referendo no se puede aplazar por cuanto esto solo alentaría a las fuerzas reaccionarias. Debe realizarse y sus resultados deben ser respetados, sean cuáles sean. Pero debe haber un acuerdo para ir a una Asamblea Constituyente. Ese acuerdo debe tener como punto de partida que nos pongamos en marcha organizando la recolección de las firmas necesarias para que prospere la iniciativa popular. El gobierno ha demostrado ser muy conservador y no debemos dejar esto en manos de la derecha. El pueblo debe hacerla suya para detener la conspiración, detener la violencia e impulsar un proceso que profundice la democracia, derrote todas las tendencias autoritarias, propicie la paz e impulse la explosión del poder comunal para detener a quienes instaurarían una nueva dictadura, no importa que traten de revestirla con discursos constitucionalistas. Hay demasiado odio y rencor acumulados. Por eso, la convocatoria a la Asamblea Constituyente no debe estimular la violencia, sino la paz. Mientras más oscuros sean los caminos de la reacción y más violentos, el desarrollo del proceso constituyente debe ser en nombre de la paz y la justicia capaz de garantizarla.
Un estallido de violencia, que se internacionalizaría, puede reducirnos a la edad de piedra y condenar a los niños y jóvenes de hoy y a lo mejor a los que vengan, al martirio, al horror, a las consecuencias del uranio empobrecido y de las armas nucleares tácticas. Es una posibilidad. Esto puede y debe ser evitado. Un camino puede ser dándole salida a los diversos conflictos a través del proceso constituyente, al que le corresponde volver a refundar el Estado y generar nuevas instituciones.
En forma resumida, les he expuesto mis reflexiones. Por razones obvias he omitido muchas cosas. Hay que llegar hasta el referendo y preparar la convocatoria de una constituyente. Lo cual implica preparativos sobre los cuales es neceario conversar.


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Julio Escalona


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