Durante los años de la Cuarta República, también fueron modificados, sin la consulta al pueblo, los artículos 112, 113, 136, 139, 154, 156, 166, 167, 185, 227 y el 231. Todos fueron cambiados por la decisión de los grupos que anidaban en el Congreso, sin ningún tipo de trauma. Hoy se pretende montar toda una alharaca por la modificación de un solo artículo, decisión que pasaría, como ya lo hemos dicho, por un referéndum que convocaría a todo el pueblo, acción que nunca llegó a ocurrir, en ninguno de los gobiernos del pasado.
Y no es como dicen, hasta analistas revolucionarios, que estamos buscando la reelección continua de Chávez, para mi esa es una absurda torpeza de los voceros del proceso, donde me incluyo, con esa frasecita nuestra, personalizamos el proceso de enmienda en Hugo Chávez, que es lo que buscan los otros. Cuando ese seria un precepto que se aplicaría a todo Presidente que desee postularse para una, dos o las veces que desee. Con esta enmienda, no se está buscando la reelección de un hombre, porque la norma es eterna, el hombre no. Una cosa, es que exista la posibilidad de que una persona pueda someterse a una nueva elección y otra muy distante es que sea reelegido. El código que venimos utilizando está sumamente errado. Por querer colocarle una contra parte a la reelección indefinida que predican los sectores opositores, donde pretenden vender una elección eterna sin votaciones, terminamos diciendo lo mismo. Si fuese tan fácil reelegirse, más del 90% de los que han sido candidatos, no deambularan sin alcanzar siquiera una primera magistratura. Solo que el amor del pueblo hacia nuestro Presidente, lo hace todo fácil. La reelección se la garantizan a Chávez, los electores en un proceso electivo, no en un proceso de enmienda. Por ello, en vez de hablar de reelección continua, deberíamos hablar de postulación continua. Ya que aquí, estamos en presencia de dos elementos distintos y distantes. Porque pareciera que esta frasecita, que en lo personal he utilizado en algunas oportunidades, argumentara a la de ellos.
Cuando el sector opositor habla de que se está violando la alternabilidad establecida en los principios esenciales o fundamentales de la Constitución, sencillamente ocurre que se han tragado la mentira que como Guebel, vienen intentando sembrar desde hace rato. Es que la palabra alternativa es sinónimo de elecciones. Ellos vienen confundiendo de forma intencional enmienda con reelección. Como no ven o intentan ver en el camino los procesos alternativos de elecciones, simplemente siguen enredados. El hecho de que Hugo Chávez deba someterse a un nuevo proceso electoral en el 2013, le brinda la alternativa a cualquier otro frijolito, de competir y si tiene fuerzas, de ganar. Solo que los opositores no solo quieren que les pelen la papa, también quieren que les hagan el puré. Ellos han dado un pequeño brinco, han obviado que entre la posibilidad que da la modificación y el hecho de ser reelegido existe un largo trecho. Es que han tratado por todos los medios, inocularles a los ciudadanos que la palabra postulación o candidatura no existe en este trayecto. Viven afanados mintiéndole a la gente sobre el hecho de que la enmienda de por sí, reelige a Hugo Chávez, es una mentira absurda, pero algunos la han digerido.
Un juego de béisbol ilustra claramente lo que viene ocurriendo. En béisbol como en política no gana quien quiere o quien piensa que le toca, gana quien acumula más votos o carreras. En besibol cada equipo tiene sus turnos al bate, el que hace carrera en esos turnos gana. Igual en nuestra democracia, no hay un solo equipo, hay más de dos, cada equipo tiene un candidato. Todos tienen las mismas posibilidades, pudiera ser el uno o el otro. El que logra captar los apoyos del pueblo, es la alternativa vencedora. Ocurre que en la política Venezolana existe un Francisco Rodríguez, que convierte las posibilidades en derrotas seguras para el equipo contrario. ¿Quién puede juzgar a Francisco Rodríguez por ser un súper dotado de la pelota? ¿Quién pudiera acusar a Hugo Chávez por llevarse todo el amor del Pueblo? La alternativa está allí, solo que no hay buenos candidatos. Parece que quisieran que Chávez le diga a Rosales: Toma Rosales ahora te toca a ti, bonito muchacho…
La enmienda permite que un Rosales mejorado, que se haya olvidado de los cantos de ballenas, de pedirle peras a los hornos, de ser una mascota de los gringos, de sus andanzas delictivas y que además cuente con el magnetismo político de Hugo Chávez y con una gestión exitosa, pueda, a ruegos del pueblo, someterse a procesos eleccionarios hasta tanto la gente considere que lo está haciendo bien. ¿Qué más quieren?...