Con preocupación se viene escuchando, ahora con más fuerza, que no hay una Guerra Económica. Incluso, de parte de nuestros militantes y simpatizantes se escucha que el discurso de la Guerra debería ser superado, que tenemos que buscar otras maneras de llegarle a la gente y de ganarnos a quienes se abstuvieron en diciembre pasado.
Esto es preocupante porque, aunque se entiende en algunos el desespero por querer llegarle a todos, mucho más preocupa nuestra poca capacidad para mostrar una guerra en la que sobran evidencias de su existencia. ¿Por qué es importante dilucidar si existe o no una Guerra Económica? La razón es simple: si no tenemos claro el diagnóstico de lo que ocurre, menos vamos a poder hacer frente a los efectos de esta guerra, es decir, el desabastecimiento, la escasez, la inflación y la inseguridad.
Evidencias de una Guerra
En el plano internacional tenemos que las acciones desarrolladas por los EEUU para inundar el mercado de petróleo (por vía del fracking, el despojo de los pozos libios, el contrabando del Daesh y la sobreproducción Saudita) tienen como fines ahogar por la vía de los precios a tres países a quienes el Imperio define como sus enemigos, Rusia, Irán y Venezuela. A nivel financiero, las acciones emprendidas contra nuestro país no han tenido límite, hasta el punto de que tenemos un índice de riesgo país superior a países que están virtualmente quebrados. Nosotros tenemos las mayores reservas de petróleo del mundo y estamos entre los primeros en gas, oro, hierro, aluminio y otros. Sin embargo, nuestro riesgo país es altísimo en comparación con Estados quebrados. Un pasaje de avión de cualquier sitio a Venezuela es varias veces superior del mismo sitio a lugares más lejanos. Los costos de nuestras importaciones son de los más elevados porque los precios de los fletes y de los seguros son, para Venezuela, de los más caros del mundo.
También vemos cómo el Imperio desarrolla un intenso Lobby en organismos internacionales, creando matrices de opinión negativa, mintiendo descaradamente, saboteando nuestros organismos de integración, etc. Diariamente los periódicos de latinoamérica, España y EEUU se cartelizan con informaciones negativas de nuestro país.
En el plano nacional, tenemos un desabastecimiento programado producto de un contrabando descarado que junto con el acaparamiento, el bachaqueo y la corrupción, atentan contra el libre acceso de nuestro pueblo a las mercancías. Además existe una escasez inducida que crea una situación de malestar peligroso en la población. Vemos como no se consigue leche, café ni azúcar, pero todas las panaderías tienen estos productos, además en los supermercados existe provisión de productos lácteos, café gourmet y azúcar pulverizada. No hay harina de maíz precocida, pero las areperas y hasta las ventas de empanadas no han parado.
También están las estrategias de grandes productores como Polar y Cargill que han preferido vender sus productos a las grandes redes de supermercados (controlados por ANSA) dejando de lado a las bodegas y pequeños supermercados quienes, antes se encargaban de la distribución de los productos. En un extenso análisis hecho por la Profesora Pasqualina Curcio, "Desabastecimiento e Inflación en Venezuela" (http://patriayautogestion.
Pero esta situación de Guerra Económica no se queda aquí, se complementa con el contrabando y la corrupción de los funcionarios que lo permiten, se junta también con las agresiones a nuestra moneda, con el déficit que tenemos producto de los miles de millones de dólares que se perdieron con la aplicación del Sitme, etc. La Guerra Económica tiene una expresión adicional en la traición de quienes conspiran contra la Revolución, de quienes incitan la violencia y de quienes han propiciado, financiado y apoyado al Paramilitarismo en Venezuela. La situación de inseguridad en el país es intolerable, los secuestros, extorsiones, vacuna, asaltos y asesinatos selectivos no tienen límite.
¿Cómo luchar en esta Guerra?
Luego de este apretado resumen ¿hay dudas de que existe una Guerra Económica? ¿qúe se puede hacer? Hace poco en el artículo "15 Propuestas para atacar la crisis" (http://www.aporrea.org/
Además de ese análisis, se hace énfasis en la necesidad de profundizar en el desarrollo del Poder Comunal. La crisis se ataca con medidas estructurales y de alto nivel, pero también con acciones creativas y audaces desde lo comunal, confiando en las reservas de nuestro pueblo revolucionario y construyendo experiencias autogestionarias, solidarias y colectivas que hagan frente al modelo capitalista, consumista, individualista y sobretodo egoísta. Como lo dijo el Comandante, la respuesta al capitalismo es el Socialismo, por eso hagamos valer la consigna "Comuna o Nada".