¿Se acabó la arepa?

Hay una empresa con una capacidad increíble de alimentar a todo nuestro pueblo, si, hablo de la madre tierra, aunque gracias a hábiles campañas de publicidad muchos creyeron que hablaba de quienes se adueñaron de uno de los pilares gastronómicos y culturales de nuestra Venezuela, pues no, no hablo de ellos, porque aunque construyeron un imperio haciendonos creer que somos de PAN cada vez se hace más evidente que somos de maíz, de yuca, de cualquier cosa menos de PAN.

Comenzaron vendiéndonos un producto, para luego vendernos un sentimiento y así pasar a secuestrar nuestra memoria histórica haciéndonos creer que ellos siempre y desde siempre nos alimentaron, casi como un favor, evitando que muriéramos de hambre, pero como dicen popularmente trampa sale, y comenzó a verse la verdad.

Para quienes como yo crecimos creyendo que las arepas salían de una bolsa con una harina de dudosa procedencia, se nos hace un poco difícil entender como son en realidad las cosas hasta que revisamos la historia y nos damos cuenta de la estafa a la que fuimos sometidos por décadas.

Más allá de esto es importante recordar que estamos en el escenario de una guerra, de un chantaje, de una resistencia, donde una empresa "productora" de alimentos nos hace creer que sin ellos moriremos de hambre vs. Un estado que nos empuja a sembrar para comenzar la práctica de una soberanía alimentaria, esto porque los hilos que mueven las manos que hoy nos aprietan el cuello casi sin dejarnos respirar, son las mismas que pensaron adelantadamente que a falta de el "producto" milagroso que nos venden para hacer la arepa, la población buscaría alternativas, más sanas, sencillas y económicas, y es que quien le paraba antes a una yuca, un plátano verde, un ocumo, ¿nadie verdad?

Pero ahora gracias a esas manos y mentes que todo estratégicamente lo piensan en perjuicio del pueblo (tal como en una guerra) estamos en el debate de si caernos a piña en una súper cola para comprar el veneno que ellos producen o comprar 2 kilos de alguno de los ya mencionados tubérculos para hacer 15 arepitas, esto sin contar lo caro que casualmente se pusieron estos rubros, entonces tendremos que resignarnos a ver desaparecer la arepa de nuestra mesa, o le hacemos caso a los hippies que desde hace rato nos dicen que sembremos cualquier cosa que podamos para liberarnos, y de esta manera rescatar nuestra rica arepita bajo el brazo con la que todos y todas nacemos.

Lo cierto es que si aún no te das cuenta que quienes te la escondieron, te la encarecieron y te la negaron son los mismitos que te dicen que no tienen para producir más alimentos, pero si tienen para productos que no son de primera necesidad, entonces vuelve a leer de arriba para abajo, mejor si es acompañado de algún familiar de la tercera edad para que te certifique y te eche el cuento completico y te des cuenta de que ahora es que hay arepa pa’ rato, que no somos de PAN, que siempre fuimos de maíz y que por comodidad y falta de difusión perdimos la verdadera y alimenticia arepa, rescatémosla, rellenémosla y disfrutémosla, recordemos que como decía don Napoleón “Los ejércitos caminan sobre sus estómagos”


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Eubel Lopez

Artista plástico, Social Media Manager, investigadora.

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