El chavismo popular, resiliencia y Asamblea Nacional Constituyente

En sociología y ecología existe un término, interesante, complejo y hermoso al mismo tiempo: resiliencia. No vale la pena discutir si fueron 7,5 millones, 8,6 millones o 10 millones de venezolanos quienes apoyaron el proceso constituyente. El dato es sin duda el que ha dado el CNE y todo lo demás es humo y propaganda; así lo atestigua el hecho que la oposición, incluso más violenta y extremista, ha decidido participar en el proceso electoral regional, cuyo reconocimiento pasa por el apego a la autoridad del CNE. Es decir, todos aceptamos la autoridad del poder electoral. Por lo tanto, no hay dudas de que millones de venezolanos apoyaron la propuesta de Asamblea Nacional Constituyente y esto es, desde mi punto de vista, evidencia de resiliencia, en su definición tanto sociológica como ecológica.

¿Qué es la resiliencia? en ecología es la “capacidad de las comunidades (…) de absorber perturbaciones sin alterar significativamente sus características de estructura y funcionalidad, pudiendo regresar a su estado original una vez que la perturbación ha cesado” , por otra parte, en sociología: “Es la capacidad que tienen los grupos sociales para sobreponerse a los resultados adversos, reconstruyendo sus vínculos internos, a fin de hacer prevalecer su homeostasis colectiva de modo tal de no fracasar en su propia sinergia”

¿Qué es la homeostasis colectiva? Es un concepto asimilado de la biología al entorno social e interpersonal. Tiene que ver, por ejemplo, con la forma cómo afrontan los miembros de una familia los cambios y conflictos que se originan en su seno, con el fin de mantener la armonía, a través de una estrategia de compensación. Según los expertos, las personas con un buen desarrollo intelectual y emocional tienden a buscar estados de equilibrio con los que les rodean, mientras que las personas inestables o violentas no se comportan así. La homeostasis social es la búsqueda que los seres humanos estamos realizando constantemente, a través de ajustes y compensaciones para encontrar la armonía, el equilibrio en cada interacción social. Los seres humanos emocionalmente sanos, sólo buscamos la armonía con nuestro entorno. Sin embargo, cuando hay un grupo de personas dentro de la comunidad (país, república o familia) que resultan fatigosas en sus posicionamientos, violentas o intransigentes, dicha homeostasis sólo puede hallarse en la distancia, el grupo favorable a la pervivencia de la unión comunitaria, de la sobrevivencia de la comunidad (en este caso el país, la República Bolivariana de Venezuela) opta por guardar distancia, callar, ceder temporalmente o circunstancialmente.

Los acontecimientos de los últimos 4 meses, culminando en la elección de una Asamblea Nacional Constituyente del 30-J, evidencian resiliencia dentro del conjunto de individualidades ideológicas, sociales, culturales y económicas que componen al chavismo popular en Venezuela. Fijémonos en lo siguiente: La campaña opositora de desconocimiento absoluto del estado, de las autoridades del orden público, el desprecio al orden institucional y a las infraestructuras públicas forman parte de un comportamiento irracional y desequilibrado. Nadie, medianamente sensato, podría ver en la quema de autobuses de transporte público, en la quema de personas y el linchamiento de funcionarios del orden público una opción de gobierno para un país que está pasando por una profunda crisis económica y social. Tristemente la dirigencia de oposición se ha dejado llevar por sectores ultrosos y muy poco conscientes de la realidad nacional. En este contexto, el chavismo popular sólo guardó silencio, pareció ausente o distante, lo que se confundió con derrota o rendición.

Con personas en el estado de alteración emocional al que se llevó a los grupos más radicales de oposición ¿Cómo se puede dialogar? ¿acaso se debe responder con la misma violencia? ¿deben confrontarse directamente? No, no si se quiere preservar la homeostasis social de la República Bolivariana de Venezuela y es lo que sabiamente ha hecho la colectividad variopinta, diversa, y multicultural que compone al chavismo: durante los cuatro meses de arremetida violenta, guardó distancia de los violentos, radicales y extremistas, ajustándose y compensando hasta encontrar la oportunidad de precisar para neutralizar la violencia irracional de un sector desequilibrado socialmente, a través de un movimiento pacífico pero contundente, eso es resiliencia, inteligencia social

¿Quiénes son los insensatos y quienes los sabios en la política venezolana? La apariencia siempre ha sido una mala consejera. Puedes vestir muy bien y parecer muy inteligente, siendo un absoluto ignorante y desconocedor de la realidad que te rodea, como sucede por ejemplo con: López, Machado, Muchacho, Requesens, Smolansky, Guevara (este ni siquiera parece, ni es, ni lo será), entre otros; o puedes sufrir la marginación social de los sectores racistas y/o clasistas y demostrar reiteradamente una inteligencia social muy superior, como ha ocurrido en el caso del chavismo genuino y popular, en Venezuela (no me refiero a la torpe y rancia nomenclatura del PSUV).

No se puede desconocer permanentemente que el chavismo es una fuerza ideológica y política potente, entre más extremista sea la oposición más se amplía la resistencia del chavismo genuino y popular, esto funciona así y no al contrario; es una fuerza que no depende ni de la bolsa de los CLAP, ni de las Misiones ni de la maquinaria política del PSUV, va más allá de eso, es un sentimiento de identidad social con un discurso que reivindica la resistencia de los más excluidos. Esto tampoco tiene que ver con el talento político del presidente Maduro ni la nomenclatura del PSUV, en lo absoluto, es un sentimiento propio del pueblo más humilde de este país que encuentra vocería, circunstancialmente, en el gobierno actual y nunca en la dirigencia opositora que reiteradamente se refiere con desprecio a este sector social que representa a la mayoría del país. Una mayoría paciente, sufrida, con una cohesión social tremendamente admirable, con una identidad firme y con una capacidad de compensación que le ha permitido desarrollar una capacidad resiliente única en América Latina.

El chavismo popular reiteradamente se ha sobrepuesto a los resultados adversos, reconstruyendo sus vínculos internos (ha sido resiliente). La economía venezolana, ha sido pésimamente manejada por el gobierno actual y el deterioro de la situación económica y social de las familias chavistas y no chavistas, ha sido intenso desde la muerte del expresidente Hugo Chávez. Esos son resultados adversos, ante los cuales una parte de nuestra comunidad nacional ha reaccionado violentamente y otra ha resistido estoicamente conservando la paz y cohesión social, esperando del gobierno una salida pacifica a la problemática. Este sector, ha sido el factor de restauración permanente de los vínculos internos de la república ¿Acaso se puede negar esto? ¿Por qué no ha habido una guerra civil en Venezuela? Simplemente, porque hay un sector que se resiste a la guerra (chavismo popular), que aguanta las arremetidas violentas estoicamente, aunque desde una humildad popular que, desde la pobreza de los barrios y ranchos más miserables del país, resulta poco brillante y comercial en los grandes medios de desinformación y propaganda de este mundo aberrado, depravado, psicótico y capitalista en que vivimos.

Mas bonito resulta mostrar las trenzas doradas en el cabello de la esposa del Sr. López, quien “sufridamente está encarcelado por un régimen represor”. ¡Encarcelados, estuvimos 30 millones de venezolanos, durante 4 meses por un grupo de violentos que sólo buscaba la confrontación, nuestra respuesta violenta y proporcional, para justificar una arremetida aún más violenta y la guerra civil, la ruptura de todos los vínculos internos entre los grupos sociales que componen nuestra república, No lo lograron!

La perturbación social ha sido superada, sin alterar significativamente la estructura y funcionalidad de la república, y podemos regresar al estado original, una vez que la perturbación ha cesado, a través de la depuración del estado a través de la Asamblea Nacional Constituyente (eso esperamos).

El pueblo chavista (chavismo popular), ha trabajado demasiado, es quien ha hecho todo el esfuerzo de tragarse a los violentos, de soportar las trancas sin que la GNB liberase las calles ni la Policía Nacional garantizara la seguridad de quienes solo quería poder acudir libremente a sus trabajos y eran impedidos por los radicales de oposición. El gobierno nacional dejó al pueblo chavista a merced de estos violentos (células terroristas, sicarios colombianos contratados por sectores radicales de oposición, guarimberos piromaniacos, entre otros) y aun así ha sido perdonado por el pueblo. Sin embargo, toca al gobierno y a la nomenclatura del PSUV retribuir tanta confianza, inmerecida.

Espero no decepcionen a nuestro pueblo una vez más. Les ha sido dada una enorme responsabilidad y no por vuestros méritos, señores y señoras constituyentistas, muy pocos, poquísimos, tienen méritos siquiera para ser directivos de un consejo comunal, ni cuentan con la preparación intelectual necesaria para solventar los graves problemas que afronta nuestro país, pero espero sepan entender esta responsabilidad y asuman el compromiso.

El pueblo ha confiado en ustedes, señores de la ANC, para que restauren la república, restablezcan los vínculos que componen a una república democrática, federal y bolivariana, señores y señoras, garanticen la paz, la seguridad y mejoren las condiciones económicas que, en muchos casos, son consecuencia de la propia incapacidad del gobierno. En esta familia nacional, hay un sector enfermo de odio y tristemente no podemos contar con ellos para reconstruir el país, han renunciado a los propositivo y constructivo y han optado por la destrucción y el hundimiento nacional.

Habemos otros que seguimos creyendo. El pueblo venezolano chavista, popular y demócrata ha puesto en ustedes señores y señoras de la ANC la responsabilidad de arreglar este embrollo. Repito, no porque ustedes tengan algún mérito, sino porque son los únicos que pueden hacer algo, ¡Háganlo! No hay excusa válida, no hay guerra económica que justifique tantas necesidades que está pasando nuestro pueblo, no hay justificación. Asuman la responsabilidad que les ha sido dada y correspondan al pueblo. Nada de lo que hagan será suficiente si se compara con todas las penurias que ha pasado el pueblo para poder darles a ustedes la oportunidad de mejorar las condiciones del país. Por favor, asúmanlo, entiéndanlo y actúen en consecuencia. Sólo quedan ustedes, no hay nada más, ya no pidan al pueblo más sacrificios, ha hecho demasiados. Señores y Señoras de la ANC, trabajen, esfuércense, hagan su parte, que nuestro pueblo ya ha hecho la suya.



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Alejandro López González

Doctor en Sostenibilidad (Cum-Laude) por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC). Sus investigaciones sobre la sostenibilidad de proyectos de electrificación rural con energías renovables en Venezuela le valieron el reconocimiento como la mejor tesis doctoral en el período 2018-2019, según la comisión de doctorado de la UPC. Se graduó de ingeniero electricista en la Universidad del Zulia en 2004 y ha publicado más de una docena de artículos científicos acerca de la sostenibilidad de la electrificación con energías renovables en países en desarrollo

 ae.lopez.gonzalez@gmail.com      @aleslogo

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