Pollo y huevos, supone uno, es lo lógico, les producen los mismos empresarios y si no se pudiera decir así, sin duda que sí, casi los mismos. Para los huevos, al inicio acordaron un precio y a los pocos días, imaginamos porque quienes firmaron por los empresarios no dejaron contento a todo el mundo que detrás de ellos está, solicitaron nuevos precios y el gobierno, porque a muchos de ellos no les duelen los reales de uno, inmediatamente aceptaron otros, por supuesto mucho más altos. En concreto, si mal no recuerdo, el último ajuste les puso en Bs. S 120,oo ó 12 millones de los viejos, los que llamaré así porque eso de fuertes es como demasiado cursi. Pero los huevos volaron como si fuesen pollos, se escondieron y si les encuentra es entre Bs.S. 170,oo ó 180.oo. Imagino que todavía la cadena de los "hueveros" a uno toma como "guevones" y quiere sacarnos la chicha a fuerza de huevo.
Pero los tipos o los casi tipos, esos que se ocupan de criar y poner en el mercado los pollos, andan en la misma actitud. No pidieron, por lo menos que uno sepa, se reconsiderara el precio de su producto, sino que parece piensan imponer el que les da la gana por la vía de jugar al escondido. Lo poco que se consigue es a otro precio, muy por encima del acordado.
Tareck El Aissami, vicepresidente del área económica y quien está encargado de coordinar lo de los precios, y es el único que habla sobre los mismos, debiendo poner a los empresarios que también hablen de conformidad a lo acordado y sirvan de fuente de información al público consumidor y a quienes están en sus cadenas de distribución, ha informado algo que venimos creyendo, orientados por la pura "pepa del ojo", que aquí se está produciendo huevos y pollos suficiente, tanto que él ha dicho, "hasta para exportar", uno tierrúo como es, diría para hacerse mejor entender, "pa´ tirá pa´arriba". Lo de exportar no nos gusta mucho por lo que vamos a decir más adelante sobre el pescado.
Pero siendo todo así, es decir habiendo suficiente producción y "Precios Acordados", pollos y huevos se esconden, pues parece que eso lo hacen ellos mismos y no empresario alguno y menos nadie en la cadena, para aparecer "goteaditos" a precios por encima de lo acordado.
Pero también el sector cárnico anda en lo mismo. Es decir, lomitos, punta trasera, lomo, lagarto y todos los cortes del ramo también se esconden, pese que quienes firmaron por el sector lo hicieron sin que nadie se lo impusiese. Las carnicerías están en buen número cerradas. Es como si alguien les pagase para que no abran. Pues el "Precio Acordado" no ha sido modificado, tanto que El Aissami ha informado ahorita mismo que en lo inmediato, tomarán "medidas para que la carne aparezca en los anaqueles" y que eso "nada tiene que ver con los precios." Uno no sabe con qué tiene que ver, pero si sabe que esos productos no aparecen como deberían y cuando salen de su escondite se ponen unos precios inalcanzables.
Chávez tomó unas medidas, como aquellas leyes habilitantes, entre las cuales estuvo la "Ley de Pesca", por las cuales intentaron quitarle la cabeza. Ella procuraba hacer de la pesca una práctica más racional y productiva. Lo que en buena medida no sólo debería favorecer al consumidor sino también a los hombres de la pesca artesanal, pues rescataba su área natural de trabajo. No obstante, hasta a los orientales, empezando por los margariteños, comer pescado se les ha vuelto cuesta arriba. No creo que por aquella "Ley de Pesca", la producción del mar, hasta en la cercana costa, se haya vuelto insuficiente. Tampoco que los peces anden jugándole al escondido a los pescadores y que estos sean menos atendidos que antes por el sector oficial.
De lo que sí estoy seguro es que la política de "Recuperación Económica", que incluye la defensa del salario y por ende a los consumidores, ha estado evadiendo el sector pesquero. La escasez de especies en los mercados es un hecho tan notorio que casi es escandaloso y eso se refleja en los precios. Tanta es la tragedia que a los orientales hasta comer pescado se nos ha vuelto un lujo.
Solo nos queda recordar como Dante Rivas, unos meses atrás, se comprometió a revisar la política exportadora del sector pesquero que deja sin posibilidad de consumir esa proteína a gran número de venezolanos. El gobernador de Miranda, hace pocos tiempo atrás, sin saber a ciencia cierta lo que decía y avalaba, informaba como por las costas del área donde gobierna, salían enormes cargamentos de pescados, camarones y langostinos para países asiáticos con el fin de traer dólares. En aquella oportunidad Dante Rivas, como ministro del área, reconociendo el beneficio que esa política representaba para los exportadores, caveros y uno que otro pescador, se vio obligado a admitir que había que revisarla porque no era justo que el consumidor venezolana no pudiese consumir pescado con suficiencia en virtud de la escasez y los altos precios. Circunstancias esas derivadas de la "política pesquera".
Más recientemente, en los mismos días estos de ahora que se ha hablado de "Recuperación Económica", Rivas se vio obligado a hablar del tema en el mismo sentido, pero nada hace. Sólo amaga, se lamenta por lo que sucede y acontece con su aval o responsabilidad pero de allí no pasa. Supongo que por encima de él hay alguien imponiendo su ley y cuidando sus espacios. Pero como el muchacho me parece gente buena y ñero él, debo decirle "Dante, no pagues culpa ajena".
Uno no se cansará de seguir diciendo lo que siempre han dicho los caraqueños, "Caracas es Caracas y lo demás es monte y culebra". El CLap al parecer le llega a mucha gente en Caracas, como alguien del mismo nivel socioeconómico nuestro, que se vio en el deber o "por caridad" de darnos en estos días algo de las casi cuatro cajas que le llegan mensualmente a su casa y trabajo, sabiendo que a quienes vivimos en eso que ellos llaman el interior o la provincia, no nos llega nada, menos si vivimos en una urbanización de clase media arruinada. Por ese caraqueñismo que prevalece, tanto que hasta se difunde por el interior, pareciera que pocos comen pescado, pues todo el mundo clama y reclama, la prensa es un ejemplo de eso, por pollo o carne y nadie se acuerda de quienes comemos pescado. Tanto es así, que lo único que apareció en la tan nombrada lista fueron las sardinas frescas, que estando en los expendios de pescado en menos de doscientos Bolívares soberanos por kilo, le empujaron un precio como caraqueño de Bs. S. 1.700.
¿No habrá manera de acordar precios en el pescado? ¿Por qué protestar porque el pollo o la carne la escondan y se la lleven de contrabando si el gobierno favorece que se lleven el pescado? Mis amigos cubanos que aquí estuvieron, siempre me dijeron que la pesca cubana, sobre todo en el "Período Especial", se dedicaba toda al consumo interno. ¿Por qué Dante Rivas, que es margariteño, no hace algo parecido que nos favorezca?