Auditórium

El mensaje del hampa asesina

Para saber hablar es preciso saber escuchar”

Plutarco…


Están sucediendo crímenes tan dramáticos que exigen cambios históricos. Recordando el asesinato de decenas de venezolanos, y la salida a la calle de peligrosos asesinos propuesta por Iris Varela, puede desencadenar la derrota de la revolución bolivariana el 7-O del 2012. La opinión que recojo de muchos ciudadanos en la ciudad de Caracas; es un suceso que obliga al gobierno de Hugo Chávez a replantear su estrategia en materia de seguridad. A repensar el camino sin salida en que la inseguridad, y la impunidad han enrumbado a la nación.

Hace tiempo que un acontecimiento no suscitaba tal unanimidad de muchos revolucionarios, sobre este preocupante tema. Todos los periódicos nacionales (excepto los medios de comunicación públicos) encabezan los días lunes sus ediciones con el relato de la muerte.

La sensibilidad ciudadana esta calibrando la magnitud de este acontecimiento señor presidente: se esta confirmando la extrema vulnerabilidad de los poderes públicos del Estado venezolano, frente al hampa asesina, y la indefensión de los ciudadanos que extingue potencialmente la vida de todos los venezolanos.

El discurso de la burocracia oficial en materia de seguridad ciudadana, corre en sentido opuesto a la gravedad de los asesinatos masivos los fines de semana. El “apagón informativo de los medios públicos” sobre este tema le hace un daño terrible al gobierno bolivariano como mecanismo autodefensivo. El Ejecutivo Nacional debe decretar un estado de excepción o de sitio, para derrotar al hampa asesina.

No se debe continuar encubriendo sus debilidades, sobre esta delicada materia por medio del silencio decretado. Hay que asumir la misión seguridad del mismo modo que lo hizo Hugo Chávez en su mensaje a la nación el 13-E, desde la AN. Suprimir el derecho a la información sobre este tema, y abolir el debate público sobre estos acontecimientos es altamente letal para la revolución bolivariana en este comienzo del 2012.

Tapar el sol con un dedo no puede ser la consigna. Los argumentos de los encargados de la seguridad ciudadana en Venezuela son pueriles: para “supuestamente” proteger a los ciudadanos se suspende toda información semanalmente, “hasta los nuevos desenlaces del hampa criminal”. Además, hay todos los fines de semana asesinatos que comunicar a la opinión publica, para que tome sus previsiones: no se puede sugerir el ocultamiento de las realidades profundas de lo que esta causando la inseguridad.

El mayor delito en esta materia es la clausura de la perspectiva, y la reflexión. Un asesinato semanal contra un hijo de una familia venezolana es un hecho político mientras no se demuestre lo contrario. Esto merece desde ya un análisis, y una discusión profunda sobre las posibles causas y consecuencias. Hay que investigar con profundidad los diversos asesinatos, así como el tejido de las relaciones que lo ocasionaron. Hay que saltar de lo anecdotario a la categoría del crimen. Con la independencia de criterio que cada administrador de la justicia penal tenga sobre la personalidad de los hampones, y su papel en contra de la seguridad ciudadana, se trata de un tema por demás prominente para tratarlo en el PSUV. También hay que incluir en esta materia personalidades con conocimientos profundos. Por ello, la Misión Seguridad propuesta por el presidente Chávez, debe contar con dirigentes con experiencia en la lucha contra el crimen, una vía cuando al menos debe ser explorada.

Toda represión contra el hampa asesina alienta la esperanza ciudadana en vez de disuadirla. Las cuatro patas de la investigación criminal carecen de seguimiento, en contra del crimen semanal. No se puede condenar la “criminalidad”, y aplaudir la “libertad ejemplar de asesinos, convictos y confesos”, esto lo que hace es, aumentar la sospecha.

Hay que derrotar la ambigüedad, y el ocultamiento en materia de seguridad ciudadana para derrotar al hampa criminal, y dejar abiertos los espacios para el ciudadano de bien.

Los criminales le “mandan mensajes semanalmente al gobierno”. Hay que saber ubicarlos. A la sociedad venezolana les envían los hampones uno muy claro, todas las semanas: la capacidad de desafío del hamponato al Estado venezolano es preocupante. La amenaza de la delincuencia es ya un extremo amenazante.

Percasita11@yahoo.es



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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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