El lunes 25 de marzo una comisión yukpa fue recibida por el Canciller y vicepresidente político Elías Jaua. La agenda: el territorio indígena y la justicia en el caso del cobarde asesinato del cacique Sabino Romero.
La cita fue concertada por el gobernador del Zulia, Francisco Arias Cárdenas, quien previamente recibió a la misma delegación yukpa en su despacho el pasado martes 19, donde se planteó el plazo de dos meses para concretar el reintegro de las tierras demarcadas para la etnia de origen Caribe.
El planteamiento yukpa, enarbolado por el Segundo Guaicaipuro Sabino, y hoy continuado por sus hijos Sabinito, Isidro, Zenaida, y todo el liderazgo agrupado en torno al Centro Originario Chaktapa, tiene toda la razón histórica que le asiste, y la urgencia de los tiempos gastados y las ambiciones acechantes.
Hay que parar la matazón de luchadores yukpas, y eso sólo será posible devolviéndoles sus territorios y empoderándolos frente al enemigo histórico de clase y “raza”.
Es el punto de enlace ideológico que lleva a Elías Jaua a atender, con todos los honores y la dignidad debida, a la honrosa comitiva yukpa. El encuentro sincero desvaneció el cansancio por la larga espera, la cual fue disculpada luego de las explicaciones razonables del camarada anfitrión.
El vicepresidente político escuchó atento las ocho intervenciones yukpas, cada una de ellas cargadas de un justo reclamo ancestral, dentro de un marco de respeto y compromiso revolucionario, que no cesaron de reiterar ante el legado político del Comandante Hugo Chávez, que sienten suyo como de nadie.
Elías recordó esos momentos de intenso debate constituyente, cuando nos tocó enfrentar posiciones derechistas que pretendían impedir la realización de los derechos indígenas en la Constitución. Sólo la mano firme de Chávez lo hizo posible. “Fue un gran acto de valentía del Comandante”, señaló el Canciller.
Secuencialmente, rescató el logro de haber demarcado las tierras, a pesar de los poderosos intereses que se interponían, tanto económicos como culturales, por la pesada “herencia” racista que aún nos toca confrontar.
También Elías fue enfático en ratificar que esa línea esencial dictada por Chávez, de hacer justicia a nuestros pueblos raigales, se cumpliría, más allá de los tropiezos y errores que autocríticamente reconocemos, pero que estamos obligados a superar.
No se trata sólo de “pagar” unas bienhechurías que encierran una historia de despojo al indígena y muchos crímenes, incuso, aupados por la clase política de la Cuarta República. El asunto central es devolverle las tierras a sus legítimos dueños, como sentenciara Bolívar en la Carta de Jamaica. “Tierras para los indios”, como repetía nuestro amado líder que viajó a la inmortalidad.
El camarada Jaua cerró la reunión con un nítido plazo de dos meses para tener lista la solución a un problema que data de siglos sangrientos.
¡Viva la causa indígena! ¡Viva por siempre la Revolución Chavista!
caciquenigale@yahoo.es
Con Chávez en ristre y venciendo, por la gloria vivida y las victorias por venir.
Yldefonso Finol
El Socialismo es Vida.
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador. Guayaquil 5 de agosto de 1829.