Alrededor del encuentro entre el gobierno del Presidente Nicolás Maduro y su equipo y los representantes de la oposición ubicados en la llamada Mesa de la Unidad, hay cada día mas interrogantes porque, como se pudo apreciar a través de la cadena de televisión, hubo dos posiciones que permanecen invariables: Maduro extiende una mano para el diálogo y los opositores vuelven a repetir sus discursos cargados de mentiras, como los que han venido repitiendo desde hace mucho tiempo.
Pero esta cuestión no se queda en ese planteamiento diferencial sino que profundiza en lo deleznable, pues se llega al extremo de insistir en el ya reiterado pedido de que el Presidente Maduro decrete una amnistía general para las personas que están en prisión, acusadas de haber sido las responsables de las muertes de ocurridas en aquellos nefastos días de abril de 2002.
¿Cómo pensar en quienes son los acusados y no en las víctimas? ¿Cómo incluir entre los amnistiados a quienes se les acusa de quitarle la vida al Fiscal Danilo Anderson, al colocarle una bomba en su vehículo rústico?
¿Es que acaso la oposición quiere seguir reafirmando ese lema del “yo no fuí”, pese a que han sido los autores de tanta desaguisado? ¿En qué mente cabe tanta sin razón? Si no nos hacemos esa interrogante, entonces tenemos que pensar que si no se acata lo que está dentro de la ley, dentro de la lógica, entonces queda muy claro, demasiado dirían algunos, que todo lo que hacen es totalmente adrede, intencional, de lo cual no queda duda alguna.
La única diferencia en todo lo anterior, es que lo que han dicho y seguramente continuarán diciendo, lo harán frente a los testigos de la Unasur y la representación del Vaticano.
Por ello habrán que tomar en consideración todos los llamados y opiniones que se vienen haciendo desde los mas variados sistemas de comunicación, en el sentido de que el gobierno bolivariano, los servicios de inteligencia y el pueblo deben estar alertas porque cualquier acontecimiento nefasto puede surgir.
El asunto no es gratis, solo basta echar hacia atrás la cinta de la grabación del sonado encuentro, analizar cada intervención de los opositores a la revolución y comparar con las declaraciones que antes ellos han venido emitiendo, así como las columnas, artículos de opinión y diveersos programas de radio y televisión.
¡Eso está allí para el análisis, porque las dudas persisten entre los ciudadanos y ciudadanas!
Por eso es interesante recordar la imntervención del gobernadior del estado Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz, cuando le recordaba a los presentes -y muy en especial a Andrés Velásquez- que si quitarle la vida a un motorizado con una guaya tendida en una calle, quemar un preescolar con mas de 80 niños e incendiar una universidad, como lo hicieron con la Universidad Nacional Experimental de las Fuerzas Armadas, podía ser llamada como una protesta pacífica.
Y eso que Aristóbulo Istúriz no enumeró todo lo que han hecho los opositores y sus mercenarios en Venezuela, en los mas de 50 días que han tenido dañando a la ciudadanía, de lo cual pueden dar fe mucha gente ética de esas urbanizaciones que han sido tomadas como refugios de las guarimbas y de los delincuentes, porque asesinar con rifles que tienen miras telescópicas y golpear y aprisionar con alambre púas a las personas es propio de seres ssin ética, de conductas aberradas.
Lee el siguiente blog: wwwpertinentes.blogspot.com (Premio Aníbal Nazoa/2010) Mención Opinión)
